Desde hace algunos años, emerge un nuevo perfil que las organizaciones necesitan para el desarrollo de proyectos. Por estas razones, surgió la función de las PMO (Project Management Office) para hacerse cargo de la gestión de proyectos de una organización. Las personas que se preparan en esa disciplina adquieren las capacidades para organizar, planear y controlar los recursos involucrados en la gestión de un proyecto para mantenerlos dentro de las limitaciones establecidas.
Los PMO realizan la gestión de proyectos con la metodología Project Management Institute (PMI). El PMI es una entidad internacional sin ánimo de lucro que fomenta las buenas prácticas para la gestión de proyectos en cualquier campo de la industria o el comercio.
De esta forma, a través de PMI las organizaciones pueden desarrollar proyectos para llevarlos a buen fin dentro de las buenas prácticas. Sin embargo, cuando estos proyectos implican un cambio sustancial con el modelo de negocio de la organización esta separación entre operación y desarrollo del proyecto se vuelve crítica porque no sólo implica una gestión del proyecto dentro de los límites establecidos, sino que requiere de una lógica diferente.
En esos casos, cuando se trata de proyectos de innovación, las oficinas de proyectos o los responsables de proyectos requieren de otro perfil, de una persona con más habilidades creativas y el conocimiento de otros métodos que permitan el descubrimiento y validación de oportunidades. En los últimos años se han desarrollado otros métodos que permiten con mayor eficacia el descubrimiento y validación de oportunidades, a través de métodos de diseño centrados en el usuario como Design Thinking, LeanStartup y algunos métodos ágiles para la construcción de nuevos productos como scrum, agile, con marcos de referencia útiles como los modelos de innovación abierta. En otra publicación ya hemos hablado de métodos y su uso
Luego entonces una oficina de proyectos requeriría básicamente dos perfiles diferentes, uno con una mayor formación en los métodos de PMI y otro con más conocimiento en procesos de diseño centrados en el usuario para que conjuntamente descubran las oportunidades, conciban y gestionen nuevos proyectos de la mejor forma posible.
Conviene que las competencias técnicas de ambos perfiles estén soportadas en algunas competencias de innovación que permitan la combinación de su talento y esas competencias son:
1. Liderazgo. Saber dar rumbo cuando sólo se tienen dudas e hipótesis sin una base firme donde apoyarse. Entre más incertidumbre mayor necesidad de liderazgo.
2. Colaboración. Complementar con las aportaciones de todos los integrantes: Conocimiento, experiencia, relaciones, etc.; con el fin de lograr un objetivo común.
3. Pensamiento Lateral. Aportar alternativas no obvias para resolver problemáticas específicas de forma creativa e incluyente.
4. Flexibilidad. Posibilidad de cambio sin dolor, poniendo la mente en estado Beta.
5. Tolerancia a la frustración. Capacidad para reponerse al fracaso sin tantos dramas
6. Comunicación Asertiva. Expresar de forma correcta ideas y emociones que facilite el entendimiento de los interlocutores, tomando en cuenta el lenguaje verbal y no verbal.
7. Capacidad de aprendizaje. Abierto al nuevo conocimiento o a reforzar lo que ya se sabe sin ponerle límites al cambio de ideas.
Esas 7 competencias también son deseables en otros perfiles de la organización, aún en aquellos que no tienen el encargo específico de desarrollo de proyectos, y eso es porque cuando los proyectos pasan a la operación, también las áreas operativas requieren estar abiertas a lo nuevo, de otra forma será muy difícil su implementación.
Estas 7 competencias han sido el resultado de analizar más de 100 proyectos de innovación en diferentes empresas, de distintos giros, tamaños, ciudades y países, así que no están pensadas sólo para un contexto de algún país sino de la región latinoamericana donde se han probado.
Estás competencias también pueden validarse a través del uso de metodologías tradicionales en las áreas de Recursos Humanos como es el caso de la prueba 16 FP (16 factores de la personalidad) o la prueba DISC, así cómo con elementos de la prueba Terman. Cada una de ellas, con los parámetros adecuados también podría definir el grado de funcionamiento en cuanto a las competencias de innovación.
¿Quisieras medir tu nivel en cada una de ellas? Te invitamos a hacer un pequeño test para medir tus competencias de innovación, ahí te darás cuenta donde están tus áreas de oportunidad con mayor precisión.
Aplica el Test de competencias de innovación
Si quisieras abundar más en tus resultados o si buscas material adicional para mejorar en aquellos temas dónde más oportunidad tienes, con gusto ponte en contacto con nosotros. De la misma forma si quieres analizar un grupo de colaboradores de tu organización con la idea de formar un equipo para el desarrollo de proyectos también podríamos ayudarte.
Aún cuando algunas personas tienen un talento especial para ciertas actividades de forma innata, la mayor parte de las personas podemos aprender lo suficiente sobre ciertas competencias para funcionar adecuadamente, de esta forma te podríamos confirmar que todos tendrían las condiciones mínimas para innovar si así se lo proponen.
Jorge Peralta
@japeraltag
@idearialab