sábado, 25 de enero de 2014

¿Te falta experiencia o te sobran miedos?

Esta semana tuve la experiencia de compartir un foro con alumnos y profesores de una de las universidades con más prestigio en México. El foro tenía la intención de comentar sobre los retos que tiene el emprendimiento en la actualidad, la forma en la que han cambiado los métodos y este deseo cada vez más frecuente de emprender como una forma de vida.

En ese foro además de alumnos y profesores también asistieron algunos emprendedores para compartir su experiencia de la forma en la que habían “cruzado la línea” y habían decidido emprender. A ellos, les pedimos que dieran su opinión hasta el final para no sesgar los comentarios de los más jóvenes, de los que apenas tienen la intención de emprender pero que están en el proceso de su formación profesional. Entre ellos emprendedores exitosos con y sin estudios universitarios, lo cuál deja ver que los estudios no son indispensables, pero en muchos casos son una gran herramienta si se saben aprovechar.

Fue muy interesante ver como chicas y chicos rondando los 20 años, hablar de la dificultad por encontrar oportunidades, de la necesidad de adquirir experiencia y de cómo a muchos de ellos buscan en los estudios universitarios una especie de “garantía” respecto a su futuro profesional. Muchos de ellos hablan de una historia futura que comienza contratándose con una gran empresa, trabajando algunos años, adquiriendo gran experiencia para, ahora si, estar en condiciones de correr el riesgo de emprender.

Al preguntarles las razones, la gran mayoría de ellos señalan como una motivación importante, el no tener jefe, el hacer lo que les gusta. Es evidente que los deseos de independencia de esta generación, son una característica que favorece las intenciones de emprender, pero no debería determinarlas. No tener un jefe es parte del camino de emprender, pero casi nunca una motivación determinante. En estos años de vida profesional he escuchado ciento de veces esa historia: “voy a trabajar dos años, ahorrar, adquirir experiencia y después quiero arrancar mi propia empresa”.

Es probable, que cuando una persona recién egresada de sus estudios universitarios comience su vida laboral, sus primeras responsabilidades sean muy operativas, y si su primer trabajo es en una gran empresa, terminará siendo una labor muy operativa durante mucho tiempo más, con el agravante adicional de que la división del trabajo en las grandes empresas provocaría en el recién egresado una experiencia operativa en una parte demasiado focalizada de la operación de una empresa. Es decir la experiencia en una actividad operativa no te acumula experiencia para emprender.

Por otra parte, al menos en México, el sistema educativo obliga a que a temprana edad debas decidir carrera cuando no se tienen elementos suficientes y se llega a decisiones más por moda o por consejo de terceros o por intenciones más influidas por aspiraciones de tipo socioeconómico que por seguir el talento o vocación específicos. En muchos casos se estudia carreras con un título muy atractivo pero poco vinculadas con la realidad.

Todas aquellas universidades y carreras que ofrecen a los jóvenes obtener puestos de dirección sólo por el conocimiento que adquirirán en sus aulas o por transmitir cierto conocimiento terminarán engañando a sus egresados y generando en algunos de ellos, un sentimiento de frustración grande al no cumplirse sus expectativas cuando terminan sus estudios. De la misma forma, aquellas que ofrezcan un método para emprender con éxito o para convertir en emprendedor a una persona que no tenga las condiciones también esta mintiendo. Nadie tiene una fórmula para el éxito.

Emprender o dirigir son actividades profesionales que requieren una idoneidad en el candidato que los estudios profesionales potencializan. Nadie puede convertirse en emprendedor o en director por lo que aprenda en el aula, requiere una experiencia adecuada que realmente complemente los estudios y permita a la persona interesada adquirir paulatinamente competencias que solo la experiencia aporta. La frase de “echando a perder se aprende” es muy cierta. Será clave que frente a las aulas este gente que además de conocimiento y experiencia tenga la capacidad de inspirar a los alumnos, no cortarle las alas y no empequeñecer sus sueños.

El primer trabajo al terminar la universidad es clave, puede ser la gran oportunidad para complementarte y adquirir la experiencia que haga falta para llegar a otro nivel, o puede ser, en contraposición, el mejor camino para llenarte de una experiencia que sólo sirva para esa empresa en particular y no aprovechable en otro contexto. Todo depende de cual es el camino profesional que quieres para ti, si es el de hacer carrera directiva en una gran empresa, si quieres ser empresario o bien si quieres seguir una profesión de vida independiente como los médicos y los dentistas, es importante que selecciones el trabajo que mejor experiencia de aporte para el camino elegido.

