sábado, 31 de mayo de 2014

Retos del emprendimiento en Latinoamérica

Desde hace varios años he venido escuchando sobre las grandes ventajas que ofrece Silicon Valley para emprendedores con una idea de alto impacto. En mis visitas a ese lugar no he dejado de maravillarme de ese ambiente donde aún lo más difícil parece accesible, donde no hay imposibles y donde la tecnología va rompiendo límite tras límite.

La visión global que ofrece Silicon Valley permite pensar en grande, pensar en que los límites del mercado son el mundo; convivir con personas de otras partes del mundo que han llegado a ese lugar a triunfar irradia un ambiente donde cualquiera es capaz de transformarse. La gran cantidad de inmigrantes chinos, hindús y de cualquier lugar del mundo da un paisaje tan cosmopolita que influye positivamente.

Los fondos de capital emprendedor, la tecnología generada en las universidades, el ambiente que impulsa la actividad emprendedora son un activo sin igual. Se han hecho muchos intentos de copiar, de transferir de conectar y de cualquier otra forma de aprovechar las ventajas de ese lugar.

El estudio realizado por Kantis (2014) el ICSEd-Prodem (índice de condiciones sistémicas para el Emprendimiento dinámico) permite dar un vistazo a la situación general de los ecosistemas emprendedores latinoamericanos desde una perspectiva regional y global. Aún cuando los esfuerzos han sido muchos y exitosos, cuando la comparación se hace bajo un contexto global falta mucho por hacer.

El verdadero interés por fomentar el emprendimiento dinámico (emprendimiento de alto impacto se le conoce más en México) es provocar el desarrollo en regiones particulares, salir de la visión lineal de algunas personas que quieren acomodar todo bajo el paradigma de lo que sucede en EEUU, sin plantear alguna visión alterna. La experiencia deja ver que cuando se quiere hacer un copypaste de lo que sucede en otras regiones los resultados no son los mejores.

El comparativo que hace el ICSEd-Prodem permite ubicar visualmente la realidad:
Comparativo de factores que influyen en la actividad emprendedora entre México y un benchmark de Latinoamérica y un benchmark global



Los temas donde Latinoamérica y en particular México están por debajo globalmente y regionalmente y representan una gran área de oportunidad son:

     1)   La construcción de Capital Humano Emprendedor
     2)   La plataforma de ciencia y tecnología para la innovación.

Justamente estos dos factores son los que más influyen para que en América Latina el desarrollo emprendedor se este impulsando más en negocios tradicionales que en emprendimientos dinámicos. Desafortunadamente, esos deseos de emprender no siempre están orientados a emprendimientos que tengan un potencial de crecimiento relevante y terminen por convertirse en un auto empleo.

Si falta un músculo emprendedor con visión de pensar en grande y la incorporación de ciencia y tecnología para la innovación, los emprendimientos no lograrán, en su mayoría impactar de forma significativa la generación de riqueza.

Desde los gobiernos y desde las instituciones académicas se ha hecho una gran labor por penetrar la cultura emprendedora, pero mientras no se logra un resultado sobresaliente no aparecerán esos casos de éxito que sirvan como modelos a seguir por los demás. Se requiere un articulados que pueda alinear los esfuerzos y no sean luchas aisladas.

La labor pendiente requiere tiempo dedicación, no hay caminos cortos. La preparación de mentores y profesores de universidades para que verdaderamente sean un apoyo real para los nuevos emprendedores no es un asunto menor, así como también la incorporación de talento científico para que los nuevos emprendimientos tengan innovación incluida que les permita construir ventajas competitivas sostenibles.

Si no se nutre este crecimiento de la cultura emprendedora con emprendedores con visión y proyectos con un ADN capaces de crecer, no pasará de ser una moda, de ser un buen discurso para los políticos o un buen slogan desde el cual se pueda hacer un buen marketing. Se requiere algo más que la fundación de instituciones, edificios, programas, planes, el desarrollo del emprendimiento requiere emprendedores desde otras trincheras que logren armonizar y conjuntar los esfuerzos.

