domingo, 27 de enero de 2019

7 labores clave para un CIO o Director de Innovación

Vivimos una etapa de mucha incertidumbre por temas políticos, sin embargo las empresas deben plantearse esquemas para crecer. Si la única alternativa para el crecimiento es seguir la inercia lo más probable es que su crecimiento sea marginal. Si el país no crece más allá de 2% y la población no crece más de 2% un crecimiento inercial típico, tomando en cuenta la inflación será de alrededor de 7%. Luego entonces, una empresa que crece al 7% apenas estará en condiciones de mantenerse.

Para crecer aceleradamente la dirección de cualquier organización debe plantearse algunos proyectos más allá de la inercia, pero eso significa ir más allá de la administración del modelo actual. Esa ambidiestralidad (operación y descubrimiento de oportunidades) es indispensable para lograr crecimientos más allá de la inercia.

En teoría es el CEO el que debe proponer esa mentalidad ambidiestra, pero no siempre existe ese nivel de manejo de incertidumbre y en ocasiones tampoco se cuentan con las herramientas ni el equipo humano para lograrlo. Hasta hace poco tiempo, concentrarse en la eficiencia operativa era el encargo principal del CEO; pero hoy, por más que se cuide la eficiencia operativa sino se proponen nuevas alternativas para el crecimiento, la eficiencia operativa no es suficiente.

La ambidiestralidad es indispensable para el CEO y sino es posible por la dimensión de la empresa o por el dinamismo que requiere la organización, se requiere proponer desde la estructura que permita lograr ese foco compartido entre la eficiencia operativa y el descubrimiento de oportunidades. Una alternativa es que el CEO tenga dos segundos de abordo, uno enfocado en la eficiencia, algo así como un Director Operativo y un Director de Innovación, o bien que el CEO se encargue de la operación y tenga un CIO (Chief Innovation Officer)

¿Cuáles serían las funciones necesarias en ese CIO o en un Director de Innovación?

1. Mantener actualizada y clarificada la estrategia de innovación de la empresa. Hacia donde crecer, a que ritmo, en qué temas, con que límites, etc.
2. Impulsar la cultura de innovación de la organización. Abiertos al cambio, dispuestos a colaborar, tolerantes a la incertidumbre, etc.
3. Generación sistemática de investigaciones que den lugar a nuevos retos que satisfacer proponiendo una constante de generación de nuevas ideas que se conviertan en el catalizador del crecimiento.
4. Proponer y dirigir el desarrollo de proyectos de innovación
5. Medir el desempeño de los proyectos, proponiendo métricas de gestión de proyectos.
6. Buscar y proponer alianzas con otros actores del ecosistema de innovación local
7. Estar al tanto de todos los adelantos de su industria, con la mirada y la mente puesta en el futuro, así como los pies bien firmes en el presente.

Cada organización y cada CEO debe valorar si la gestión de la empresa y sus capacidades dan para que ambas funciones clave (Eficiencia operativa y crecimiento no inercial) dependan de una estructura bajo su reporte o si conviene montar una estructura paralela con un CIO, cualquiera de las dos alternativas podrán ser válidas, lo más importante es que ambos temas formen parte de la estrategia.

Jorge Peralta
@japeraltag

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domingo, 20 de enero de 2019

¿Para 2019 lograrás adquirir el hábito de lectura?

Nos encontramos a poco más de la mitad del primer mes del año. Si tomamos en cuenta que la primera semana del año todavía no se reanuda la actividad por completo, llevamos dos semanas de actividades de este mes de enero y en dos semanas más estaremos terminando el mes. Habrá sido tiempo suficiente para que tengas elaborado tu plan de estudio para el año, o bien un plan de lecturas que te permita aprender temas nuevos que te permitan mejorar tu actividad profesional.

Adquirir el hábito de lectura es algo que siempre aporta a tu crecimiento profesional, ya sea para enriquecer tu actividad actual o bien para sembrar el germen de una futuro reinvención, adquiriendo nuevas competencias que amplíen tu perspectiva profesional. Más allá de tu actividad profesional, la lectura puede ofrecerte grandes posibilidades para un ocio constructivo, ampliar vocabulario o cultura general.

¿Cuántos libros leer?

No existe un número determinado, algunas personas hablan de 12 libros, uno por mes, pero obviamente depende de la extensión de cada uno y del tiempo que dispongas para esta actividad. El hacerte una lista tampoco obliga pero te permite no perder tiempo entre que terminas uno y terminas otro, tampoco te obliga a que sea una lista cerrada sino que puedes cambiar de opinión e incorporar otros que vayas descubriendo o que te recomienden a lo largo del año.

