sábado, 23 de enero de 2016

4 retos que un CEO no puede delegar

Tal vez una de las tareas más relevantes al arrancar un startup o un nuevo proyecto es el manejo de la incertidumbre. Tomar decisiones con poca información y con recursos limitados es una labor compleja, que no es apta para cardiacos.

En ese escenario es muy difícil dar prioridades en las actividades que debes realizar; saber que hacer en cada momento es un reto muy grande y suele ser fácil perderse, más cuando falta experiencia y cicatrices.

Es usual dedicarle esfuerzo a temas que parecen importantes pero que en el fondo no lo son tanto; muchas veces son temas a los que les damos urgencia por ansiedad o porque son temas que nos interesan o nos gustan, lo cual no siempre significa que sean importantes. En muchas ocasiones, reflexionando sobre ese tipo de acciones, nos damos cuenta que pueden esperar para otro mejor momento sin afectar el resultado y de que fue el acelere injustificado lo que llevó a tomar decisiones equivocadas.

Decidir que hacer y en que momento hacerlo es el reto más complejo de un emprendedor, de otra forma ni la empresa, ni él mismo llegará demasiado lejos,  porque el tiempo es un recurso escaso y uno de nuestros principales activos. En la juventud escasea el dinero y lo único que se tiene es tiempo.

Entre ese cúmulo de actividades, las más importantes desde mi punto de vista son cuatro: Decidir el rumbo, armar el equipo, asegurar el flujo, construir marca.

1.- Decidir el rumbo.
Armar una empresa es una aventura que requiere de plantear un propósito   verdaderamente ambicioso para que valga la pena tanto esfuerzo; si no se trata de resolverle un problema al mundo o de meternos en algo que nos haga ilusión, emprender es algo muy desgastante y a las primeras de cambio vas a tirar el arpa.

Con un propósito claro y una visión inspiradora, lo que faltaría es una ruta con un plan de acción concreto, con metas parciales e indicadores que permita ir monitoreando si vamos o no por el buen camino, e ir tomando decisiones para corregir el rumbo. La estrategia esta justo ahí, en definir el rumbo y definir la ruta para llegar.

Las decisiones de rumbo corresponden al líder, no son delegables, se pide opinión al equipo pero la responsabilidad es exclusiva de quien tiene el liderazgo.

2.- Armar un equipo talentoso.
La visión necesita de un equipo que nos acompañe en la aventura. Es difícil encontrar compañeros para un camino lleno de incertidumbre, pero lo es más, si escasea el dinero y se tiene que ilusionar a personas talentosas a las que no les faltan otras oportunidades y mejor remuneradas de forma inmediata. Sin una visión inspiradora y un liderazgo claro será difícil armar un equipo de buen nivel.

La remuneración siempre será necesaria, pero también todos los intangibles que trae un gran proyecto como lo son el ambiente, aprendizaje, retos, reconocimiento y todo aquello que nos mantiene con la ilusión a tope no obstante las dificultades económicas.

3.- Asegurar el flujo

Tenga o no formación en negocios, cualquier líder de un startup debe asegurar la subsistencia en las distintas etapas del proyecto. En ocasiones aún cuando no haya utilidades será necesario asegurar el flujo, lo mejor será a través de ventas explotando el modelo de negocio pero en algunos momentos posiblemente sea necesario recurrir a pasivos o a capital.

Vender siempre será el mejor camino para salir adelante; es el camino natural al que cualquier startup debe aspirar para salir adelante. Como dice el buen José Mora (Founder de Atlantia Search) el puesto más importante es el de CVV (Cabrón que vende un chingo)

4.- Construir marca

Aunque parezca un tema sólo útil para empresas grandes, es algo también importante para un startup. En una etapa temprana los emprendedores y sus proyectos deben ganar en reputación porque con ella se pueden conseguir muchas cosas más, de tal forma que la construcción de marca es importante, tanto para la empresa como la marca personal de los emprendedores.

Toda empresa debe asegurar su futuro generando ingresos, generando valor; es indispensable poner el foco en la venta y mantener la operación cuidando el flujo, sin flujo todo lo demás pierde sentido. La mejor forma de asegurar el flujo será vendiendo, de tal forma que lo más importante será vender y lo segundo más importante será vender. La responsabilidad del CEO esta ahí, habrá actividades que son delegables, la responsabilidad no.

¿Tu que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag


@innovadisrup

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