sábado, 23 de agosto de 2014

Profesores, Mentores e Inversores

El rol de profesor ha cambiado de forma notable en este siglo,  principalmente porque el centro de gravedad en el proceso de enseñanza ahora es el alumno y no el profesor. Existen muchos otros canales de recibir contenidos valiosos, el acceso a las grandes bibliotecas del mundo, a revistas on line, blogs, sitios web, etc., tal vez el problema actual es contar con los criterios suficientes para la selección de la información adecuada; hoy es más frecuente la parálisis por análisis que la escasez de la información.

El valor más importante en un profesor ya no es la transmisión de conocimiento, sino el de acompañar a los alumnos en su proceso de aprendizaje. Lo más importante de su rol es generar la suficiente inspiración en sus alumnos para que ellos se conviertan en los actores más importantes y centro de su aprendizaje, ya no es importante que lo sepan todo sino que sean capaz de hacer equipo y aprender juntos.

Al menos en el área de emprendimiento, el profesor corre el grave riesgo de que sus alumnos vayan por delante de él y dejen de hacer aportaciones valiosas a su formación. Definitivamente, se requiere un rol distinto, el profesor debe ser ese personaje que acelere el contacto con la realidad y los orille a validar lo más rápido posible con el mercado si el proyecto tiene posibilidades de ser exitoso o no.

Los saberes prácticos requieren “práctica” y sin práctica simplemente no se pueden desarrollar. Existen saberes prácticos que requieren un conocimiento profundo detrás, es decir un conocimiento teórico sobre el funcionamiento de las cosas que permite ejercer una práctica fundamentada y a partir de ahí construir conocimiento nuevo. La diferencia radical consiste en la capacidad de fundamentar la acción para que la acción genere conocimiento, sin la acción no hay conocimiento nuevo y profundo.

  1. El proceso de emprender tiene varias etapas:
  2. La identificación de una problemática relevante.
  3. La generación de la idea a partir de la observación de la realidad y del pensamiento creativo para inventar o innovar.
  4. El aterrizaje en un producto o servicio que resuelva una problemática o aproveche una oportunidad.
  5. La construcción de un modelo de negocio viable.
  6. La puesta en marcha.
  7. El escalamiento


Un profesor-mentor para desarrollo de emprendedores requiere en todas y cada una de estas etapas, un conocimiento teórico-práctico de otra forma no tendrá profundidad, y enseñara lo que ha aprendido de libros y no con su vida.

Por otra parte, emprendedores con posibilidades de adquirir ese conocimiento teórico que les permita entender metodología y la madurez de algunos casos de éxito o fracasos a cuestas, podrían convertirse en los mentores que requieren las personas que han optado por ese camino profesional. Ellos mismos estarían en posibilidad de acompañar a los nuevos emprendedores en todo su proceso y no solo acompañarlos como un externo sino incluso involucrarse en el capital de la nueva empresa y convertirse en socio de sus alumnos, convertirse en un profesor-mentor-inversor.


Un profesional que comparte su experiencia, acompaña a otros emprendedores, los ayuda con su consejo y al mismo tiempo puede reinventarse e invertir constantemente en nuevas empresas cambia el paradigma del profesor que forma emprendedores. ¿Estarán las instituciones académicas listas para este nuevo perfil de profesor-mentor-inversor? ¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

www.innovaciondisruptiva.mx
@innovadisrup

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