Todos los profesionales capaces y responsables se
parecen, pero cada profesional auténticamente líder lo es en su forma
particular. Tal vez por esa razón existe una sobreoferta de profesionales con
un perfil estándar y cada vez son más necesarios nuevos profesionales que
puedan convertirse en verdaderos líderes de procesos de cambio.
Te comparto 10 recomendaciones que te pueden ser de
utilidad:
1. Elige tu ámbito profesional. Será necesario la
elección de un campo en el que puedas decir que eres uno de los que más sabe
sobre él. No es posible que alguna persona pueda saber profundamente de todos
los temas, es necesario elegir en cuál de ellos destacar.
2. Mantente el reto. Será necesario mantenerse alerta y
alejado de la zona de confort, ponerse nuevas metas, saber que nunca se sabe lo
suficiente. Nunca hay edad para dejar de aprender, nunca bajes la guardia.
3. Busca un guía. Siempre será necesario tener un
maestro inspirador, que te conozca bien, que te quiera bien, que quiera
verdaderamente ayudarte y sepa decirte cuando las cosas no van bien y también
te genere la suficiente confianza para ayudarte a acercarte a él en los
tropiezos. Ayuda indispensable para exigirse y ponerse metas altas.
4. Disciplina, disciplina, disciplina. Necesaria en todo
momento para orientar en el sentido correcto tu esfuerzo, no perdiendo nunca
tus objetivos a corto y tus metas. Sin disciplina es difícil ser puntual, hacer
lo que debes hacer en cada momento y estar metido al 100% en ello, cumplir los
plazos previstos, tomar decisiones, etc. Ni modo, necesitas un mínimo de
disciplina.
5. Rodéate te gente valiosa. Formar equipos,
ya sean formales o sólo de colaboración mutua en el que generemos relaciones
con talentos mejores y diversos al nuestro
nos permiten ver la realidad con perspectiva. Esto permitirá que se
genere un ambiente en el que podamos sentirnos con la confianza de preguntar y
de escuchar siendo quien somos.
6. Ten claro tu modelo personal de negocio. Hay que saber muy bien cómo vamos a generar
nuestra sustentabilidad y no estarle haciendo al “loco” y perdiendo el tiempo
con actividades que no generan valor y que no están en sintonía con nuestra
meta.
7. Genera capacidades de comunicación. Aquí se incluyen
las habilidades para expresarnos correctamente a través del lenguaje hablado y
también a través del lenguaje escrito, el cuidado por la ortografía, el uso
profesional de las redes sociales, aprovechando las grandes oportunidades que
tenemos en el siglo XXI para comunicarnos con facilidad. Las herramientas
están, los contenidos valiosos los debes generar tú.
8. Ten tus prioridades claras. Hay que entender
en cada momento qué es lo relevante y qué no lo es. No hay que dejarse llevar
por el camino cómodo, aunque nos guste mucho, es necesario mantenerte alerta
para orientar debidamente nuestras pasiones.
9. Nunca dejes de estudiar. Se puede hacer una
lista de autores o blogs que necesitamos estudiar y seguirles la pista, buscar
algún curso al año para desconectarse de
la rutina y aprender cosas nuevas y renovarse, así como sucede con las
computadoras, hay que “resetearte” para que se eliminen todas aquellas cosas
que nos restan energía y foco.
10. Publica. Con el paso del tiempo tendrás
tantas cosas que decir que puedan ser útiles para los demás que no es posible dejar de hacerlo. El bien es difusivo, si das
con alegría lo mejor de ti, siempre regresa con frutos.
Espero que estas líneas te generen cierta inquietud
y te sirvan para cuestionar tu vida profesional y así puedas hacer un alto en
el camino y reflexiones sobre la dirección que has tomado. Espero que te provoquen levantar la mirada y cuestionarte
si has sido lo suficientemente audaz para sacarle jugo a tu talento o si has
optado por la mirada corta del que solo busca el acomodo profesional a corto
plazo.
Es fácil para las personas con talento que sólo se
preocupen por lo necesario para su prosperidad personal y entorno más cercano,
por algunos “lujitos” que permitan un ocio sofisticado y al mismo tiempo
permitan desentenderlos de nuestra
sociedad en un sentido más amplio, renunciando a cambiar el mundo y a proponerse
que su camino tenga un impacto positivo
en otros.
En el futuro el trabajo profesional no será como lo
hemos visto hasta ahora. Los puestos de trabajo serán cada vez más peleados y
cada vez serán necesarios profesionales con talentos verdaderamente
diferenciadores. Lo bueno de soñar y de pensar en grande queriendo cambiar el
mundo, es que no sólo te permite salir del egoísmo; la verdadera recompensa es
que te obliga a la grandiosa tarea de comenzar por cambiarte a ti, con el fin
de verte realizado en la mejor versión que puedes ser. Para cuando eso suceda tú llevarás la delantera
pues serás un profesional con vida propia y con un modelo auténticamente
autosustentable.
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