Una de las grandes ventajas de Latinoamérica es su crecimiento poblacional que favorece el crecimiento de mercados internos y clases medias cada vez más sofisticadas que requieren productos innovadores. Eso representa una gran oportunidad para los próximos años que no se puede desperdiciar. Si no se aprovecha desarrollando startups locales lo aprovecharán otros, seguramente muchos desde Silicon Valley.

En que puntos concretos se puede avanzar:

  • Impulsar la formación de mentores y profesores que estén a la altura del reto, con ganas de reinventarse aprendiendo lo que en su tiempo funcionaba de otra forma. En muchos casos sus experiencias ya no serán útiles para un mundo distinto.
  • Que los profesores dejen de hacer turismo académico y se propongan sistematizar sus experiencias, o bien participando en experiencias como un actor y más y aprender de ello. No se aprende sobre emprendimiento en los libros, hay que hacerlo en la acción.
  • Impulsar la visión de pensar en grande, de resolver problemas relevantes de generar algo que pueda cambiar mi comunidad, o un sector de la economía.
  • Impulsar la multidisciplinariedad en las universidades, en la investigación y también en el emprendimiento, de otra forma será difícil que los jóvenes con perfil emprendedor incorporen ciencia, tecnología e innovación a sus modelos de negocio.
  • Dejar a un lado los protagonismos para verdaderamente trabajar en equipo con el objetivo de construir una cultura emprendedora que penetre nuestra idiosincrasia.
  • Estar convencidos de que falta mucho por hacer pero también se ha hecho mucho.
  • Documentar todos los aprendizajes generados para no caer en la tentación de copiar lo que sucede en otros lugares pero que requiere su adaptación y su experiencia propia.


Haciendo la tarea, Silicon Valley será un gran ejemplo a seguir, pero se comenzaran a construir otros lugares de éxito con sus características particulares. En esos casos jugar de local puede ser una ventaja, 

¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

www.innovaciondisruptiva.mx
@innovadisrup

sábado, 24 de mayo de 2014

RANKING DE ECOSISTEMAS EMPRENDEDORES EN LATINOAMERICA

Durante mucho tiempo, Silicon Valley ha sido el ecosistema emprendedor de referencia. Google, Facebook, twitter y demás empresas tecnológicas se nos han puesto como los modelos a seguir.

En los últimos años, las condiciones para que en Latinoamérica se generen emprendimientos dinámicos como los que suelen darse en Silicon Valley han cambiado. La ola “emprendedora” global también nos ha llegado, sin embargo pocas veces se ha estudiado con profundidad cuáles son esas condiciones existentes en nuestra región que favorecen la actividad emprendedora y cuáles son aquellas en las que todavía nos encontramos lejos y debemos mejorar si queremos que nuestros ecosistemas emprendedores latinoamericanos incuben emprendimientos dinámicos.

Nuestra sociedad es distinta en muchos aspectos de la sociedad nortemericana y de otros países desarrollados. Aún dentro de Latinoamérica cada país, y dentro de cada país, existen condiciones particulares que los hace lugares únicos. Por estar razón será conveniente plantear esquemas particulares para formar los ecosistemas emprendedores locales. Pensando en global, buscando todas las formas posibles de interacción y de construcción de valor, pero con una ejecución local aprovechando el talento propio.


¿Qué se entiende por emprendimiento dinámico?

“Un emprendimiento dinámico, es aquel cuyo crecimiento le permite abandonar en pocos años el mundo de la microempresa para transformarse en una pyme competitiva con potencial y proyección de seguir creciendo”[1].

Este emprendimiento dinámico se caracteriza por su potencial de crecimiento ocasionado por sus propuestas de valor innovadoras y diferenciadoras, liderados por equipos de emprendedores con vocaciones y capacidades empresariales y son los que generan empleos de calidad y en última instancia se convierten en generadores de desarrollo para sus regiones[2].