Emprender en una idea que vaya dirigida al consumidor final (B2C), requiere fundamentalmente ponerse en los zapatos del cliente; emprender en una idea dirigida a una empresa (B2B) requiere tener conocimiento de una industria y esto si requiere experiencia previa. Los jóvenes sin experiencia laboral si tienen experiencia como clientes, así que podrían emprender sin una experiencia previa, la experiencia la pueden adquirir emprendiendo.

Será posible emprender sin experiencia, la respuesta es SI; será bueno adquirir experiencia antes de emprender, la respuesta es SI. Tal vez lo que debas responderte no es si debes o no adquirir experiencia, cada quien tiene su camino, la oportunidad llega cuando llega, pero sobre todo cuando eres capaz de descubrirla, de hacerla tuya. El camino no se elige por el resultado que esperas al final, sino porque disfrutas el camino, con la seguridad de que es lo que más disfrutas hacer; por este camino las probabilidades de ser feliz se incrementan exponencialmente y además al hacer lo que disfrutas te ayudará a poner alma y corazón en tu actividad profesional incrementando tus posibilidades de éxito.

No hay momentos ideales para emprender, los momentos ideales los haces tu pasión y esfuerzo por construir tu propio sueño.  Si no construyes tu sueño, terminarás construyendo el sueño de alguien más.  Si necesitas experiencia debes ir por ella, pero que no sea sólo una forma de controlar tus miedos. ¿Si no eres tú quién? ¿Si no es ahora cuándo?
¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag
www.innovaciondisruptiva.mx

@innovadisrup

sábado, 18 de enero de 2014

Mi selección de lecturas para 2014

Una de las grandes ventajas de mi actividad profesional es el conocer personas de la más variada condición y cultura, así como también de la más variada formación profesional y diversidad regional. Cada industria tiene sus particularidades y va influyendo en el marco de referencia que cada persona tiene para hacer su análisis de la realidad.

En la medida en la que va pasando el tiempo,  vamos construyendo un esquema mental que nos va generando rutas en nuestro cerebro para resolver problemas, modelos de pensamiento que van dejando surco y que va sistematizando nuestras acciones. En muchas empresas, el cumplimiento a políticas y procedimientos va llevando a que las personas dejen de pensar para seguir una instrucción, o bien pensar bajo ciertos límites que terminan por condicionar a las personas limitando su creatividad y espontaneidad.

Ese foco que tiene nuestra actividad profesional, puede ser un riesgo pero también es necesario, porque de otra forma sería difícil que ciertas actividades tuvieran la exactitud profundidad necesaria, no podemos saber todo de todo. Lo que si podemos hacer es no dejar de aprender, conocer de otros temas, de ampliar nuestra cultura, de enriquecer nuestro espíritu, de soñar. Ya se que no tienes tiempo, pero siempre hay tiempo para aquellas cosas que verdaderamente te interesan.

Algunos trabajos pueden ser más rutinarios y monótonos que otros, no todos tienen la oportunidad de tener una actividad profesional tan variada y dinámica, pero si todos tienen la oportunidad de dedicarle unas horas al estudio personal que permita enriquecer nuestro marco de referencia, nuestro conocimiento de la realidad, de suceder que pasa en nuestro maravilloso mundo.

Tal vez la mejor forma de aprender y de transportarnos a otros mundos sea leer; las facilidades que hoy existen para leer desde cualquier lugar son impresionantes, leer a la antigüita con un libro de papel o por un dispositivo electrónico, según tu gusto, son una oportunidad para tener trabajando las neuronas, para pensar en cosas distintas, para buscarle nuevas rutas a nuestra imaginación.

“Leer es una forma más directa de aprender, es el software a través del cual se instala el conocimiento en nuestro disco duro”

Leer te permite ampliar tus horizontes, dejar volar tu imaginación, mejorar tu ortografía, aprender a comunicarte mejor, expresar mejor tus ideas, desarrollar paulatinamente tus límites intelectuales y construir la mejor versión de ti mismo. Leer te lleva a nuevos mundos donde los marcos de referencia cambian y te permite ser ciudadano del mundo aunque no puedas viajar más allá de tu ciudad y tu país.

