Vivimos una etapa de mucha incertidumbre por temas políticos, sin embargo las empresas deben plantearse esquemas para crecer. Si la única alternativa para el crecimiento es seguir la inercia lo más probable es que su crecimiento sea marginal. Si el país no crece más allá de 2% y la población no crece más de 2% un crecimiento inercial típico, tomando en cuenta la inflación será de alrededor de 7%. Luego entonces, una empresa que crece al 7% apenas estará en condiciones de mantenerse.
Para crecer aceleradamente la dirección de cualquier organización debe plantearse algunos proyectos más allá de la inercia, pero eso significa ir más allá de la administración del modelo actual. Esa ambidiestralidad (operación y descubrimiento de oportunidades) es indispensable para lograr crecimientos más allá de la inercia.
En teoría es el CEO el que debe proponer esa mentalidad ambidiestra, pero no siempre existe ese nivel de manejo de incertidumbre y en ocasiones tampoco se cuentan con las herramientas ni el equipo humano para lograrlo. Hasta hace poco tiempo, concentrarse en la eficiencia operativa era el encargo principal del CEO; pero hoy, por más que se cuide la eficiencia operativa sino se proponen nuevas alternativas para el crecimiento, la eficiencia operativa no es suficiente.
La ambidiestralidad es indispensable para el CEO y sino es posible por la dimensión de la empresa o por el dinamismo que requiere la organización, se requiere proponer desde la estructura que permita lograr ese foco compartido entre la eficiencia operativa y el descubrimiento de oportunidades. Una alternativa es que el CEO tenga dos segundos de abordo, uno enfocado en la eficiencia, algo así como un Director Operativo y un Director de Innovación, o bien que el CEO se encargue de la operación y tenga un CIO (Chief Innovation Officer)
¿Cuáles serían las funciones necesarias en ese CIO o en un Director de Innovación?
1. Mantener actualizada y clarificada la estrategia de innovación de la empresa. Hacia donde crecer, a que ritmo, en qué temas, con que límites, etc.
2. Impulsar la cultura de innovación de la organización. Abiertos al cambio, dispuestos a colaborar, tolerantes a la incertidumbre, etc.
3. Generación sistemática de investigaciones que den lugar a nuevos retos que satisfacer proponiendo una constante de generación de nuevas ideas que se conviertan en el catalizador del crecimiento.
4. Proponer y dirigir el desarrollo de proyectos de innovación
5. Medir el desempeño de los proyectos, proponiendo métricas de gestión de proyectos.
6. Buscar y proponer alianzas con otros actores del ecosistema de innovación local
7. Estar al tanto de todos los adelantos de su industria, con la mirada y la mente puesta en el futuro, así como los pies bien firmes en el presente.
Cada organización y cada CEO debe valorar si la gestión de la empresa y sus capacidades dan para que ambas funciones clave (Eficiencia operativa y crecimiento no inercial) dependan de una estructura bajo su reporte o si conviene montar una estructura paralela con un CIO, cualquiera de las dos alternativas podrán ser válidas, lo más importante es que ambos temas formen parte de la estrategia.
Jorge Peralta
@japeraltag
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