Lo natural en una crisis es proponernos un esquema de austeridad, la realidad es que la austeridad siempre será bienvenida, siempre es un buen momento para ella, pero tal vez estamos equivocados en el término, ¿Qué significa austeridad?
Austeridad viene del latín “austerus” que significa áspero o difícil y del sufijo “itas” que significa cualidad. Luego entonces el austero es una persona sobria, penitente, severa que no hace ninguna clase de alardes y que se ajusta con rigurosidad a las normas de la moral.
De alguna forma la austeridad esta más ligada al ajuste con rigurosidad de lo necesario, es decir, la austeridad nos sitúa en lo necesario, entendiendo como necesario lo justo, lo suficiente, pero no menos de ello. De otra forma la austeridad podría provocar un deterioro en el funcionamiento de cualquier organización que redundaría en golpear la riqueza, que justamente es lo que queremos cuidar.
Cuando estamos en un momento de crisis en cualquier organización es fácil recurrir a poner las causas fuera de la misma organización: un competidor, los impuestos, los precios de los commodities, el chino de turno, los reglamentos, la corrupción, etc. Siempre es más cómodo para la conciencia poner la culpa fuera de los límites de la responsabilidad.
En otras palabras, por más que exista un detonador externo, una buena parte de las causas de la crisis de una organización son internas y en muchos casos esta relacionada con no descubrir los síntomas a tiempo y por lo tanto dilatar el diagnóstico y la toma de decisiones. De ordinario las personas diagnostican para tomar decisiones y en otros casos sobre-diagnostican para no tomar decisiones. Sin embargo, en la empresa, muchas veces es necesario tomar decisiones con los datos que tenemos confiando en un buen análisis, mucha intuición y sentido común.
Las crisis pocas veces llegan de forma inmediata, se cuecen a fuego lento, independientemente de sus causas, sus efectos se ven en diferentes indicadores como las ventas, los gastos, los márgenes, etc. Independientemente de las causas, las soluciones siempre vienen de dentro de la organización. Cuando ya tenemos claridad de las posibles salidas, las relacionadas con recortes del gasto son las primeras que se nos ocurren, y es así porque son los temas que están más o menos bajo nuestro control. Sin duda alguna, el ahorrar en lo superfluo siempre será bienvenido, pero debemos cuidar el común riesgo de que se nos pase la mano y acabemos afectando temas centrales que nos terminarán afectando más que el beneficio de los ahorros.
Lo perverso de los ahorros, es que, a pesar de la buena intención, cuando se hacen con desconocimiento terminan haciendo mucho daño porque es un daño que nos infringimos desde dentro y en el que, en muchas ocasiones, podemos cometer injusticias.
Por otra parte, los ahorros no están peleados con buscar otras alternativas de generación de riqueza; beneficiar las utilidades no es atribución exclusiva de bajarle al gasto operativo sino también crecer ingresos y para ello el camino no es la austeridad.
Cuando la austeridad genera algunos ahorros útiles traducibles en flujo estos deben canalizarse a temas que puedan generar más valor, la austeridad no es suficiente; si bien puede tener un efecto muy positivo en la actitud de las personas nunca tiene un efecto multiplicador en la generación de riqueza que es al final del día lo que nos interesa.
No hay otro camino para generar más riqueza que generar valor a través del ahorro, o del crecimiento del margen; el primero puede apoyarse en la austeridad, el segundo no. Para crecer el margen no hay mejor camino que buscar el crecimiento o la transformación a través de la innovación y eso no va de la mano con la austeridad.
En una crisis el director debe tomar una posición ambidiestra, por una parte, cortar todo lo superfluo y por la otra plantear nuevas vías para generar ingresos y eso tiene mayor dificultad de los ahorros, requiere de una mente empresarial que pueda ver más allá de lo evidente.
Los recortes al gasto y el planteamiento serio de la búsqueda del crecimiento requieren de herramientas específicas que, no conviene la improvisación, ni fiarse tanto de la experiencia, ni tampoco ahorrar tiempo ni esfuerzo, la sobrevivencia esta de por medio.
Jorge Peralta
@japeraltag
@idearialab
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