Prácticamente entre 1/3 y ½ de
nuestras 24 hrs diarias las dedicamos a trabajar, así que más vale que sea un
tiempo que nos haga crecer, porque de otra manera solamente será un camino para
la frustración.
No todas las personas tienen
posibilidad de disfrutar su actividad profesional, algunos solamente trabajan
como medio de subsistencia pero viven “buscando las 6” es decir esperando que
su horario de trabajo termine para realmente hacer lo que les gusta, sus
hobbies, o sólo llegar a su casa a descargar sus frustraciones.
¿Cuál sería entonces el ideal del
trabajo profesional? Desde mi punto de
vista, el ideal es desarrollar una actividad profesional que te apasione o al
menos que te genere un genuino interés y que te permita crecer en el plano
económico y personal.
Parece fácil pero no lo es tanto,
para muchas personas su actividad profesional solamente es un medio para lograr
beneficio económico, pero lo sufren; y para otras, al no ser capaces de
construir una alternativa de ingresos con lo que le gusta hacer, buscan otras
salidas. Lo mejor sería lograr que en aquellas cosas que más te gustan
encontrar un camino para generar ingresos.
Algunos elementos concretos que
podrías considerar para enriquecer la labor profesional serían los siguientes:
1) Tener
objetivos valiosos. Ponerse metas altas obliga a la persona crecer, a
esforzarse, a no resignarse con una medianía para ir cumpliendo meramente el
requisito.
2) Capacidad
de decisión. Tener posibilidades de decidir sobre el futuro es algo que hace
crecer a las personas, por la capacidad de análisis y síntesis que implica, y
la responsabilidad que implican las consecuencias de la decisión.
3) Excelencia.
Tratar de ser mejor siempre, con un verdadero esfuerzo por hacer siempre lo
mejor posible dentro de las posibilidades reales sin detenerse demasiado en el
esfuerzo que implica. Trabajar con rigor, con exigencia, cumpliendo siempre con
los estándares que se requieren en el sector, si es posible excederse.
4) Trascender.
Cuando te pones objetivos valiosos, tomas decisiones que ponen en juego tus
capacidades, tratas de hacerlo mejor que nadie y pones generosidad en tu labor,
casi siempre logras beneficios y consigues involucrar a otras personas para transmitir
tu pasión y entusiasmo, logrando como consecuencia que tus ideas y logros
trasciendan a otras personas.
En ciertos ambientes pareciera
que los factores de decisión sobre la actividad profesional pasan primordialmente
por el aspecto económico, supeditando todos
los demás aspectos al económico; sin embargo, muchas veces no se disfruta la
actividad profesional, se sufre.
A muchos jóvenes no se les anima
a desarrollar sus talentos porque se les aconseja a dedicarse a cosas en las
que hay mucha demanda laboral, cuando sus talentos son adecuados para las artes
o las humanidades. Tal vez el camino debería ser el inverso, cuando una persona
disfruta lo que hace y trata de ser el mejor en su categoría muy probablemente
tenga éxito porque logrará inspirar a los demás.
El aspecto económico siempre es
importante, porque es nuestro medio de generación de recursos, sin embargo
dejar la perspectiva del trabajo sólo como una fuente de dinero es una visión
demasiado pobre. Dedicamos tanto tiempo a trabajar que debe ser un instrumento
fundamental de desarrollo personal, de aportar a la sociedad y de ser cada vez
mejores personas.
Si nos preocupáramos un poco más
por ser felices dedicándonos a lo que más nos gusta, tratando de ser los
mejores y aportando a los demás generando inspiración, probablemente también
podríamos ganar más dinero, pero seguramente, sin duda alguna, seremos más
felices.
Jorge Peralta
@japeraltag
@innovadisrup