Estos emprendimientos se diferencian de aquellos que se generan como consecuencia de la falta de alternativas de empleo dando lugar a esquemas de autoempleo o a microempresas de subsistencia.

Esta diferencia, tiene que ver, entre otras cosas con las motivaciones que tienen las personas para emprender, si lo hacen por la visión de aprovechar oportunidades o si lo hacen porque no tienen otra opción laboral.

Hugo Kantis, la referencia latinoamericana sobre este tema, presentó el día de ayer en Santo Domingo, República Dominicana, en el marco del #4ST[3] el primer estudio comparativo entre los ecosistemas emprendedores de Latinoamérica. Apenas en 2012 fue publicado el Startup Ecosystem Report[4] donde sólo aparecían dos ecosistemas emprendedores de la región: Santiago en Chile y Sao Paolo en Brasil.

Este nuevo estudio ha sido denominado Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico (ICSEd-Prodem)[5] el cual propone un enfoque basado en 10 dimensiones clave que inciden sobre la cantidad y calidad de las nuevas empresas que se crean.

La creación de una nueva empresa es el resultado de un proceso que se ve influenciado por diversos factores sociales, culturales y económicos, lo cuál lo convierte en un proceso de naturaleza sistémica.

Las 10 dimensiones propuestas por Kantis es el ICDEd-Prodem son las siguientes:

Cuatro correspondientes al desarrollo del Capital Humano Emprendedor(1) así como factores que generan influencia como son la cultura emprendedora(2), las condiciones sociales(3) de las familias donde los emprendedores nacen y se forman y el funcionamiento del Sistema educativo(4).

Tres que influyen en el impacto que serán capaces de generar en las propuestas de valor y un espacio de oportunidades como pueden ser: las condiciones de la demanda(5), la estructura empresarial(6) y la plataforma de ciencia y tecnología para la innovación(7).

Por último, convertir los proyectos empresas y su posterior crecimiento dependen, no sólo del emprendedor y las oportunidades aprovechadas sino también de un entorno que lo favorezca como lo son: el financiamiento(8), la existencia de un capital social(9) y un contexto adecuado de Políticas y regulaciones(10).

El alineamiento de estos factores y las condiciones sistémicas para el emprendimiento están directamente relacionados con la calidad de las nuevas empresas generadas. De la misma forma las condiciones sistémicas para el emprendimiento también están relacionadas con el grado de desarrollo de los países. Por esta razón, las nuevas empresas con mayores elementos para convertirse en emprendimientos dinámicos se encuentran en países desarrollados.

La formación de los ecosistemas emprendedores en Latinoamérica se encuentra en distintas etapas. Cada país va presentando algunas fortalezas pero seguimos adoleciendo de un enfoque verdaderamente sistémico. Todavía no somos capaces de alinear todos los factores, sin embargo son evidentes los avances que son muchos. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, en una comparación contra otros ecosistemas emprendedores de países desarrollados, somos de media tabla, falta mucho por hacer.
El Ranking Regional que plantea el ICSEd-Prodem es el siguiente:

Ranking América Latina
País
Valor ICSEd-Prodem
Posición en el Ranking Global
1
Chile
40.62
26
2
México
34.98
31
3
Brasil
34.94
32
4
Costa Rica
34.86
33
5
Argentina
34.03
36
6
Uruguay
33.18
37
7
Colombia
32.36
38
8
Perú
29.12
43
9
Panamá
28.16
44
10
Ecuador
27.57
45


En el Ranking Global todavía estamos lejos

Ranking
País
Valor ICSEd-Prodem
1
Estados Unidos
66.89
2
Finlandia
66.20
3
Singapur
65.70
4
Canadá
62.84
5
Suecia
61.89
6
Países Bajos
61.02
7
Alemania
60.28
8
Reino Unido
59.65
9
Suiza
59.07
10
Austria
56.59

Si bien hace un análisis que contemple la diversidad de un país puede ser hasta cierto punto engañoso, porque los promedios pueden dar una percepción equivocada de la realidad, es interesante comparar la posición relativa de los países latinoamericanos para favorecer la actividad emprendedora.

