sábado, 31 de enero de 2015

La serendipia y las nuevas ideas

La palabra serendipia proviene del inglés, serendipity, que a su vez viene del vocablo árabe Serendib o Sarandib, que es un nombre persa del país fabuloso de la historia de Simbad, Las mil y una noches.

Por tanto, la serendipia es un descubrimiento o un hallazgo que se da por accidente, por casualidad, algo inesperado y afortunado, de cosas que no se están buscando ni investigando, ni se preguntaba por ellas, y ni siquiera se tenía la intención de buscarlas y que son la solución para otro problema.

Tal ves una de las "serendipias" más famosas es aquella en la que una manzana se cayó justo encima de Newton partiendo para desarrollar la teoría de la gravedad. Pareciera que entonces serendipia esta relacionada con la suerte, con la buena fortuna, sin embargo, parece que es algo similar a lo que mencionaba Picaso en su frase célebre respecto a la inspiración:

“La inspiración existe pero te tiene que encontrar trabajando”

De la misma forma la serendipia existe pero te tiene que encontrar en actividad, buscando cosas, curioseando. Tal vez durante mucho tiempo la curiosidad se ha visto como algo negativo, como algo que te lleva a distraerte de lo importante, un instrumento que dota a la imaginación para inventar cosas que no son, y llevarnos por caminos que no debemos andar.

Según dicen los neurólogos, nuestro cerebro es atravesado por distintas descargas eléctricas que llevan nuestros pensamientos o nuestras ideas de una neurona a otra conectándolas y generando un estado de “enganche” con lo que se percibe del mundo de una forma distinta y la permite ver con unos ojos distintos que logran descubrir nuevos enfoques de la realidad o inventar cosas nuevas que resuelven problemas.

En el 2007 un neuro-científico llamado Robert Tatcher investigo sobre los estados de estabilidad del cerebro y los estado de “ruido” cuando se conectan neuronas que antes no se habían conectado. El estado de estabilidad es cuando el cerebro ejecuta un plan establecido y el estado de “ruido” es el que nuestro cerebro utiliza en los sueños o cuando se estudia una situación nueva o se debe responder a un situación en marcha.

De esta forma, cuando las neuronas están en el proceso de generar nuevas ideas o descubrir cosas nuevas se da una conexión distinta entre ellas. Así pasa con nosotros, cuando queremos descubrir nuevas realidades necesitamos exponernos a nuevo horizontes viajando, conociendo nuevas personas, estableciendo nuevas conexiones que nos permitan el proceso creativo.

El novelista contemporaneo John Barth lo describe así:

“No se llega a la serendipia trazando un plan para ello. Tienes que partir de buena fe hacia otro destino y perder la ruta en el camino por pura serendipia”

Pero la serendipia no consiste en dejar todo al azar, se trata de sucesos inesperados y afortunados que tienen sentido para ciertas personas y para otras no. Son sucesos afortunados para aquellas personas que por su formación y estructura le encuentran sentido, no para todos.

La serendipia puede ser especialmente útil en ciertos entornos, entornos donde puedan darse esas conexiones, esos entornos adecuados pueden ser nuestro cerebro, nuestro grupo de trabajo, en organizaciones más grandes y en nuestras sociedades, cualquier espacio es bueno siempre que se permita la expresión libre de las ideas.

La rutina diaria va limitando nuestra capacidad para provocar nuevas conexiones y debemos habilitar nuestro cerebro para pensar cosas distintas y no dejarlo caer en la rutina. Los viajes, la lectura, las charlas con amigos con distinto perfil, la observación de la naturaleza, la música, el arte pueden generar ese desorden mental que requieren nuestras neuronas para generar nuevas ideas, para hacer nuevas conexiones para pensar diferente.

Como menciona Steven Johnson en el estupendo libro De donde vienen las buenas ideas:

“ Detrás de las grandes ideas, hay ideas que han sido conversadas”

La innovación florece ahí donde las personas han tenido posibilidad de conversar y compartir sus ideas, ahí donde estas ideas se pueden conectar y re-combinarse con otras ideas de forma casual, ahí donde surjan esas discrepancias y similitudes que llenen esos “huecos” que faltaban para generar algo más grande.

Por eso no creo en las barreras, ni en la actitud de no querer compartir lo que tienes y lo que sabes, porque al compartir siempre terminas ganando. No me gustan los entornos cerrados, aquellos en los que se preocupan más de cuidar lo que tienen que en sumar con los demás para construir cosas más grandes. Prefiero trabajar en red compartiendo lo poco que tengo, de esta forma me aseguro de que los demás también quieran compartir conmigo.

Las buenas ideas  son aquellas que logran conectarse con otras y hacerse más grandes. La serendipia existe pero tiene que encontrar un terreno fértil de una mente que sabe compartir y que sabe aprender de las experiencias de otros.

 ¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup



sábado, 24 de enero de 2015

Como lograr conversaciones inspiradoras

Vivimos en un mundo en el que se han multiplicado las herramientas de comunicación. Cada vez podemos comunicarnos de forma más barata, instantánea, sin embargo eso nos ha llevado a incrementar su frecuencia, disminuir la profundidad de sus contenidos y en ocasiones a abusar del mensaje escrito sustituyendo las conversaciones.

Vivimos bajo una epidemia de los mensajes escritos. Las personas prefieren escribir que hablar, y eso redunda en un aislamiento que no favorece la comunicación. Se ha convertido en un buen vehículo para evitar conversaciones que pueden resultar incómodas, o bien se dedica mucho tiempo a escribir un mail para resolver un asunto que se podría arreglar en una llamada telefónica.

