sábado, 31 de agosto de 2013

Millenians: éxito es hacer lo que amas

Seguramente has leído o escuchado a cerca de los Millenians; se trata de personas nacieron entre 1981 y 1995, que a nivel global son aproximadamente 2.5 millones. En 2013 cumplirán entre 19 y 32 años y son quienes están marcando la pauta en relación a cómo se pensará, producirá y trabajará en el futuro, muchos de ellos comienzan a ocupar posiciones de poder y en poco tiempo el mundo estará dirigido por ellos.

Los más cercanos a los 30´s son hijos de los baby boomers, y los más cercanos a los 20´s son hijos de la Generación X. Pero en rasgos generales, los millennials están marcados por el éxito. Para ellas y ellos, lo que importa es disfrutar con lo que hacen, involucrarse en proyectos que marquen la diferencia, que tengan un significado, un propósito, que contribuyan en algo.

Su habilidad principal es adaptarse a los cambios, a muchos de ellos les tocó hacerse adultos en medio de una recesión económica mundial y en un tiempo en el que muchos paradigmas sobre la vida profesional se han roto. De aquí viene que una de las preocupaciones centrales para esta generación: estar haciendo lo que se ama, aquí y ahora, porque el futuro es más incierto que nunca.

Para los millenians las oportunidades de verdad son las que lograr combinar pasión con trabajo. El compromiso y la responsabilidad nada tienen que ver con cumplir un horario, seguir instrucciones intrascendentes de un jefe en el que no ven a un líder, y dedicarse sólo a realizar tareas preestablecidas que los llevarán irremediablemente a un estado de aburrimiento. Trabajar colectivamente participando y aportando de igual a igual con otras generaciones es algo muy propio de ellos. Pensar en global, sin limitaciones forma parte de su ADN.

Los límites entre la vida personal y el trabajo no están establecidos, así como tampoco lo están la educación formal con las capacidades desarrolladas por otros medios como asistir a la "universidad you-tube" o tomar  algún curso en línea; en su CV son igualmente importantes tanto un grado académico como un hobby con el que se esta verdaderamente comprometido.

Detalles que podrían parecer menos importantes como la formalidad para el vestir también se han transformado de manera radical. La típica corbata y el traje son cada vez menos usuales en la vida profesional de estas personas, el “business casual” ha dejado de ser un atuendo para los “viernes” para ser el de diario. Las corbatas se han guardado para las bodas y para citas muy formales.

Esta generación se ha abierto a nuevas profesiones, a una actitud entrepreneur más anclada en lo social y lo emocional, al nacimiento de las llamadas "industrias creativas" que son proyectos que involucran, principalmente la generación y producción de ideas y de conocimiento en sectores como el arte, el entretenimiento, el diseño, la informática y la publicidad. Carreras clásicas como contabilidad y administración disminuyen aceleradamente sus matriculas en las universidades para dar paso a gastronomía, medios digitales, ingenierías, etc.

Entender a los millenians es clave, seguramente tus clientes o empleados forman parte de esta generación. Para los que nacimos en la generación anterior, pero tenemos que coexistir y liderar a millenians, tenemos la gran oportunidad de tomar una bocanada de aire de juventud que nos permitirá interactuar funcionalmente con ellos, aprender de su pasión por la vida, además ganar unos años de juventud que a nadie nos vienen mal.

Jorge Peralta
@japeraltag


@japeraltag

sábado, 24 de agosto de 2013

No hay liderazgo sin innovación

Algunas de las decisiones más importantes en las organizaciones son la relacionadas con el futuro. En primer lugar por el riesgo que implican tanto si se toman, como si no se toman; pero sobre todo por la necesidad de convencer al resto de la organización de la conveniencia de la decisión.

Tomar decisiones de futuro implica una convivencia entre los retos del hoy con el diseño del mañana, de lo concreto con lo abstracto, de la realidad que genera el negocio hoy con lo que lo va a generar mañana, el presente y el futuro, etc.