Una buena guía es armarse una lista de 12 libros, entre los cuáles al menos la mitad que sean referentes a tu profesión para estar en la vanguardia del conocimiento en tu actividad. La otra mitad puede estar dividida entre algunos de cultura general, literatura o temas de interés que te permitan tender puentes con las fronteras de tu actividad y ampliar horizontes.

Quise compartirte la lista de algunas de mis lecturas del año pasado, esas que te podría recomendar ampliamente y también mi nueva lista, la que me acompañará a lo largo de 2019.

Los libros que leí en 2018 y que te recomiendo ampliamente:
  • Los Originales, Adam Grant
  • Creatividad SA, Edwin Catmul
  • El japonés que estrelló el tren para ganar tiempo, Gabriel Ginebra
  • La disciplina de emprender, Bill Aulet
  • Los innovadores, Walter Isaacson
  • El camino hacia LeanStartup, Eric Ries

Mi lista para 2019:
  1. Las Diez Caras de la Innovación, Tom Kelley
  2. La mentalidad de Fundador, Chris Zook
  3. Proyectos ágiles con Scrum Flexibilidad, aprendizaje, innovación y colaboración en contextos complejos, Martín Alaimo
  4. Esquivar la mediocridad, Xavier Marcet
  5. Organizaciones Exponenciales, Salim Ismail
  6. La Paradoja de la Innovación, Tony Dávila
  7. IKIGAI, Los secretos de Japón para una vida larga y feliz, García y Miralles 
  8. Ensayo sobre la Cegera, José Saramago

Como puedes ver apenas he decidido 8, me podrías sugerir algunos más?

Jorge Peralta
@japeraltag

@idearialab

domingo, 13 de enero de 2019

Los liderazgos no siempre coinciden con el organigrama

Dirigir personas es un arte y aún cuando se ha escrito toneladas sobre este tema, más que irnos por las recomendaciones del deber ser quisiera reflexionar contigo sobre la necesidad que tenemos todos de influir positivamente a otros.

También existe la confusión de que las personas que tienen el encargo de hacer cabeza en equipos de trabajo son líderes, pero no siempre sucede así. Los jefes, desafortunadamente no siempre son los líderes de la organización, y existen líderes en todos los niveles jerárquicos. Por esa razón en ocasiones los liderazgos reales no tienen nada que ver con el organigrama.

Sin embargo, una apreciación que genera amplio consenso es la necesidad de un liderazgo en la organización del siglo XXI que se mueve en ambientes de tanta incertidumbre a una gran velocidad. Estas organizaciones requieren de un liderazgo que sea capaz de transformar a otros inspirando para que ellos mismos promuevan su propia transformación.

Hoy estamos seguros de que no pueden existir organizaciones innovadoras sin personas innovadoras, y no habrá innovación sino existe un liderazgo capaz de transformar, sin capaz de inspirar. Nada más dañino para la organización que una jerarquía que no inspire, cabezas que están pensando mas en cuidar el status quo y en controlar sus miedos que en servir a sus clientes y generar valor. Esos jefes son más bien continuadores de las inercias que promotores del cambio y del crecimiento.

Más obligación tienen de influir positivamente los que por vocación profesional o por circunstancias de la vida nos toca hacer cabeza en las organizaciones, porque el peso específico que tenemos es mayor y somos el referente de otros. Por esta razón, un liderazgo que no tiene entusiasmo terminará por no inspirar, por dejarnos fríos y más que un proceso racional, la inspiración debe llegar al corazón.

La capacidad de liderazgo va directamente relacionada con la capacidad de influir, de transformar positivamente, de mover a la acción, de ilusionar para transformar la realidad. Esa capacidad de influir es la que lleva a las personas a ponerse metas y a intentar cumplirlas con el esfuerzo continuado, el mismo que desemboca en la adquisición de hábitos y que culmina en hacernos mejor personas.

El trabajo tiene la capacidad de hacernos mejores, de provocar cambios en nosotros mismos, nos lleva a desarrollar nuevas competencias, nuevas habilidades y en última instancia en avanzar en la mejora personal.

Un líder que transforma tiene tres tareas básicas:
  1. Definir la estrategia, proponer sus ajustes y asegurarse de su cumplimiento
  2. Desarrollar a las personas de su equipo
  3. Vigilar la eficacia de la operación

La estrategia no se limita a realizar un ejercicio de planeación estratégica anualmente, se trata de revisar periódicamente que las metas se vayan cumpliendo y obliga a mantener la mirada en el cliente para pivotear cada que sea necesario

Desarrollar a las personas permitirá justamente influir positivamente en ellas, no sólo para facilitar el cumplimiento de las metas de la organización sino para ayudarlos a ser mejores personas, si se busca con sinceridad que todos en la vayan mejorando en todos los aspectos de su vida se logrará una comunidad de trabajo en la que la colaboración y la confianza serán pilares de la convivencia.

