sábado, 25 de junio de 2016

Las últimas piedras

“ ¿Cuándo fijarás tu voluntad en algo? – Deja tu afición por las primeras piedras y pon la última en uno sólo de tus proyectos” San Josemaría Escrivá (Camino 42)

Estamos en la víspera de la fiesta de San Josemaría y me gusta recordar este punto de su mensaje donde nos lleva a reflexionar sobre la tentación de comenzar y no terminar nuestros proyectos. Si, esa tendencia a cambiar de rumbo cada vez que las dificultades nos desaniman y sentimos que la cuesta es demasiado dura para continuar.

Una de las características más necesarias en la actividad emprendedora y prácticamente en cualquier actividad humana es la perseverancia, esa virtud que necesitamos todos para mantenernos en el propósito, en la palabra dada, en los compromisos contraídos, en las metas trazadas. No se trata de una falta de flexibilidad porque se puede cambiar la ruta más de una vez, pero las metas permanecen firmes. También se puede cambiar el ritmo y alentar o acelerar según convenga.

Muchos proyectos son locuras, al menos para mucha gente, incluso en ocasiones se trata de proyectos que solo son posibles para el que lo ha concebido y mientras no se ponga en marcha, solamente se trata de un loco más que sueña. Sobre todo en los inicios, cuando todo esta por hacerse hace falta esa locura que te permite ponerlo en riesgo casi todo e intentar lo que otros no han intentado, poniendo en juego la fortuna, el prestigio, el poco capital que te acompaña y sobre todo hipotecando el futuro al dejar a un lado otras oportunidades concretas y más seguras.

Cualquier persona que tiene una nueva propuesta que viene a cambiar el “status quo” provoca polémica, desconfianza, sin embargo es ahí donde se presenta la gran oportunidad de abrir nuevos caminos, nuevas formas para resolver problemas o bien aprovechar oportunidades que hasta el momento no han sido consideradas. Ese es el camino de un emprendedor, de los que fundan empresas, de los que fundan instituciones o de aquellos que desde dentro de las organizaciones o desde el gobierno cambian la forma de actuar y provocan cambios profundos.

Los cambios no nos gustan a nadie, por más que digan que a los millennials les gusta el cambio, puede ser que a muchos les gusta más bien la novedad, pero el cambio de verdad, el de poner en juego todo, eso no es cuestión de edad sino de tener un propósito firme, de aquellos que se buscan su sueño al precio que sea, sin importar el tiempo, el esfuerzo, poner en juego la fortuna, el prestigio. Tal vez el reto más importante para un millennial es no dejarse vencer por la comodidad; no elegir el camino que lleve a tus sueños sólo porque es difícil sino elegir el camino más cómodo, aún cuando no siempre te lleve a tu sueño.

Muchos están dispuestos a comenzar, a poner las primeras piedras, pero las últimas, para eso se necesita esfuerzo, ganas, perseverancia, mantenerse en el propósito en las buenas y en las difíciles.  Ese es un legado de las grandes personas que han pasado por este mundo, de aquellos que han desafiado la realidad a costa de parecer raros, de ser criticados y aún a pensar de las dificultades se mantienen firmes en su propósito, en su sueño. Ese es uno de los grandes mensajes que dejó San Josemaría.

Ojalá después de leer estas líneas te propongas revisar la forma en la que sigues tus sueños y mantienes tus propósitos, independientemente de tu edad y de tus circunstancias conviene revisar tus metas y plantearte que es lo que harás con el pedazo de futuro que Dios te permita vivir. Revisa si estas perseverando con tus proyectos o si amas poner las primeras piedras pero pocas veces pones las últimas.

Jorge Peralta
@japeraltag


@innovadisrup

sábado, 18 de junio de 2016

Menos retórica, más acción

Nadie duda de que emprender está de moda. El no tener jefe, no tener un horario, dedicarte a lo que te gusta y contar con un propósito inspirador es el ideal de muchas personas. Diversas iniciativas para el desarrollo de proyecto emprendedores surgen en todo el mundo y México no es la excepción, cada fin de semana existen eventos en diferentes ciudades todas con la misma extensión: impulsar la actividad emprendedora.