Estamos olvidando que hablando se entiende la gente, hemos sustituido la conversación por mensajes o correos. Si bien la tecnología acerca maravillosamente las distancias, el abuso de la misma limita nuestras capacidades de empatía con las personas.  ¿Cuántos correos basura se acumulan en nuestras bandejas de entrada y cuantos mails envenenados se usan para discutir, acusar y dañar reputaciones de las personas?

Evita correos que te hagan perder el tiempo, el envío de información intrascendente, el típico correo que se usa para dejar claro que “otro fue el que originó el problema, copiando al jefe por si acaso…” Eso no favorece la comunicación si daña las relaciones entre las personas poniendo fronteras difíciles de derribar.

Existen estupendas herramientas para comunicarnos rápidamente para recibir una información para definir un lugar de cita, para armar una agenda, pero nunca sustituirán una conversación cara a cara cuando es necesaria- ¿Cuántas conversaciones que requerían estar cara a cara las has sustituido por mensajes escritos por falta de valor?

Una buena conversación debe estar nutrida de dos elementos principales: de una argumentación sólida con un contenido valioso y también con la empatía necesaria que logre abrir las conciencias para ponerlas en sintonía de recibir el contenido. Si falta alguna de estos dos elementos, será una conversación que quedará en el olvido con una nula capacidad de transformación.

Una buena conversación que logra transmitir un contenido útil, valioso y además logra conquistar la voluntad de la persona o personas que lo escuchan, penetra en lo más profundo de la persona logrando la capacidad de generar inspiración y provocar acciones concretas en su conducta, abriendo así la posibilidad de transformar vidas.

Las conversaciones inspiradoras son tan necesarias y tan escasas, vivimos en mundo en el que abunda la información pero faltan personas capaces de inspirar a otras y lograr transformar este mundo por uno mejor. ¿No crees que debes reflexionar sobre la forma en la que te comunicas e influyes en otras personas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup



sábado, 17 de enero de 2015

Como armar un equipo exitoso


Tal vez una de los asuntos más complicados para un emprendedor o para comenzar un proceso de cambio es armar un buen equipo de trabajo. La realidad nos deja ver, más temprano que tarde, que se requiere un equipo talentoso detrás si se quiere incrementar las posibilidades de éxito. Sin embargo no existen recetas para armar un buen equipo, depende de muchos factores, como la empatía, la capacidad de trabajo, las ilusiones compartidas, el talento diferenciado, etc. El reto estará en descubrir en cada caso que es lo que se requiere, y con el paso del tiempo eso se va adecuando según los resultados y según los ajustes al rumbo de la organización.

Me suele generar mucha curiosidad, la percepción de algunas personas de que estudiar en alguna escuela de negocios te dota de todas las cualidades necesarias para liderar un equipo. Sin duda te da muchas herramientas, tanto de tipo técnico como de competencias humanas, pero la capacidad de dirigir personas se va adquiriendo con el tiempo, con las canas, con los golpes de la vida y con los errores.

Solemos dejarnos llevar por la empatía inicial, que casi siempre se da en condiciones ideales, pero que con el tiempo y con las situaciones complejas se pone a prueba, y que no siempre sale bien librada porque las personas cambian su comportamiento de acuerdo a la percepción que tienen del ambiente de la organización y a la forma en la que se adaptan a él, participan e influyen en él.

Si fuera necesario definir los elementos esenciales en un equipo de trabajo permitiría reducir el número de errores en la selección del equipo y que la búsqueda del talento tenga una guía más que le permita ahorrar tiempo y esfuerzo. En ese sentido, pensar en una primera instancia en roles y no en personas en específico podría ser lo adecuado.

Considero que son 3 talentos específicos los que se necesitan para arrancar un startup o un proyecto emprendedor dentro de una organización ya constituida:

El que tiene el conocimiento técnico (ciencia práctica o ciencia básica)
El que tiene el conocimiento del negocio y manejo de los dineros (Negocios)
El que es capaz de entender las necesidades del cliente y diseñar la propuesta (diseño)

No estoy hablando de carreras en particular sino de personas que tengan ese conocimiento y de ser posible cierta experiencia no estorba.

Algo que puede potencializar la evolución de un startup o de un proyecto emprendedor dentro de una organización es un mentor que tenga un poco más recorrido y de cicatrices porque permitiría ver las cosas con cierta perspectiva y ayudar al equipo a enfrentar las situaciones con mayor madurez, tanto los éxitos como los fracasos.

Tal vez el mayor aprendizaje que puede adquirir un joven en una fase temprana de su actividad profesional, y más un emprendedor o un innovador es que no somos los mejores cuando triunfamos, ni los peores cuando fracasamos porque la vida siempre nos dará la oportunidad de mirar hacia delante buscando nuevos retos que cumplir.

Cuando el equipo esta armado, la mayor dificultad consistirá en mantener el reto vigente, y mantener los lazos de unión entre los participantes de otra forma, los egoísmos, las pequeñas o grandes mezquindades que cada uno tiene irá minando la unidad. Para ello no hay remedio, solo el talento de un líder que sepa ir moviendo las variables y los motivadores para mantener la ilusión al día.

Mantener la ilusión al día implica un esfuerzo grande para alinear visiones aún a pensar de los momentos de vida personales de cada uno y de sus intereses particulares. El reto esta en tratar de amalgamar todo en el entendido de que se gana más en equipo que estando sólo.

Armar un equipo talentoso puede ser la diferencia entre triunfar ahora o dejar el triunfo para mañana. ¿Tu que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup