sábado, 24 de agosto de 2013

No hay liderazgo sin innovación

Algunas de las decisiones más importantes en las organizaciones son la relacionadas con el futuro. En primer lugar por el riesgo que implican tanto si se toman, como si no se toman; pero sobre todo por la necesidad de convencer al resto de la organización de la conveniencia de la decisión.

Tomar decisiones de futuro implica una convivencia entre los retos del hoy con el diseño del mañana, de lo concreto con lo abstracto, de la realidad que genera el negocio hoy con lo que lo va a generar mañana, el presente y el futuro, etc.

Todos logramos reconocer dos grandes roles en la organizaciones, la del visionario, creativo y motivador orientado a la búsqueda de oportunidades con el riesgo que estas implican; y la del organizador, trabajador, detallista, disciplinado, cumplidor, etc orientado al resolver la operación del día a día. Estos dos roles son necesarios, unos diseñan el futuro y otros ejecutan el presente. El primero busca innovar, el segundo busca eficiencias.

Hoy trataré de concentrarme en el primero, en el líder innovador que desde mi perspectiva tiene las siguientes características:

      1)   Propone metas grandes, inspiradoras, de aquellas en las que dan ganas formar parte de ellas aún cuando impliquen un gran esfuerzo.
      2)   Se la cree y lo comunica con tal nivel de apasionamiento que contagia a los demás.
      3)    Determina el rumbo y los tiempos, no los cómos, eso se los deja a la libertad de acción de su equipo.
      4)   Gestiona por confianza, evita la controlitis y el micromanagemet, que sólo es un síntoma de inseguridad.
      5)   Evita las organizaciones excesivamente jerárquicas y verticales, buscando más bien la flexibilidad.

La rutina no necesita liderazgo porque ya todo esta determinado, más aún cuando la naturaleza humana es reactiva al cambio y es en la rutina donde las personas adquieren seguridad. Se requiere de un liderazgo para justamente cambiar las rutinas y adentrarse por incertidumbre más aún cuando el sentido común diría: “para que cambiar ahora si todo funciona muy bien”, es retar la comodidad de quedarse instalado en el presente por bueno que sea para pensar en clave de futuro.


Las nuevas generaciones necesitan además un liderazgo cercano, participativo que genere empatía con una nueva forma de concebir la vida profesional, no exclusivamente como una forma de ganarse la vida sino también de tener un propósito de aportar algo a la sociedad y de disfrutar el camino para encontrar la realización profesional.

El liderazgo requiere de creatividad para imaginar lo que hoy no existe, decidirse a seguir esa ruta y más aún, proponerle a la organización un futuro que no todos son capaces de ver con claridad. Por estas razones el liderazgo necesita ser creativo e innovador. No hay liderazgo sin innovación y sin pasión, es en el líder innovador donde se conjunta la visión y la acción.

Jorge Peralta
@japeraltag

www.innovaciondisruptiva.mx
@innovadisrup

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