Vigilar la operación siempre será un tema necesario, las metas deben cumplirse de forma eficaz, pero no son por mucho el único fin y tal vez no siempre el más importante. Muchos directivos suelen concentrarse en este aspecto privilegiándolo sobre los otros dos, logrando como resultado organizaciones lentas en las que no se desarrollan ampliamente las capacidades de las personas.

Para ser estratégico es necesario tomar distancia de la operación, de otra forma se dejarán las decisiones a gestores venidos a más con resultados mediocres y no a líderes inspiradores que podrán transformar a las organizaciones.

Jorge Peralta
@japeraltag

@idearialab

domingo, 6 de enero de 2019

Tu plan de 2019 requiere audacia, flexibilidad, constancia y algo mas...

La principal fuente de éxito o fracaso en una organización esta dentro de ella misma, de la forma en la que ha diseñado su propuesta de valor, de la astucia con la que ha seleccionado a sus clientes objetivo, de la flexibilidad con la que es capaz de adaptarse o proponer ajustes a sus propuestas más rápido de lo que lo hacen otros.

SI bien el contexto interno siempre debe tomarse en cuenta y observarse con detenimiento para aprovechar o bien resistir lo que nos afecta de él, las respuestas, las propuestas, las medidas correctivas, las iniciativas para aprovechar oportunidades siempre vienen de dentro.

En un esquema de libre mercado donde gana el más audaz, de nada sirven las quejas, las recriminaciones a los que gobiernan, en resumen, de nada sirve buscar culpables, las soluciones siempre vienen de dentro.

Si hemos sido lo suficientemente exitosos en el pasado debemos prevenirnos contra la soberbia de pensar que todo se mantendrá igual, que podemos vivir de las rentas o de nuestro buen nombre. Debo prevenirte contra el inmovilismo y la falacia de que ya somos lo suficientemente buenos y famosos como para resistir los cambios. No, el mundo cambia más rápido de lo que somos capaces de percibir, y sino vamos por delante, no podremos ir delineando los cambios y nos convertiremos en unos espectadores más.

Cuida de mantenerte con la esencia a flor de piel, sin llenarte de personas, activos y reglas que no aporten valor, porque lo que no crea valor crea burocracia, lo que no te hace crecer te engorda. Para eso debes tener en la mente al cliente de forma constante, nos debemos a él, a resolverle de mejor forma sus problemas, a compartir de mejor forma sus retos; sino lo haces tu, siempre habrá quien quiera estar en tu lugar.

Cuando preparamos nuestras metas de 2019 debemos aprender a quitarnos los pretextos, a no culpar a la ineficiencia del gobierno de turno sino a plantear como vamos a jugar con las variables que tenemos enfrente. Si la realidad es más compleja que lo que quisiéramos veamos en ello la posibilidad de poder replantearlo todo, porque aún ahí habrá oportunidades, y sino es en nuestro sector pues a buscar otros, y sino no se puede en nuestro mercado pues buscar otros, y sino se puede con nuestro equipo, pues a armar otro. Si no pensamos con audacia, las circunstancias nos van a sepultar.

Por otro lado, los planes armados requerirán de al menos dos condiciones más; la primera de ellas es la flexibilidad para estar dispuestos a hacerle los ajustes necesarios en cualquier momento, aunque le movamos sus planes a muchos que quisieran tener todo programado para entrar en el carril de la comodidad. La segunda es la constancia, no podemos esperar resultados inmediatos y menos en las metas de gran calado; cualquier meta ambiciosa que valga la pena requerirá esfuerzo y si no lo requiere es momento de desconfiar de ella, para el éxito no hay atajos.

Así que si ya han realizado o van a realizar su ejercicio de planeación 2019 (las organizaciones sensatas y las personas sensatas lo hacen) debes tener claro que necesitas, audacia, flexibilidad, constancia y casi siempre el carácter suficiente para no dejarte llevar por las inercias y la comodidad que acaba por derrumbar hasta las organizaciones más exitosas que prefieren vivir de las glorias pasadas y no mantenerse alertas para los cambios de nuestro tiempo

Jorge Peralta
@japeraltag

@idearialab

martes, 1 de enero de 2019

¿Quieres innovar? 5 recomendaciones para adquirir habilidades creativas

Repasando uno de mis libros de cabecera: el ADN-del-innovador de Jeff Dyer, Hal Gregersen y Clayton Christensen me sirvió para clarificar nuevamente las habilidades que necesitamos desarrollar para estar en condiciones de provocar una innovación en nuestras personas o en nuestras organizaciones.

En otros artículos hemos comentado como la innovación esta más relacionada con el descubrimiento que con la ejecución y que eso requiere un “mood” diferente, no el centrado en la eficiencia sino otro que va a descubrir oportunidades donde los demás sólo ven problemas. Luego entonces fomentar habilidades que nos permitan desarrollar nuestras capacidades para descubrir facilitarán que podamos innovar.

