Todas
las personas tenemos la necesidad de seguridad, lo cual nos hace analizar con
detenimiento las posibilidades de éxito en cualquier proyecto. A ninguno nos
gusta equivocarnos y la prudencia exige analizar la información disponible y
buscar la información que nos falta para tomar una decisión. Cuando esa
información no existe o no esta como la necesitamos requiere un proceso de
adecuación o de inferencia que permita información suficiente para decidir.
Una
parte de esa información que se procesa, no tiene en realidad fundamento
cuantitativo, se trata de percepciones completamente subjetivas, pero con una
subjetividad “informada” por el contexto en el que vivimos y las problemáticas
que enfrentamos. Información objetiva informada por métricas junto con la
información subjetiva tomada de la intuición y la experiencia.
Sin
embargo aún con toda esa información y ese análisis, cuanto cuesta dar el paso
para la ejecución!!! Ya que requiere vencer los miedos y pasar de la teoría y
el análisis a la acción, ahí si cuesta equivocarse, cuesta dinero, cuesta
prestigio, cuesta autoestima y no siempre se esta dispuesto a ponerlo en
riesgo. Si no se corre es riesgo de la ejecución se corre el riesgo de la
parálisis por análisis, pero bien sabemos que lo único que transciende son las acciones.
La
ejecución de un proyecto o una estrategia, requiere de capacidades distintas a
las de análisis, requiere de esas capacidades que orientan una persona a la
acción. Existen personas más inclinadas hacia el análisis y la profundidad del
conocimiento y otras más orientadas a la acción y a los saberes prácticos.
Decía
mi querido maestro el Dr Llano:
“Para
la ejecución no bastan las ideas de los proyectos fantásticos, hacen falta
capacidades ejecutivas que no se adquieren a través del análisis y la
argumentación científica”
Lo
que hace trascender cualquier iniciativa tiene que ver con su ejecución, lo que
forma realmente las empresas exitosas es una ejecución que este alumbrada por
virtudes: perseverancia, fortaleza, flexibilidad, disciplina, colaboración,
etc. No existe plan por brillante que sea que no sufra adaptaciones para lograr
un ejecución exitosa, el resultado depende en buena medida de la ejecución del
mismo. No se trata de caer en un activismo ciego, el análisis siempre será
necesario.
Pareciera
que el modelo educativo actual pretende dar los fundamentos teóricos y relegar
el aprendizaje de los saberes prácticos para una etapa posterior, como si la
práctica "mundanizara" el conocimiento; la realidad es que ambos son dos caras de la misma moneda: se requiere la teoría pero esta se profundiza y verdaderamente se aprende en la acicón. También sucede que la práctica se da en
ambientes excesivamente controlados lo que provoca que el conocimiento
adquirido sea en condiciones “normales” que pocas veces suceden en la realidad.
Existen
disciplinas en las que la práctica va íntimamente ligada a la adquisición del
conocimiento y en las que convendría volver al sistema antiguo del aprendiz:
estar cerca de un experto para adquirir conocimiento de su vivencia. Como dice
mi buen amigo Edgar Barroso, hay capacidades que no se adquieren sino se
habilitan porque las tenemos dormidas de no usarlas, como es el caso de la creatividad.
La
figura del aprendiz me parece una forma más sensata de comenzar un ejercicio
profesional que nos llevaría a ganar en humildad, aún cuando hayas terminado
tus estudios eres un aprendiz, aún cuando tengas el título de licenciado en
algo.
Todos
debemos aprender a desarrollar la capacidad de ejecución porque de otra forma
las ideas tienen caducidad, y la brillantes de las ideas esta limitada por una
buena ejecución. No solo basta con tener buenas ideas, es necesario el valor
para llevarlas a cabo, de otra forma es como si no las hubieras tenido. El
análisis tiene un gran valor pero no conviene retrasar la ejecución por un
excesivo análisis disfrazado de prudencia; en ocasiones la prudencia y el deseo
de triunfo llevarán a la acción aún cuando existan temores y dudas sin
resolver.
Lo
único que genera resultados son las acciones, las palabras se las lleva el
viento. Cuidado con tus miedos, puede ser que estén impidiendo que avancen tus sueños. Ningún sueño sucederá si lo dejas en el excel y el power point.
¿Tú
que opinas?
Jorge
Peralta
@japeraltag
@innovadisrup