Estamos comenzando 2014 y sería muy útil hacerte un plan de lecturas para leer por lo menos 10 libros, una buena mezcla de libros que te puedan aportar, motivar e inspirar para llegar más lejos, quiero compartirte mi lista, tal vez alguno de pudiera interesar:

     1)   The innovators DNA, Clayton Christensen
     2)   Innovación 2.0 en la empresa, Marta Domínguez
     3)   El Talking Manager, Álvaro González Alorda
     4)   Los secretos de los genios de la creatividad, Michael Mikalko
     5)   A Guide to Open Innovation and Crowdsoursing, Paul Sloane
     6)   Sticky Widson: How to Start a Creative Revolution at Work, Dave Allan
     7)   Álvaro del Portillo, Javier Medina Bayo
     8)   Padres fuertes hijas felices, Meg Meeker
     9)   Padres fuertes hijos felices, Meg Meeker
     10)  Las intermitencias de la muerte, José Saramago

No se si llegaré a mi meta de leer estos 10 libros, esa es mi intención, pero si en el camino del año debo sacar alguno e incorporar otro, o bien restar o sumar alguno o algunos, no pasa nada, lo importante será siempre tener un libro en la mano.

Además no perderme los artículos de Enrique Krauze, Luis Rubio y Gabriel Zaid en Reforma, los blogs de Javier Megias, Marta Dominguez, Xavier Marcet y Xavi Sánchez de forma periódica y alguna otra cosa valiosa que llegue a mis manos. 

Leer te permite dejar de ser espectador viendo imágenes y convertirte en un protagonista construyendo escenarios en nuestra mente que posteriormente modifiquen nuestra realidad, imaginando el futuro para después construirlo.

No dejes de leer, no dejes de imaginar, no dejes de soñar, ¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup




sábado, 11 de enero de 2014

¡El juicio final será en inglés!


Cada vez me convenzo más del poder de comunicación que tiene la lengua de Shakespeare. Para mucha gente si esta escrito en inglés se ve mejor, luce más inteligente, más propio, más profesional, más “cool”.

Desde hace tiempo es mejor hacer un “benchmarking” que una comparación, definir un “target” en lugar de un segmento objetivo, hablar de “teenager” en lugar de adolescente. De la misma forma, contar con un título aún cuando sea de la Universidad de Texas en Bronsville será mejor que uno de la UNAM o del Tec de Monterrey; si es en inglés será mejor!

Los economistas mexicanos Luis Rubio y Luis de la Calle comentan en su estupendo libro “Clasemediero” (2010) como han cambiado los nombres de los mexicanos en el registro civil, antes llamarse Javier, Luis, Jesús, era de lo más común; ahora los nombres con mayor frecuencia son Brandon, Bryan, Christian, etc. Para muchos padres, poner a sus hijos nombres en inglés resulta aspiracional. Si es en inglés posiblemente se abran nuevas oportunidades para sus hijos.

En la transmisión de conocimiento funciona exactamente igual, si hay que elegir entre un conferencista uno de apellido González y otro de apellido Smith, es mejor que sea en inglés, “seguramente será mejor”. Los centros de conocimiento compran métodos de origen sajón, porque es en ese idioma donde se construye lo más actual, el conocimiento de punta. Hace pocas semanas asistí a un curso de un profesor de una universidad de Estados Unidos y experimenté esa extraña sensación de cuando compras cristales y te venden vidrios, pero si te los venden en inglés tienen más posibilidades de auto-engañarte. ¡Yo he llegado a pensar que el juicio final será en inglés!

No es mi intención negar, que desde el siglo XVIII-XIX, los países sajones, en particular Estados Unidos e Inglaterra, ¡no soy anti.imperialista yanqui!. Tal vez en algunos campos del saber Alemania y Japón lideran la generación de conocimiento y el desarrollo tecnológico, sin embargo una cosa es reconocer el liderazgo de ciertas naciones y otro el abdicar la posibilidad de construir conocimiento propio. Otras regiones, en particular Latinoamérica también tiene cosas que aportar, pero bajo otro contexto; también existe gente valiosa que tiene experiencias que comunicar, con la ventaja de que sus experiencias tienen nuestro contexto y por lo tanto son más aprovechables.