Los autores señalan 5 habilidades para descubrimiento:
  • Habilidad de asociación. Consiste en conectar realidades diferentes, mirar bajo un prisma diferente una problemática; reflexionar sobre la forma en que resuelven en una industria o sector diferente que el nuestro una problemática que queremos resolver y que esa mira hacia afuera nos permite ver nuevas formas, nuevas aristas que nos permitan mirar diferente a como lo hemos hecho siempre. 
  • Habilidad de hacer preguntas. Hacerse preguntas que nos lleven más allá de lo evidente permitirá descubrir más sobre las causas de lo que sucede, entender la raíz de los problemas, haciendo preguntas que provocan la reflexión. Nos lleva a no dar las cosas por hechas sino a preguntarse en porqué de las mismas, sus causas, sus efectos, sus actores. Hacerse buenas preguntas resulta muchas veces más importante que plantearse las respuestas, cuestionado el status quo.
  • Habilidades de observación. Tratar de entender el comportamiento más allá de lo evidente, de lo que es obvio, entender las causas del comportamiento de las personas o de quienes son los que participan más intensamente en un problema o en su posible solución. Cuando se logran hacer conexiones de hechos aparentemente sin relación es cuando se hacen descubrimientos que llevan a descubrir más sobre problemas específicos
  • Habilidades para crear redes. Conectar con personas de especialidades o fuera de nuestra influencia o en otros territorios permite ver las realidad con diferentes perspectivas,  construyendo nuevos puntes de trasnferencia de conocimiento.
  • Habilidades para experimentar. Esta habilidad sirve para aprovechar lo que generan las otras cuatro habilidades comentadas anteriormente y ponerse en los límites de lo posible mirando hacia el futuro. Algunas formas para experimentar es la de explorar sobre realidades existentes y la otra de la crear prototipos que nos permitan probar personalmente o con otros usuarios sobre la validez de un concepto o sobre la funcionalidad de una propuesta. La experimentación es la mejor forma de aprender, nada hay como una prueba real.

Estas cinco habilidades deben ir de la mano con la convicción de probar, de correr ciertos riesgos de fallar de adelantarnos a los hechos aún sin la seguridad de que obtendremos algún resultado, así como también del deseo de ir más allá de lo existente desafiando la realidad.

Adquirir esas cinco habilidades sin duda sería algo muy deseable, pero ¿Cómo adquirirlas o como siquiera comenzar para obtenerlas? Te recomendaría 5 acciones muy concretas, comenzando por las más sencillas:
  1. Comenzar por observar con detalle la realidad y descubrir algunos problemas relevantes. Tomar nota de ellas para profunzar paulatinamente con nuestros hallazgos, tratando de analizar posteriormente aquellas cosas que más llamen nuestra atención.
  2. Tratar de preguntar a otros sobre sus impresiones sobre nuestros descubrimientos que nos permitan validar su relevancia y tratando de profunizar en el problema no en las posibles soluciones.
  3. Investigar sobre cómo lo resuelven en otras organizaciones dentro y fuera de nuestro sector, seguramente ahí habrá nuevos aprendizajes.
  4. A partir de la profundización sobre el problema y lo aprendido de las validaciones tratar de ir más allá de lo evidente y de las soluciones existentes, preguntarnos si existirán algunas alternativas que lo resuelvan mejor o de una forma diferente.
  5. Proponer nuevas alternativas, socializarlas, intentar probarlas, y no hay mejor forma de probar un concepto que a través de la experimentación.

Perder el miedo a explorar, perder el miedo a fracasar, perder el miedo al que dirán, perder el miedo a no avanzar de forma relevante, el proceso en si mismos es una fuente constante de aprendizaje.

La innovación esta hecha para los inconformes, para los que quieren cambiar la realidad, para lo que quieren probar nuevas rutas, nuevos caminos con la intención de llegar más lejos. Es la única forma en la que el mundo avanza, cuestionando, retando, explorando nuevas formas, nuevos caminos, es parte de la vida del hombre.

Meterte por esta ruta es la mejor forma de hacer crecer tu mente, de mantenerla con retos a la altura de tu talento, es la única forma de desarrollar tu talento más allá de lo ordinario, sólo así se llega lejos y aunque los resultados nunca estan asegurados es el único camino de crecer, de otra forma, la mente se acostumbra a ir por caminos conocidos y tarde que temprano entra en zona de confort comenzando su declive, porque la mente que no avanza y se desarrolla termina por retroceder.

¡Te deseo un feliz 2019 y que tus buenas intenciones de cambiar y avanzar se mantengan todo el año!

Jorge Peralta
@japeraltag

@idearialab