Nuestros tiempos son tiempos de
cambio, nada es permanente, tal vez la única constante es el cambio. Los
modelos de negocio requieren actualizaciones más frecuentes, principalmente por
los cambios en las dinámicas de consumo de los consumidores.
Ese cambio frecuente genera un
estado de inseguridad importante en muchas personas; aún cuando queda claro que
“el cambio” es el principal factor que provoca la inseguridad. ¿Cuál es
entonces el origen de la inseguridad en
las personas?, ¿Se trata de causas externas o más bien internas?
Dice el Profesor Ernesto Bolio en
su estupenda nota Personalidad Madura: “La seguridad del hombre maduro está fincada
en una compresión de su dignidad como persona: vale por lo que es, no por lo
que tiene. Se preocupa por desarrollar sus propios recursos, cosa que lo lleva
a enfrentarse mejor con las circunstancias cambiantes del medio, evita
construir barreras que lo aíslan de los demás, insiste en enfrentarse a los
problemas, a no darles vuelta.” Parece que la madurez de las personas es el
componente central que determina la forma en la que se enfrentan los
acontecimientos.
La característica principal de
los emprendedores radica en su capacidad de ejecución, su actuar no se detienen
en análisis interminables, lo cual no significa dejar a un lado el análisis
suficiente para tomar una decisión, pero nunca impide tomar la decisión y
ejecutarla en el momento necesario. Es más importante lo que las personas son,
que lo que las circunstancias ofrecen.
El emprendedor conoce su talento,
conoce sus limitaciones, sabe pedir ayuda, sabe trabajar en equipo, y sabe
desarrollar sus propios recursos para enfrentar el mundo. El emprendedor está
más capacitado para enfrentar el mundo que otras personas, por su capacidad
para aprovechar las circunstancias para su beneficio. No espera que las
circunstancias sean propicias, construye la oportunidad a partir de la
realidad. Enfrenta los problemas, no les da la vuelta.
Cuando analizamos estas
características en la personalidad de los emprendedores, vemos que sus cualidades
serían importantes no sólo para las personas que por vocación están llamadas a
generar empresa sino también para personas que han decidido su vida profesional
en otros ámbitos como la medicina, la política. Estamos hablando de liderazgo,
necesario en cualquier disciplina, en cualquier cultura, en cualquier época,
necesitamos personas que sean capaces de llevar a muchas otras por caminos en
los que reina la inseguridad.
En los últimos años han surgido
muchas teorías sobre el liderazgo, desde aquellas que ponen al líder como un
ser de otro mundo, hasta las que señalan que después de leer un libro ya puedes
ser un líder exitoso. Nuevamente surge el viejo dilema de si ¿el líder nace o
se hace? La realidad es que siempre es necesario tener la madurez suficiente
para reconocer los talentos propios, para pedir ayuda en los terrenos en los
que lo necesitamos, conocer nuestras limitaciones, saber pedir ayuda.
El conocimiento propio es una
fuente inagotable de seguridad para enfrentar la realidad, más aún cuando no
nos gusta, y esto no sólo para las grandes decisiones sino también para lo
ordinario. La madurez lleva a una estabilidad emocional que logra equilibrios:
serenidad, criterio, sentido del humor, sentido de responsabilidad y una gran
capacidad para manejar la frustración; en nuestra vida tendremos muchos éxitos,
pero también muchos fracasos. Así lo decía ese gran profesor Francisco Espinoza
cuando decía: “ni eres el mejor cuando todo sale bien, ni el peor cuando las
cosas salen mal”; se requiere serenidad en el triunfo y en la derrota.
Hoy más que nunca la resistencia
al cambio es algo frecuente en todas las organizaciones, siendo su principal
causa, no los factores de cambio que en sí mismos son inevitables, sino la
madurez con la que se enfrentan los cambios, y la capacidad que tienen los
líderes de ayudar a los demás a encontrar las salidas a sus problemas. Sin
embargo la madurez es algo que cada persona debe encontrar y cuanto antes
mejor, porque conforme pase el tiempo será cada vez más necesaria.
Las grandes empresas se
construyen desde las bases, algunas son capaces de perdurar en el tiempo con
éxito, otras solo son capaces de sobrevivir. Más allá de los cambios en el mercado
y los cambios en la economía, el éxito o el fracaso lo construyen las personas,
no las circunstancias.
Jorge Peralta@japeraltag
www.innovaciondisruptiva.mx
@innovadisrup
Recuerdo mucho la enseñanza de mis maestros de la vocacional(IPN) que me decían El cambio siempre genera miedo, resistencia por que agarramos nuestra zona de confort en no querer cosas que alteren nuestro entorno ya rutinario... y eso siempre genera problemas con los que quieren y no el cambio.... y son inevitables....
ResponderEliminarEsto lo digo también por experiencia en los lugares en los que he trabajado y se llegan cambios... nos gusten o no nos gusten .... porque debe haber un cambio el cual se adapte mejor a las funciones que realizamos, porque si el cambio que se hizo no mejora lo que pretendemos mejorar y por el contrario genera empeorarlo el cambio tiene que adaptarse en este caso a las mejoras de las funciones que realizamos...
Interesante Blog ATTE Ing. Juan Carlos Garcia Pureco