sábado, 20 de octubre de 2012

El cliente no es adivino, ¿Comunicas bien?


Tal vez uno de los aspectos que se toman en cuenta al último en la formación de un startup es de la imagen que proyecta; pensamos que el talento para diseñar un modelo de negocio servirá para comercializarse sólo y sin mucho esfuerzo.

Es muy probable que existan otras opciones en el mercado para cubrir muchas de sus necesidades y esto hace necesario que se tenga una comunicación correcta, en primer lugar para darse a conocer y después de que es conocido por el mercado objetivo, lograr atraerlo de tal forma que se decida a probar, que rompa el miedo a probar. Si logramos hacerlo la primera vez y el cliente percibe valor, tendremos posibilidades en el futuro.

Ese proceso de decisión de compra pasa principalmente por los atributos que resuelven la necesidad, sin embargo la primera impresión puede ser determinante. Esa primera impresión que deja el trato con el emprendedor, así como con la imagen de la empresa vale oro. No se trata de poner reglas de etiqueta, más en un tiempo en el que ciertas prendas de vestir como la corbata comienzan a ser artículos pasados de moda; pero al menos parecer lo que decimos ser.

La imagen es una combinación de ciertos factores que trataremos de explicar a continuación:

1)      Nombre de la empresa. Se puede pensar en un nombre abstracto que tenga un simbolismo para los fundadores pero que ofrezca un mensaje adecuado. Se puede pensar también en un nombre que refleje exactamente lo que se pretende ofrecer, es decir que en el mismo nombre este contenido tácitamente lo que se ofrece. Convendrá evitar nombres que limiten desde el nacimiento la escalabilidad, como por ejemplo: Helados de Tocumbo, pues será difícil imaginarse esos Helados en otro lugar que no sea Tocumbo. (Por cierto, por raro que parezca el nombre Tocumbo es un lugar en el Estado de Michoacán, México donde se inventaron las paletas heladas y donde se ha ganado fama por la buena calidad de los helados). De las misma forma ponerle a una empresa el apellido de sus fundadores tal vez no sea el mejor camino, aunque puede haber excepciones. Motores Ramírez o aún con apellido más rimbombante: Motores Jackson tampoco parece ser la mejor idea.

2)      Logo. Pensar en una imagen que refleje los valores de la empresa, tanto en forma como en colores, combinaciones y también tipografía. Muchas empresas registran marcas y logos diferentes a los del nombre de la empresa que más bien se constituye como una razón social solo para efectos fiscales pero que no se usa como referencia para ninguna comunicación. Cuando una persona ve el logo debe recibir un mensaje adecuado a lo que se es. Quien no recuerda logos famosos de startups de época, como Apple, Microsoft, Dell, etc., con ver el logo sabemos de que se trata.

Estas dos herramientas son tal vez el primer tema de referencia cuando se habla de una imagen de empresa, es lo mínimo indispensable para salir a la calle y comunicarle al mundo quienes somos, que hacemos, que nos hace distintos y mejores a los demás.

Tal vez el punto más obvio, pero también el más complejo es que los emprendedores deben creerse lo que son, que la imagen que reflejan corresponda con la realidad y también corresponda con los valores que quieren proyectar al mercado. Nada más importante que ese primer contacto que tiene el cliente potencial con la empresa, desde que conoce a una persona que lo visita por primera vez, su puntualidad, su pulcritud, sus capacidades de comunicación, su tarjeta de presentación, que vengan sus datos con claridad y facilidad. Si tú mismo no te crees de lo que eres capaz, los demás tampoco lo harán.

OTRAS HERRAMIENTAS DE COMUNICACION

Es típico encontrarse con tarjetas de empresas que tiene su correo con Hotmail o con yahoo, ¿Qué no podrán registrar un dominio para tener sus propios correos institucionales? O será posible que tengan un teléfono adicional al de su domicilio particular, son detalles que parecen sin importancia pero que definitivamente afectan la imagen de una empresa, aún cuando se trate de un startup de reciente creación.

Ya que la empresa está en funcionamiento existen otras herramientas de comunicación, como puede ser su sitio web (registrar el dominio, aún cuando sólo aparezca que está en construcción), sus presentaciones a clientes, algún video corporativo, su twitter, su facebook; estas últimas serán de gran ayuda para que a un costo muy adecuado se publiquen temas de interés para los clientes y que refleje los productos y servicios que una empresa está ofreciendo. Cuando las herramientas de redes sociales no se alimentan continuamente con información valiosa y se establecen como un canal de comunicación abierta con los clientes, pierden su razón de ser y se vuelven un mero artículo decorativo.

Lo más importante es que exista congruencia entre la imagen personal de los emprendedores, el nombre, el logo, el sitio web, las tarjetas, las presentaciones, etc. CONGRUENCIA EN LA COMUNICACIÓN es la clave.

Existen otros elementos de comunicación no verbal pero que cómo hablan de un emprendedor y de su startup: puntualidad en las reuniones, lo ordenado de un lugar para recibir visitas, el cumplir en las fechas acordadas para propuestas, para entregas, incluso para pagos, y si por alguna razón no se podrá cumplir con lo acordado adelantarse y avisar para que los demás no estén esperando infructuosamente, haciéndolos además perder el tiempo.

Parece que todas estas cosas solo son detalles, pero es en detalles donde se conoce el valor de las personas y como decía el maestro Joan Ginebra: “las empresas terminan pareciéndose a las personas que las dirigen”; más vale que pronto tengamos propósitos de mejora en esta materia, para que luchemos por mejorar la imagen y también la realidad de lo que queremos comunicar.

Jorge Peralta

@japeraltag

www.innovaciondisruptiva.mx

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