La palabra “innovación” se ha
puesto de moda, todo quiere ser “innovador” es una palabra mágica que la vemos
en anuncios publicitarios, en misiones de organizaciones, en las etiquetas de
muchos productos, hasta en los mensajes de muchos políticos. ¿Sin embargo que
es la innovación?
Según el diccionario de la Real Academia Española, es la
modificación de un producto, y su introducción en un mercado.
Innovar proviene del latín innovare, que significa acto o
efecto de innovar, tornarse nuevo o renovar, introducir una novedad.
Desde
el punto de vista de las empresas la necesidad de innovar es evidente, se
necesitan nuevos productos con un mayor valor agregado que permita crecer sus
márgenes de utilidad y así financiar crecimiento, nuevos productos, estructuras
con mayor capacidad, etc. Desde el punto de vista de la demanda, la
sofisticación de nuestra sociedad demanda cada vez más productos con
características adecuadas para la vida actual y por los cuales se está
dispuesto a pagar más.
Ha
sido un esfuerzo importante el que se ha hecho desde diferentes instancias para
que este concepto de inserte en nuestra sociedad. Por parte del algunas
instancias de gobierno se han difundido fondos públicos que impulsan la innovación:
El Fondo de Innovación de Secretaría de Economía y Conacyt, el fondo avance de
Nafin y Conacyt, así como también algunos fondos locales y sectoriales. De la
misma forma algunas universidades han generado nuevas carreras como Ingeniería
en Innovación, etc. La formación de las UVTC´s (Oficinas de Vinculación y
Transferencia de Conocimiento) y OTT´s (Oficinas de Transferencia de Conocimiento)
por parte de Conacyt, permitirán que muchos investigadores e inventores den un
paso adelante con la comercialización de sus inventos y desarrollo tecnológico generándose
una innovación real.
El
mayor énfasis se ha puesto en la innovación tecnológica, en el desarrollo de
producto, lo cual llevará a que muchos productos puedan introducirse en el
mercado para satisfacer de mejor forma las necesidades de una sociedad cada vez
más exigente.
Sin
embargo, aún reconociendo las bondades de estas mejoras en el desarrollo de
nuevos productos y servicios, que sucede con miles de empresas que están en los
sectores más maduros de la economía. En México muchas empresas están todavía en
los sectores primarios y en mercados en los que la innovación de producto
todavía tardará por la necesidad de una reconversión tecnológica o bien porque
las empresas no tienen capacidad para invertir en esa transformación requerida.
¿Qué
alternativas tienen todas aquellas empresas que apenas cubren sus gastos
operativos y que no tienen posibilidades de transformarse porque toda
transformación requiere inversión? ¿Habrá algún camino sin que sea necesario
invertir importantes recursos económicos?
Posiblemente
no se cuente con grandes recursos económicos, pero si se cuenta con una
capacidad de observación para ver todas aquellas cosas que el cliente quisiera
y no tiene. La dificultad principal no radica en intentar satisfacer esas
necesidades con los recursos a su alcance sino más bien con la poca capacidad
para observar que sucede en el mercado, que sucede con los clientes y sobre
todo que sucede con los no clientes que hoy prefieren comprar en otro lugar.
Es
indispensable hacer un ejercicio de realidad para entender un principio básico
que recomendamos a muchas empresas:
“Entender
por qué te compran los que te compran y entender por qué no te compran los que
No te compran” tal y como lo decía aquel viejo y sabio profesor del IPADE Alejandro
Fernández Villa, a lo cual añadiría y también “entender porque algunos antes de
compraban y hoy te han dejando de comprar” Si tenemos estas ideas claras
desarrollaremos una capacidad de observación importante y además la capacidad
de preguntar directamente a los clientes muchas cosas que necesitamos saber
para mejorar. Así estaremos haciendo una verdadera investigación de mercado
profunda que nos permitirá entender mejor la segmentación actual que hacemos
del mercado y “ver” por donde van las oportunidades.
Si
bien no todos están en posibilidades de hacer una innovación tecnológica en
producto, TODOS están en posibilidades de hacer una innovación a la estrategia
comercial y tal vez también al modelo de negocio. Si no podemos cambiar de “liga”
si podemos aspirar a ser los mejores en “nuestra liga” o como dirían sino puedo
ser el campeón del mundo si lo puedo ser al menos de mi colonia o de mi mercado
principal.
Este
puede ser el mejor camino para crecer las ventas, para crecer los márgenes,
para fortalecer el equipo de trabajo y para preparar el terreno para una
innovación más profunda y tecnológica que transforme los productos.
Si
no cambiamos la mentalidad, el liderazgo, la visión y el conocimiento del
mercado, la innovación en el producto no será lo profunda que se necesita o
bien no tendrá el efecto transformador que se espera de ella. Comenzar por conocer tu mercado y atender mejor a tu cliente conociendo sus necesidades y poniendo los medios para satisfacerlas de mejor forma.
Este
cambio la mayor parte de las veces es gratis.
Jorge
Peralta
@japeraltag
@innovadisrup
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