El
emprendimiento se ha convertido en un tema de relevancia para los gobiernos,
las universidades, los medios de comunicación y las empresas, que ven en el
desarrollo de una cultura emprendedora ventajas para la economía y la sociedad
en su conjunto. México no es la excepción, el tema emprendedor ha tomado la
calle y se ha convertido en un tema “cool”. En poco tiempo se podrán recoger
los frutos que se han sembrado en estos años; el ecosistema emprendedor
funciona, de forma incipiente pero
funciona y aporta esa red de colaboración que requiere el emprendedor.
A la par, crece
la valoración social de los emprendedores al proponerlos como modelos
inspiradores de acción para jóvenes, desplazando poco a poco la imagen del
empresariado rentista y contrario al interés de la sociedad, arraigada por
mucho tiempo en nuestro país. Se requieren empresarios inspiradores que le
dejen ver a otros jóvenes que para triunfar no necesitas ir a Silicón Valley
sino pensar en global y que eso sucede en tu cabeza, no solo por realizar
“turismo emprendedor”.
Cada vez tiene
una mejor imagen ser “emprendedor”; tal vez desde aquella primera campaña de
Pepe y Toño, se ha venido quedando en el subconsciente de los mexicanos que 7
de cada 10 empleos se generan en las pequeñas y medianas empresas. Sin embargo
dar el brinco de la pyme tradicional a una pyme tecnológica todavía es un parto
que no acaba de suceder.
Hoy se habla mucho
más de emprendimiento pero no se diferencia suficientemente entre el
emprendimiento de alto impacto o el emprendimiento de autoempleo, para muchas
personas emprendedor significa ser “Pepe y Toño” no una empresa tecnológica.
Todavía existe una especie de resistencia a entrarle con fuerza a la tecnología
para desarrollar modelos de negocio escalables que permitan aprovechar los
mercados globales; y no es un problema de la tecnología, es un problema de
visión.
Cada vez es más
difícil conseguir buenos programadores porque todos los necesitamos, hasta he
pensado que todos deberíamos aprender un mínimo de programación para cubrir
nuestras necesidades mínimas y para desarrollar MVP funcional.
La cercanía con
Silicon Valley ha facilitado que muchos emprendedores visiten California (San
Francisco y Silicon Valley) con la intención de establecer redes de
colaboración, de la misma forma visitar la meca de la actividad emprendedora en
el mundo siempre abre horizontes y amplia la visión. Sin embargo esa cercanía
no siempre se ha aprovechado de la manera más productiva.
Tal vez perdemos
demasiado tiempo comentando sobre todas las cosas que NO se tienen en México y
SI en Silicon Valley lo que termina en conversaciones estériles, o en escuchar
aseveraciones como que se vuelve indispensable ir a Silicon Valley si de verdad
se quiere triunfar. Más allá de las posibilidades para inversión, tecnología e
infraestructura, tal vez el punto más crítico del que deberíamos imitar lo que
sucede en Silicon Valley es la cultura emprendedora, y ese buen ejemplo de lo
aprendido en Silicon Valley debe ir más allá que regresar hablando “términos
emprendedores” en inglés.
Una de esas
modas que hemos importado de nuestro vecino del norte son los concursos de
emprendimiento, comenzó startupweekend que ha hecho una gran labor para
fomentar la cultura emprendedora, y luego han surgido cualquier cantidad de
eventos similares: “armar una startup en un fin de semana”. Suena estupendo
para fomentar la cultura emprendedora, para sembrar una primera semilla pero
los resultados duros de verdadero éxito todavía están por esperarse.
Los eventos
emprendedores hacen una gran labor, sin embargo ha comenzar a germinar un
pequeño cáncer, que si no se comenta a tiempo hará estragos en la incipiente
cultura emprendedora mexicana; existen algunos grupos de emprendedores que se
han dedicado a ganar concursos y no a construir su startup. Una startup debe
vivir de generar valor a sus clientes y a ganar dinero en ello, no de los
premios que ofrecen los concursos. Si los eventos y los premios son un bien
incentivo para validar ideas de negocio y ganar notoriedad y reputación serán
una herramienta estupenda pero no conviene andar de premio en premio.
A pesar de las
evidentes ventajas que tiene Silicón Valley contra nuestro ecosistema hay
muchos motivos para ser optimistas, estamos viviendo un verdadero renacimiento
emprendedor y eso hará que en poco tiempo México sea otro.
De verdad
quieres desarrollar una startup de éxito, asiste a algunos eventos para ampliar
tu red, úsalos como un instrumento para la validación de su propuesta, revisa bien a que eventos vas, porque en este "boom" te encontraras de todo, desde los que aprendes mucho y armas buena red, hasta aquellos que lo único que harás es perder el tiempo, y los mentores son "igual de verdes" que los asistentes.
En el
momento en el que estés convencido que haz validado suficiente y ya lograste un MVP pulido y diferencial, concéntrate en desarrollar
clientes y en un corto plazo ventas. Evita la concursitis, deja de meterle tiempo a ganar concursos,
el futuro no esta ahí, concéntrate en que crecer y en ganar dinero.
¿Tú que opinas?
Jorge Peralta
@japeraltag
@innovadisrup