Todos logramos reconocer dos grandes roles en la organizaciones, la del visionario, creativo y motivador orientado a la búsqueda de oportunidades con el riesgo que estas implican; y la del organizador, trabajador, detallista, disciplinado, cumplidor, etc orientado al resolver la operación del día a día. Estos dos roles son necesarios, unos diseñan el futuro y otros ejecutan el presente. El primero busca innovar, el segundo busca eficiencias.

Hoy trataré de concentrarme en el primero, en el líder innovador que desde mi perspectiva tiene las siguientes características:

      1)   Propone metas grandes, inspiradoras, de aquellas en las que dan ganas formar parte de ellas aún cuando impliquen un gran esfuerzo.
      2)   Se la cree y lo comunica con tal nivel de apasionamiento que contagia a los demás.
      3)    Determina el rumbo y los tiempos, no los cómos, eso se los deja a la libertad de acción de su equipo.
      4)   Gestiona por confianza, evita la controlitis y el micromanagemet, que sólo es un síntoma de inseguridad.
      5)   Evita las organizaciones excesivamente jerárquicas y verticales, buscando más bien la flexibilidad.

La rutina no necesita liderazgo porque ya todo esta determinado, más aún cuando la naturaleza humana es reactiva al cambio y es en la rutina donde las personas adquieren seguridad. Se requiere de un liderazgo para justamente cambiar las rutinas y adentrarse por incertidumbre más aún cuando el sentido común diría: “para que cambiar ahora si todo funciona muy bien”, es retar la comodidad de quedarse instalado en el presente por bueno que sea para pensar en clave de futuro.


Las nuevas generaciones necesitan además un liderazgo cercano, participativo que genere empatía con una nueva forma de concebir la vida profesional, no exclusivamente como una forma de ganarse la vida sino también de tener un propósito de aportar algo a la sociedad y de disfrutar el camino para encontrar la realización profesional.

El liderazgo requiere de creatividad para imaginar lo que hoy no existe, decidirse a seguir esa ruta y más aún, proponerle a la organización un futuro que no todos son capaces de ver con claridad. Por estas razones el liderazgo necesita ser creativo e innovador. No hay liderazgo sin innovación y sin pasión, es en el líder innovador donde se conjunta la visión y la acción.

Jorge Peralta
@japeraltag

www.innovaciondisruptiva.mx
@innovadisrup

sábado, 17 de agosto de 2013

El plan puede cambiar, la meta no

Aún cuando la vida del emprendedor esta rodeada de cierto glamour y en ocasiones se convierte en algo aspiracional para muchas personas, no se trata de un camino cómodo, en ocasiones tiene sus momentos duros, principalmente cuando los resultados son como los esperabas, situación que puede provocar que llegue el desánimo.

Cuando llegue ese momento debes estar preparado mentalmente para no dejarte llevar por los escenarios extremos, nada puede estar tan mal como para no tener remedio, así como no caer en la tentación no restarle importancia a las crisis.

Tal vez ese momento sea adecuado para la reflexión, entender que no es posible mantener estirada la cuerda en todo momento, que es la oportunidad para hacer un alto en el camino, rectificar lo que sea necesario y cuestionarnos si somos felices con lo que hacemos, si la ruta elegida es la correcta.

Será un momento oportuno para recordar algunos elementos esenciales y volver a las bases:

1) Reflexionar sobre lo que te motivó a emprender, recordar lo mucho que disfrutas con lo que haces y el impacto que tiene tu actividad en muchas otras personas, no sólo desde la perspectiva económica sino también en esa cuota de optimismo que ofrecer a los que están a tu alrededor.

2) “El jardín del vecino siempre es más verde”; evita comparaciones, no te llevan a nada, cada quien tiene su historia, llena de éxitos y fracasos, pero lo verdaderamente importante es lo feliz que estés contigo mismo, saborea lo que has conseguido y no pierdas la confianza de que con esfuerzo lograras tarde que temprano lo que te has propuesto sino dejas de luchar.

3) Es momento de huir de los pesimistas y de las voces “prudentes” de que no corras más riesgos de que busques algo seguro y también resistir la presión por el “nivel de vida”, siempre podrás ir al menos un poco más allá de lo que piensas; persevera, la paciencia lo alcanza todo.

