Esta semana tuve la experiencia de compartir un foro con alumnos y
profesores de una de las universidades con más prestigio en México. El foro
tenía la intención de comentar sobre los retos que tiene el emprendimiento en
la actualidad, la forma en la que han cambiado los métodos y este deseo cada
vez más frecuente de emprender como una forma de vida.
En ese foro además de alumnos y profesores también asistieron
algunos emprendedores para compartir su experiencia de la forma en la que
habían “cruzado la línea” y habían decidido emprender. A ellos, les pedimos que dieran su opinión hasta el final para no sesgar los comentarios de los más
jóvenes, de los que apenas tienen la intención de emprender pero que están en
el proceso de su formación profesional. Entre ellos emprendedores exitosos con y sin estudios universitarios, lo cuál deja ver que los estudios no son indispensables, pero en muchos casos son una gran herramienta si se saben aprovechar.
Fue muy interesante ver como chicas y chicos rondando los 20 años,
hablar de la dificultad por encontrar oportunidades, de la necesidad de
adquirir experiencia y de cómo a muchos de ellos buscan en los estudios
universitarios una especie de “garantía” respecto a su futuro profesional.
Muchos de ellos hablan de una historia futura que comienza contratándose con
una gran empresa, trabajando algunos años, adquiriendo gran experiencia para,
ahora si, estar en condiciones de correr el riesgo de emprender.
Al preguntarles las razones, la gran mayoría de ellos señalan como
una motivación importante, el no tener jefe, el hacer lo que les gusta. Es
evidente que los deseos de independencia de esta generación, son una
característica que favorece las intenciones de emprender, pero no debería
determinarlas. No tener un jefe es parte del camino de emprender, pero casi
nunca una motivación determinante. En estos años de vida profesional he
escuchado ciento de veces esa historia: “voy a trabajar dos años, ahorrar,
adquirir experiencia y después quiero arrancar mi propia empresa”.
Es probable, que cuando una persona recién egresada de sus
estudios universitarios comience su vida laboral, sus primeras
responsabilidades sean muy operativas, y si su primer trabajo es en una gran
empresa, terminará siendo una labor muy operativa durante mucho tiempo más, con
el agravante adicional de que la división del trabajo en las grandes empresas
provocaría en el recién egresado una experiencia operativa en una parte
demasiado focalizada de la operación de una empresa. Es decir la experiencia en
una actividad operativa no te acumula experiencia para emprender.
Por otra parte, al menos en México, el sistema educativo obliga a
que a temprana edad debas decidir carrera cuando no se tienen elementos
suficientes y se llega a decisiones más por moda o por consejo de terceros o
por intenciones más influidas por aspiraciones de tipo socioeconómico que por
seguir el talento o vocación específicos. En muchos casos se estudia carreras
con un título muy atractivo pero poco vinculadas con la realidad.
Todas aquellas universidades y carreras que ofrecen a los jóvenes
obtener puestos de dirección sólo por el conocimiento que adquirirán en sus
aulas o por transmitir cierto conocimiento terminarán engañando a sus egresados
y generando en algunos de ellos, un sentimiento de frustración grande al no
cumplirse sus expectativas cuando terminan sus estudios. De la misma forma,
aquellas que ofrezcan un método para emprender con éxito o para convertir en
emprendedor a una persona que no tenga las condiciones también esta mintiendo.
Nadie tiene una fórmula para el éxito.
Emprender o dirigir son actividades profesionales que requieren
una idoneidad en el candidato que los estudios profesionales potencializan.
Nadie puede convertirse en emprendedor o en director por lo que aprenda en el
aula, requiere una experiencia adecuada que realmente complemente los estudios
y permita a la persona interesada adquirir paulatinamente competencias que solo
la experiencia aporta. La frase de “echando a perder se aprende” es muy cierta.
Será clave que frente a las aulas este gente que además de conocimiento y
experiencia tenga la capacidad de inspirar a los alumnos, no cortarle las alas
y no empequeñecer sus sueños.
El primer trabajo al terminar la universidad es clave, puede ser
la gran oportunidad para complementarte y adquirir la experiencia que haga
falta para llegar a otro nivel, o puede ser, en contraposición, el mejor camino
para llenarte de una experiencia que sólo sirva para esa empresa en particular
y no aprovechable en otro contexto. Todo depende de cual es el camino
profesional que quieres para ti, si es el de hacer carrera directiva en una
gran empresa, si quieres ser empresario o bien si quieres seguir una profesión
de vida independiente como los médicos y los dentistas, es importante que
selecciones el trabajo que mejor experiencia de aporte para el camino elegido.
Emprender en una idea que vaya dirigida al consumidor final (B2C), requiere fundamentalmente ponerse en los zapatos del cliente; emprender en una idea dirigida a una empresa (B2B) requiere tener conocimiento de una industria y esto si requiere experiencia previa. Los jóvenes sin experiencia laboral si tienen experiencia como clientes, así que podrían emprender sin una experiencia previa, la experiencia la pueden adquirir emprendiendo.
Será posible emprender sin experiencia, la respuesta es SI; será
bueno adquirir experiencia antes de emprender, la respuesta es SI. Tal vez lo
que debas responderte no es si debes o no adquirir experiencia, cada quien
tiene su camino, la oportunidad llega cuando llega, pero sobre todo cuando eres
capaz de descubrirla, de hacerla tuya. El camino no se elige por el resultado
que esperas al final, sino porque disfrutas el camino, con la seguridad de que
es lo que más disfrutas hacer; por este camino las probabilidades de ser feliz
se incrementan exponencialmente y además al hacer lo que disfrutas te ayudará a
poner alma y corazón en tu actividad profesional incrementando tus
posibilidades de éxito.
No hay momentos ideales para emprender, los momentos ideales los
haces tu pasión y esfuerzo por construir tu propio sueño. Si no construyes tu sueño, terminarás
construyendo el sueño de alguien más. Si necesitas experiencia debes ir por ella, pero que no sea sólo una forma de controlar tus miedos. ¿Si no eres tú quién? ¿Si no es ahora
cuándo?
¿Tú que opinas?
Jorge Peralta
@japeraltag
www.innovaciondisruptiva.mx
@innovadisrup
Hoy existe una gran brecha entre la educación formal y el ámbito laboral, un gran número de carreras que se oyen muy bien, pero que en realidad son un salto al vacío, y es que el problema de fondo es que tenemos una educación para una sociedad y una economía que ya no existen. Hoy los egresados tienen títulos pero no habilidades. Muy valiosas tus reflexiones, saludos cordiales.
ResponderEliminarHumberto Vergara
@CondedeVergara
Gracias por tu comentario Humberto, que bien que dejaste tu twitter para seguirte. Coincido contigo, hay una brecha importante ya que nuestro modelo educativo esta obsoleto y no ofrece herramientas adecuadas para la necesidad actual. Debemos hacer un alto en el camino y reflexionar sobre como podemos cada uno subsanar esas deficiencias y avanzar, muchas gracias, un abrazo!
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