Si compartiera contigo cuales han sido mis fuentes en estos años metido en temas de innovación, son una mezcla de autores de distintas latitudes, autores como Eric Von Hippel (Democratizing Innovation, 2005), Clayton Christensen (The innovator´s dilema, 1997),  Henry Chesbroug (Open Innovation, 2003), Eric Ries (The Lean Startup, 2009) todos ellos en Estados Unidos, pero también me han marcado fuertemente verdaderos gurús como Javier Megías, Xavier Marcet, Alvaro González Alorda, Luis Huete, Rogelio de los Santos, Juan Ginebra, Virginio Gallardo, Xavi Sánchez, Eduardo Kastika, Xavi Sánchez, Jorge Zavala, Ignacio García, Martha Domínguez, Germán Castaños y muchos otros con origen latino que escriben en castellano.

En el fondo, no creo que se trate de falta de capacidad o que los sajones cuenten con una carga genética superior que los capacite para generar un conocimiento más valioso que los latinos, más bien se trata de una falta de seguridad en nosotros mismos que nos incapacita para construir conocimiento, no por una falla genética, sino por un problema de actitud, hemos dejado de confiar en nosotros mismos. Aún cuando hay personas decididas a cambiar esta realidad, falta mucho por hacer.

Cuando una sociedad abdica de construir cosas nuevas y confía más en lo que han hecho otros, se convierte en una sociedad de consumidores, una sociedad en la que es mejor poner una franquicia que construir un concepto, hacer un “cover” que construir música original, confeccionar una playera con un “diseño similar a…” que lanzar una línea propia, representar una empresa que generar una propuesta novedosa, traducir un libro que redactar uno. Pensar es fundamental, pero a fuerza de no hacerlo con frecuencia, se termina pagando a otros el esfuerzo de crear y de generar cosas nuevas.

Si no somos capaces de confiar en nosotros mismos, el futuro nos dará miedo, preferiremos esperar a que los adelantos se generen en otras latitudes para después copiarlos ya que estén probados. Es verdad que vamos tarde y que recuperar el terreno puede ser prácticamente imposible, pero sería triste no intentarlo y no llegar lo más lejos que podamos llegar. Confiar en nosotros mismos y en nuestro potencial nos abrirá la puerta a perder el miedo, a intentarlo, a liberar el potencial de talento que existe en nuestra región para aportarle al mundo lo que podamos aportar.  

No es un asunto sólo de buenas intenciones, será necesario estudiar, trabajar, y esforzarse como el que más para cubrir nuestras deficiencias y recuperar el terreno perdido. Aprender de lo que se ha hecho en otras regiones, pero no copiar y no dejar de pensar y de crear. De esta forma será posible proponer soluciones a muchos problemas que, al ser los directamente interesados e involucrados, se podrán resolver de la mejor forma, sin esperar soluciones de otras latitudes. Pensar es gratis y confiar en ti mismo también, de eso dependerán muchas cosas buenas.

Este artículo es el número 100, cien semanas consecutivas compartiendo contigo, escribiendo para ti, muchas gracias por estar ahí y por los comentarios y aportaciones que me has hecho en este tiempo, aquí seguiré. La intención ha sido provocar la reflexión en diversos temas que considero son de interés para impulsar un México innovador que deje de pensar en el pasado para pensar en el futuro, un futuro prometedor si trabajamos duro y confiamos en nuestro talento.

¿Tu que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag


@innovadisrup

sábado, 4 de enero de 2014

¿Quieres validar tu modelo de negocio? ¡NO hagas encuestas!


En la fase inicial de un modelo de negocio, lo verdaderamente importante es convertir las hipótesis en las que se ha fundamentado en certezas que permitan decidir si vas por buen camino o no. Tal vez el camino más adecuado en las etapas tempranas, no sea precisamente validar todas las hipótesis iniciales, sino más bien descartar aquellas que dan luces de no tener pies ni cabeza.

La mayor parte de nuestras hipótesis se fundamentan alrededor del cliente, el problema que queremos resolver y el producto o servicio con el que pretendemos resolverlo, y desafortunadamente tenemos a la mano el grave riesgo de enamorarnos de hipótesis que en la realidad no son ciertas, o no siempre son ciertas de la forma y en la intensidad en la que nos imaginamos. De esta forma debemos salir cuanto antes de nuestras dudas y avanzar, de otra forma podremos teorizar hasta el infinito.