Durante estos años he sostenido que los ecosistemas emprendedores son locales, que no se puede hablar de un ecosistema nacional y mucho menos de uno regional porque cada ecosistema obedece a una realidad y actores locales. El hablar de un ranking nacional puede ser útil con fines de política pública pero no para un análisis profundo de las acciones concretas en cada lugar, sin embargo es una oportunidad para compararse con otras regiones y valorar avances.

Si revisamos la posición para cada uno de los 10 factores del ICSEd-Prodem, se podría construir la siguiente tabla si queremos ubicar a México en el contexto de Latinoamérica y Global:

Factor/Dimensión
Valor México ICSEd-Prodem
Benchmark América Latina/país
Posición Ranking
América Latina
Posición Ranking Global
Capital Humano Emprendedor
19
40 Colombia
12
48
Cultura
27
66 Brasil
14
48
Sistema Educativo
38
49 Argentina
6
38
Condiciones Sociales
41
44 Argentina
3
35
Condiciones de la demanda
62
63 Chile
3
10
Estructura Empresarial
38
41 Costa Rica
2
29
Plataforma CTI
18
29 Brasil
4
41
Capital Social
44
50 Argentina
3
32
Financiamiento
30
48 Panamá
7
36
Políticas y Regulaciones
62
72 Chile
3
20


Dentro de todos estos factores destaca por ser el indicador con la calificación más deficiente la Cultura (lugar 14 en Latinoamérica y 48 a nivel global). La imagen de un empresario rentista, explotador de la clase trabajadora ha sido un prototipo difícil de cambiar. Sociedades donde es más atractivo ser futbolista, funcionario o narcotraficante porque son esas ocupaciones las que mejor nivel de vida ofrecen influye de forma determinante en la elección profesional de muchos jóvenes.

En países como México el crecimiento de la clase media va formando una tierra fértil para el surgimiento de nuevos emprendedores y cuando una sociedad valora la aportación de los empresarios es más atrayente para los jóvenes tomar ese camino profesional, más aún si este tiene posibilidades de generar un nivel económico y social atractivo.

La cultura es tal vez el ingrediente más sistémico de los 10 que plantea la herramienta de Kantis, porque todo influye en la cultura de un lugar, desde la familia, el barrio en el que te desarrollas, el rol de las instituciones de gobierno y de la sociedad civil, los medios de comunicación, las iglesias, etc. Es tal vez el ingrediente que más tarda en construirse y que más esta ligado a factores políticos, pero también aquel donde la sociedad en su conjunto puede incluir de mejor forma.

Se ha hecho mucho, pero falta mucho por hacer. Ser el 2o país con las mejores condiciones para el emprendimiento dinámico en América Latina pero el 31 a nivel global no es un asunto menor. La participación de todos los actores de nuestro ecosistema ha sido crucial para llegar hasta este momento, las áreas de oportunidad son evidentes, será tiempo de seguir trabajando.  Seguramente tú estarás pensando en aquellos ambientes en los que puedes y debes influir.

¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup




[1] Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico. Una herramienta para la acción en América Latina. Hugo Kantis 2014. Prodem
[2] Acs, Z & Mueller (2008), “Employment effects of business dinamics: Mice, Gazzelles and Elephants” Small Business Economics.
[3] #4ST hashtag utilizado para el acrónimo del 4º seminario-taller para profesionales del ecosistema emprendedor de América  Latina llevado a cabo del 18 al 23 de mayo del 2014 en Santo Domingo, República Dominicana.
[4] The Startup Ecosystem Report. Startup Genome 2012
[5] Índice de Condiciones Sistémicas para el Emprendimiento Dinámico . Una herramienta para la acción en América Latina. Hugo Kantis 2014 Prodem