Razones para impulsar el emprendimiento hay muchas: impulsar la actividad económica, buscar alternativas para la movilidad social, empoderar a la juventud, encausar la pasión de muchos jóvenes por cambiar el mundo ha sido una gran labor, sin embargo también hay mucho bla-bla, mucho mentores al vapor, muchos hablando del tema con poca profundidad, muchos tratando de copiar lo que escucharon en un viajecito a Silicon Valley.

No es mi intención hacer una crítica destructiva de las buenas intenciones de mucha gente, sin embargo también es cierto que existe mucha palabrería, incubadoras que no incuban a nadie, aceleradoras que no aceleran,  gente enseñando emprendimiento en las universidades que nunca ha tomado un riesgo, que nunca han arrancado un negocio, organizaciones fantasma que son expertas en “bajar” recursos públicos y que viven de ello que aportan poco valor a emprendedores y empresas y que más bien son expertos tramitadores de cédulas y comprobadores de registros.

Como bien dice mi amigo Nacho García en nuestro ecosistema emprendedor de la CDMX hay mucho “talkers” y no tantos “doers” como se quisiera. También personajes reconocidos como Jorge Zavala siempre pregunta en la redes cuando alguien habla de un proyecto emprendedor ¿Qué proyectos surgieron? ¿qué avances concretaron?, preguntas muy oportunas porque el emprendimiento es acción, no pláticas.

Supongo que es parte de la consolidación de nuestro ecosistema, algunas startups comenzaran a despegar, se irán cribando paulatinamente aquellas iniciativas que verdaderamente generan valor, se mantendrá aquello que tenga consistencia, que aporte verdaderamente algo valioso a la actividad emprendedora y en última instancia al desarrollo económico del país.

Para mi, personajes como Nacho y Jorge, en su madurez y con un prestigio bien ganado, siempre están buscando aprender, ir a más, aportar valor con cada persona con la que interactúan; son un gran ejemplo para todos los que estamos en el medio. Debemos estudiar y prepararnos siempre para aportar valor desde nuestras propias trincheras.

Tratemos de ponerle autenticidad, cada quien en su sitio, cada quien poniendo lo mejor de si mismo, trabajando, no buscando los caminos fáciles, no copiando textual lo que se da en otras latitudes, tratar de pensar, de arriesgar de ponerle un poco de audacia, de poner el corazón para lograr nuestros objetivos.

¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup

sábado, 11 de junio de 2016

Solidez de empresa y agilidad de startup

Esta semana tuve la fortuna de trabajar en Monterrey, una de las ciudades con mayor proyección económica en México. Uno de los motivos de la visita fue un taller de innovación introductorio para cerca de 40 dueños de empresa de la región.

Fue interesante confirmar la sensibilidad que existe en la gente de empresa de actualizarse, de ir por más, de renovar sus propuestas, sin embargo también fue evidente en algunos de ellos ese miedo por el riesgo que implica el cambio. Uno de ellos, en particular, puso el ejemplo de el riesgo de quiebra en el que incurrió una gran empresa local por desviarse del “core” de su negocio.

Es normal que existan resistencias y que algunos estén más dispuestos que otros a correr el riesgo de la innovación. Es verdad existe un riesgo, pero lo existe por igual en ambas posturas, los que innovan porque innovan y los que no, porque no lo hacen.

Siempre hay historias contradictorias de las empresas que han cambiado y les ha ido muy mal, así como también las historias de éxito de las que encontraron nuevas vías mucho más atractivas para hacer negocio que las que tenían tradicionalmente.

Corremos el riesgo de que la innovación se esta convirtiendo en moda y las empresas piensen en innovación solo porque todos lo hacen, y la innovación debe ser una consecuencia de pensar en las personas, sus necesidades, sus retos y tratar de resolverlas para hacerse de un espacio en su preferencia y a cambio nos den su dinero.

Se trata de ganar dinero pero por el camino reglamentario: ofreciendo valor al cliente satisfaciendo algunas de sus necesidades, ni más ni menos, lo que se ha hecho siempre para ganar clientes, resolverles algún problema.

Por esta razón, la innovación es sólo un medio para transformar nuestra oferta para atender mejor una necesidad insatisfecha. Lo que sucede es que esa necesidad se transforma con mucho mayor velocidad que lo que sucedía antes y cada vez el cliente es más exigente y demanda más satisfactores; nuestra sociedad se ha sofisticado y la globalización pone al alcance de cualquier persona los adelantos de cualquier parte.

El mundo nos ha cambiado, y des las empresas vamos un poco adelante proponiendo nuevas soluciones o vamos un poco atrás recuperando la ventaja que nos han sacado otros; la historia de siempre de los líderes y los seguidores, de los que tienen apertura al cambio y los que se resisten.

Desde la empresa lo mejor es conocer con la mayor profundidad posible ¿Qué busca mi cliente? ¿Qué problemas tiene? ¿Qué problemas tiene el mundo que yo tenga la oportunidad de resolver?  Eso es lo que hace cualquier startup, encontrar un problema que resolver, algún problema desatendido o algún problema que no esta lo suficientemente resuelto o encontrar nuevas formas de resolver problemas viejos.

En una empresa constituida se ha construido una infraestructura física, tecnológica y de talento que le da soporte a su modelo de negocio; cuando el modelo de negocio debe transformarse esa infraestructura también cambia, y muchas veces esa transformación tiene su costo, no sólo económico sino en que provoca necesariamente que muchas cosas salgan de su cauce natural y por esta razón los cambios muchas veces duelen y generan una resistencia en las personas.

Cuando es una startup que no tiene ninguna restricción, esta se diseña en función del problema que quiere resolver, sin las ataduras de una infraestructura construida. Sin embargo muchas veces una startup no tiene esa infraestructura para soportar las oportunidades y el tiempo que tarda en lograrlo es lo suficientemente largo como para que la oportunidad no se aproveche del todo; falta esa solidez que las empresas ya constituidas si tienen.

El mejor escenario sería mantener la solidez de una empresa con la agilidad de una startup. No es imposible, solo que requiere un liderazgo particular en la dirección, un “liderazgo ambidiestro” que al mismo tiempo consolide la operación actual y con una parte de su equipo empuje también las nuevas ideas. Una empresa ágil como startup y sólida como una corporación.

Lo importante para quien dirige una organización, será descubrir que el éxito de su negocio base no siempre será el mismo para sus nuevas aventuras y que requiere usar criterios distintos aún cuando lo pongan en una posición de incertidumbre al tratarse de otros clientes, otras variables y en ocasiones otro negocio. Cada nueva oportunidad presentara cierta continuidad o cierta radicalidad contra el negocio original, el aprovecharlos o no dependerá del nivel de riesgo de quien dirija la organización.

Conviene no tenerle miedo al cambio, más bien provocarlo en aquellas cosas en las que podemos ser mejores, tomando en cuenta que si no las aprovechas alguien más lo hará.

Jorge Peralta
@japeraltag


@innovadisrup

sábado, 4 de junio de 2016

Los unicornios son animales míticos

Los unicornios son compañías tecnológicas que alcanzan el valor de un millón de dólares en alguna de sus etapas de levantamiento de capital.  El termino “unicornio” tomo realce cuando la inversionista Alieen Lee (Fundadora de Cowboy Ventures) escribió sobre ellos en Tech Crunch en su artículo del 2013: “Welcome to The Unicorn Club: Learning From Billion-Dollar startups”.

En esa lista del artículo incluía a 39 startups en las que destacaba Facebook, instagram, Tumblr, YouTube, Evernote, Airbnb, Palo Alto News, Pinterest, Dropbox, Twitter, Linkedin, Waze,  En algunos años, esa lista de 39 ha crecido superando las 100, a las cuáles se han añadido, Snapchat, Xiomi, WeWork, etc. Definitivamente se trata de empresa que han aprovechado una gran oportunidad a través del gran talento de sus equipos fundadores y un ecosistema que los ha impulsado con inversión y una red de colaboración que los ha impulsado lejos.

Según el Wall Street y el Dow Jones Ventures, poco más de la mitad se encuentra en estados unidos y después dispersas por Asia y las menos en Europa. ¿En México estaremos lejos de desarrollar algunos unicornios? Posiblemente estaremos cerca de ver algunas.

Hace algunas semanas se dio la noticia de que por primera vez empresas mexicanas recibían inversión de serie A, es decir, la inversión posterior a la fase inicial de arranque, recursos para provocar su escalamiento. Kueski, clip, Konfío, Cornershop y Gaia levantaron en conjunto 62 millones de dólares. Llama la atención que 3 de ellas están en el área de Fintech. Es una gran noticia que empresas mexicanas vayan evolucionando de esa forma tan contundente.

¿De verdad estaremos cerca?

He llegado a pensar que también es un asunto de masa crítica y en la medida en la que se funden más startups será más probable que surjan algunas. Que al validar sus propuestas con una visión global desde el origen, les permitirá conectarse con otros mercados de mayor dimensión como es Estados Unidos.

¿Qué se requiere para que algunas startups se conviertan en unicornios? 
  • Resolver una necesidad común en varios mercados internacionales que permita un crecimiento exponencial de clientes
  • Poner foco en la internacionalización
  • Desarrollar una diferenciación clara difícil de imitar
  • Contar con un modelo de negocio escalable
  • Acceder a inversión suficiente para potencializar su crecimiento
  • Contar con una red de colaboración que acerque no solo capital financiero sino capital intelectual y relacional que complemente el talento de los fundadores y que los impulse más lejos.

Todas esas características requieren de visión, de una red de colaboración y de un ambiente propicio para ello, todas esas condiciones que se dan en Silicon Valley y que en otras regiones estamos construyendo de forma incipiente.

Por esta razón he insistido que aportan poco esas comparaciones constantes con Silicon Valley, “allá si invierten” “ allá es más fácil para una startup” y seguramente hay algo de cierto en todo ello; sin embargo Silicon Valley tampoco se construyó de la noche a la mañana, también hubo quien pico piedra, también ese ecosistema tuvo sus impulsores iniciales. Varias regiones de nuestro país tienen ecosistemas incipientes, ¿falta mucho? Tal vez si, pero la buena noticia es que en varias ciudades ya comenzamos.

Tal vez en lugar de hablar de tanto unicornio en circunstancias similares a las de Silicon Valley convendrá enfocarnos en hacer lo mejor posible con lo que tenemos, aprovechando cada una de las oportunidades que  están al alcance, de ir a cualquier parte del mundo por la visión que nos hace falta y aprovechar nuestro gran potencial de una población de más de cien millones de habitantes en crecimiento.

Menos bla bla de unicornios y de otras faunas mitológicas que solo suceden por el momento en silicon Valley, aterricemos en el potencial de los proyectos que se están desarrollando en las diferentes regiones de nuestro país, empujemos la visión de los jóvenes con los que tenemos influencia; talento si hay, solo falta salir de la zona de confort y pensar en grande, y si en el camino se convierten en unicornios muy bien, y si no es así, que al menos sean empresas rentables que permitan monetizar para preparar la siguiente aventura.

 Si los unicornios tardan un poco más y se quedan un rato más en la mitología, tampoco pasa nada; mientras a seguir trabajando para que surjan cuanto antes y mientras tanto construir una gran cantidad de empresas rentables y escalables que ayuden a resolver tantos problemas que tenemos pendientes. 

Mientras llegan los unicornios, es necesario impulsar decididamente la cultura emprendedora, impulsando a muchos jóvenes a seguir este camino y a llegar todo lo lejos que su talento lo permita, no les cortemos las alas, posiblemente los unicornios no lleguen en los primeros intentos, lo importante será ir en el camino correcto. Vayamos logrando casos de éxito para no seguir usando los de siempre, que son “made in usa”, comencemos a documentar y a valorar nuestras propias historias de éxito.

Jorge Peralta
@japeraltag


@innovadisrup