“Si algo saldrá mal ojalá que sea cuanto antes, convendrá descubrirlo lo más pronto y barato posible”

Tal vez una de las herramientas más usadas para salir de nuestras dudas sean las encuestas, pero debo decir que la mayor parte de las veces “LAS ENCUESTAS NO SIRVEN” para validar hipótesis, porque es la herramienta más poderosa para llegar a conclusiones equivocadas. Esto sucede, porque en la mayor parte de los casos el hacer una buena encuesta requiere un conocimiento específico importante y la otra porque desconocemos si tenemos una muestra lo suficientemente grande para ser confiable. Tal vez en una empresa que ya tenga más conocimiento del consumidor y su mercado pueda ser una herramienta eficaz pero para una startup NO.

Ya hemos comentado anteriormente que muchos de los criterios y herramientas de decisión de una empresa constituida y con cierto grado de formalidad no son criterios adecuados para una startup, pero es un vicio que se comete con mayor facilidad que la que te imaginas.

¿Qué hacer entonces?, ¿Cómo comenzar esa “validación” si estamos en una etapa temprana en la que no queremos invertir en un prototipo y no hacer encuestas que nos mientan? En una fase inicial ya debemos tener una muy buena idea sobre los posibles clientes, sobre los problemas que enfrenta y sobre la forma en la que podemos resolverlo y para ello suele ser útil una entrevista en la que logremos información suficiente sobre el CLIENTE-PROBLEMA-SOLUCIÓN

Características:
     1)   El primer objetivo de esta herramienta es encontrar nuevos hallazgos sobre el problema en cuestión y posibles soluciones que hasta ese momento no hayamos visto con claridad, más que confirmar información, que también sirve para ello, es descubrir nuevos aspectos del tema en el que estamos involucrados.
     2)   Conviene hacerla a todos aquellos que podemos considerar como nuestros clientes objetivos, aquellos que podrían ser nuestros “early adopters”.
     3)   Se puede hacer a través de preguntas abiertas que nos lleven a conocer con mayor profundidad las motivaciones de compra de las personas y entender que es lo que hay detrás de su decisión, saber realmente las razones por las cuales compran y por las que no compran.

Una buena guía para llevar la entrevista puede ser la siguiente:


PASO 1: Plantea el porqué de la entrevista, lo que te motiva a hacerla, explica claramente que lo que quieres validar en un concepto, que en ese momento NO quieres venderle nada para que no actúen a la defensiva y se abran a darte la información.
PASO 2: Queremos validar si tiene el perfil de lo que suponemos son nuestros clientes objetivos: datos como su ocupación, sus actividades específicas, permitirán darnos cuenta si cumple o no con el target previsto.
PASO 3: Describe el problema que crees haber identificado sin entrar en detalles como para sesgar la información, pero lo suficientemente claro para que no se confunda en su opinión. Suele ser útil contar una historia para que la otra persona se sienta identificada o bien por lo contrario que no se sienta identificada y a partir de ahí de información relevante. Es necesario dedicarle un tiempo a priorizar las problemáticas si surgió más de una en el transcurso de la entrevista.
PASO 4: Ya que se identificaron y se priorizaron los problemas, será muy importante entender cómo los resuelven actualmente, qué es lo que los motiva a comprar, dónde lo hacen, en qué circunstancias lo hacen, etc, etc. Es en este punto donde conviene “sacarles toda la sopa”.
PASO 5: Tratar de comprender qué tan satisfechos están con la forma en la que resuelven hoy sus problemáticas y entender si hay algún “hueco” o si se pueden construir ventajas competitivas mejores que permitan capturar su preferencia.
PASO 5: Después de dar las gracias y dejar la puerta abierta, documentar lo más rápido posible, para que no se nos olvide lo que el entrevistado nos ha dicho.

Después de varias entrevistas, si hemos perfilado bien a las personas seleccionadas, se comenzarán a repetir algunos patrones que nos permitirán identificar cierta “recurrencia” y discriminar con mayor precisión qué es aquello que realmente le preocupa al cliente y que cosas son superfluas o son más bien accesorias.

Descubrir el verdadero perfil de nuestro cliente objetivo y comprender las razones que el cliente tendría para resolver una problemática y pagar por ello será el verdadero fruto del ejercicio. Toda esta información no se puede obtener a través de una encuesta que termina siendo fría y que no siempre da la información con los matices que se requieren en una fase temprana, cuando hay mas dudas que certezas. ¿Quieres avanzar y resolver tus dudas en tu startup? ¡NO HAGAS ENCUESTAS!

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup