Cuando platicamos con emprendedores siempre les insistimos
en que sus modelos de negocio deben contar con dos características importantes:
1)
Una ventaja competitiva sostenible.
2)
Que tengan posibilidades de escalarse.
Contar con elementos diferenciadores que ofrezcan una
ventaja sostenible y con posibilidades de escalarse requieren además un mercado
potencial atractivo; la combinación favorable de estos factores son oro molido
para cualquier startup, sin embargo, se ha desarrollado una fiebre por buscar a
toda costa el crecimiento acelerado que empuja a muchos emprendedores a buscar
el deseado escalamiento casi de forma inmediata.
Ya lo comentaba Paul Alshtrom en su estupendo libro Nail it
tan sale it, que una de las mayores causas de mortandad en las startups esta en
escalarlas antes de tiempo. Siempre es deseable escalarse, pero es mejor
hacerlo en el momento adecuado.
Tal vez una de las características que tiene nuestra época
es la falta de paciencia, todo lo queremos inmediatamente. Un buen reflejo de
ello son las características que los sociólogos han señalado de la generación
Y: siempre conectados a la red, búsqueda de la inmediatez en casi todo, no
saben esperar; quieren que la vida sea como la red: ¡todo al alcance de un
click!.
¿Cuándo entonces será el mejor momento para escalarse? Justo
cuando ya se haya probado el modelo y se hayan descubierto la mayor parte de
las suposiciones erróneas que todo startup trae consigo.
Metodologías como el Canvas invitan al emprendedor a
validar, validar, validar, como la mejor forma de darse cuenta si una idea va a
funcionar o no en el gusto de nuestro consumidor objetivo, para darse cuenta de
supuestos que no son ciertos y de dimensiones que no son las reales.
Ya que sea validado todas esas suposiciones claves para el
modelo de negocio y se ha logrado afinar la propuesta, se piensa luego en un
esquema serio de monetización: “ya nos dimos cuenta de que nuestra idea si
funciona, ahora habrá que revisar si con ella ganamos dinero”; es importante
clarificaren la forma en la que se pueda ganar dinero con esa oportunidad.
Tal vez un inmediato segundo paso, esta en determinar el
tamaño potencial de ese mercado para darse cuenta la dimensión a la que podrá
escalarse, los recursos que se requieren para ello y los pasos que se deben
dar.
No solamente es importante encontrar la oportunidad y
validarla, sino dimensionar correctamente los mercados a los que se tienen
acceso y el esfuerzo que implicará el hacerlo. Sólo después de ello se podrá
reflexionar sobre el ritmo al que se debe conducir el escalamiento. No se trata
de llegar cuanto antes sino de llegar de la mejor forma.
El mejor camino no siempre será el que te lleva más rápido,
sino el que recorres de la mejor forma para llegar lo más lejos, y llegar lo
mejor posible.
Jorge Peralta
@japeraltag
@innovadisrup
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