4) Momento para revisar tus gastos y ver todas aquellas cosas que no son necesarias  e intentar prescindir de ellas, te darás cuenta de que a lo largo del tiempo te has ido llenando de cosas superfluas y de cosas que no ocupas, momento de aplicarte la metodología Lean, regresar al principio.

5) Métele velocidad a todas aquellas cosas que sabes que debes hacer y que por algún motivo estas postergando y que la crisis interna te lleva a retrasar más allá de lo necesario.

No será la última vez, entrar en crisis será algo periódico y conviene estar preparado mentalmente para cuando llegue, las crisis te llevan a replantear la forma de hacer las cosas, es un examen constante que te hará rectificar el camino
.
El plan siempre debe estar sujeto a cambio, lo que no te puedes cuestionar es el camino que has decidido seguir, tu meta, aún cuando los resultados no sean los que esperabas en este momento. El nombre del juego es la perseverancia.

Jorge Peralta
@japeraltag


@innovadisrup

sábado, 10 de agosto de 2013

Improvisación: ¿Cualidad o vicio?

Una da las características de nuestro tiempo es el cambio, y tal vez más específicamente la velocidad con la que se dan los cambios. Una de sus consecuencias es la caducidad, cada vez más reducida, de los ciclos de vida de los productos.

Esta velocidad del cambio, influenciada fuertemente por el adelanto tecnológico, ha metido en la cultura de la inmediatez que caracteriza a la nueva generación, a los “millenians”, la generación que nativa digital, que permanece conectada y no concibe un mundo sin internet.

La velocidad del cambio ha provocado que se revolucionen muchas industrias, así como la forma en la que se construye y transmite el conocimiento. Sin embargo, las generaciones anteriores construyeron estructuras y formas de relación para ese tiempo que hoy han quedado obsoletas. El cambio se ha dado a tal velocidad que las organizaciones no siempre han evolucionado a la velocidad requerida y muchos liderazgos hoy resultan anticuados.

Lugo entonces, para estos tiempos, la flexibilidad se ha convertido en una competencia indispensable porque estamos en un mundo en constante cambio y adaptación. La flexibilidad implica creatividad, que tiene su aplicación concreta en la improvisación.

Según la RAE (Real Academia de la Lengua Española) improvisar es hacer algo pronto, sin estudio ni preparación. Improvisar no tiene una connotación positiva o negativa, más bien se trata de una capacidad para construir una postura en la inmediatez.

En un ambiente de cambio constante, la flexibilidad se convierte en un activo requerido, y la improvisación luce como una herramienta indispensable para cualquier persona que quiera moverse con soltura en el ambiente actual, implicando un manejo inteligente de la incertidumbre.  Dependiendo de su temperamento y de su formación, las personas estarán habilitadas o no para manejar cierto grado de incertidumbre.

Los emprendedores y los que dirigen cualquier organización requieren una buena dosis de flexibilidad y por lo tanto de manejo de incertidumbre y de capacidades de improvisación, tanto para el manejo de situaciones externas como de situaciones de carácter interno como las relaciones entre los elementos de su equipo de trabajo.

Como sucede con cualquier hábito, la práctica constante de la improvisación va generando confianza y nuevas habilidades que tienen más que ver con la intuición y con otras capacidades más relacionadas con la inteligencia emocional que con la inteligencia racional, sin embargo cuando la confianza es excesiva se puede convertir en un vicio.

La improvisación es una capacidad muy importante para resolver aquellas situaciones que surgen fuera de nuestro control, pero improvisar en aquellas situaciones que tenemos posibilidad de prever es un exceso, un abuso de las capacidades, síntoma de pereza y de soberbia.


La improvisación no debe ser un remedio para la pereza, sino una herramienta que se alimenta del estudio, la dedicación y la experiencia, que generan la confianza para resolver situaciones imprevistas. Hacerlo de otra forma será el camino más adecuado para dañar el prestigio personal y el trabajo en equipo.

Jorge Peralta
@japeraltag

www.innovaciondisruptiva.mx
@innovadisrup