domingo, 20 de mayo de 2012

¿Vendes o te compran?

Hace algunas semanas mi amigo Paco me platicó que estaba preparando su Curriculum Vitae porque comenzaría a buscar un nuevo empleo. Interesándome en el tema le pregunté que cual era la razón por la que estaba buscando un nuevo empleo y me comentó que no ganaba lo que quería, que acababan de ascender a un tipo menor que él que además era un papanatas, que la empresa no apreciaba su talento, que los encargos que tenía no eran relevantes, que la empresa estaba haciendo recortes y quería prevenir que él fuera de los “nominados” en el próximo recorte y que sentía ya había concluido su ciclo en ese lugar.

Me llamó la atención que las razones que me dio de su proyecto de cambio obedecían a circunstancias externas, a razones económicas, a falta de crecimiento en la jerarquía de la empresa y a prevenir cierta incertidumbre de quedarse sin empleo. Pensaba hacia mis adentros que su postura era prudente, no están los tiempos como para perder un ingreso estable, pero me quedó un sabor de boca de que estaba siendo reactivo, que realmente él no quería cambiar, que lo estaban obligando las circunstancias. Al poco tiempo parece que el riesgo en la compañía en la que trabajaba disminuyó notablemente cuando se anunció la reestructura, no lo despidieron y siguió trabajando en esa empresa.

A los pocos meses, coincidí nuevamente con él, y me comentó que estaba por entrar a hacer un MBA para intentar colocarse mejor, pedir mejor salario y esperar a que después de tener un grado académico mayor pudiera aspirar a un ascenso en la jerarquía organizacional, sin embargo seguía pensando que su jefe era un papanatas y que el trabajo era igual de aburrido que siempre. Se despidió diciendo: “uno tiene que esforzarse por venderse mejor, para salir en la foto de los aumentos y de los ascensos”. Como por arte de magia, “su ciclo no había terminado todavía en ese lugar”. Nuevamente me dejó un sabor de boca que eran nuevamente las circunstancias las que lo estaban conduciendo, que él no quería cambiar, que eran los demás lo que debían promoverlo, apreciarlo, etc.

En ninguno de mis tres encuentros con Paco lo escuche decir que hacia algo para transformar su vida profesional, que estudiaría un MBA para tener mejores herramientas para ser un mejor profesional, para estar en posición de tomar nuevos retos, nuevas aventuras, nada…., todo eran circunstancias y condicionamientos externos, miedo ante las posibles decisiones de otras personas, su jefe, la corporación, etc.

Hay edades en las que obliga un autoexamen, más cuando te acercas a la edad de la madurez, si estas rondando los 40´s es más obligado que te hagas esas preguntas difíciles:

¿Eres feliz con tu actividad profesional?

¿Tienes un prestigio ganado con el tiempo en los ambientes donde desarrollas tu actividad?

¿Para qué cosas eres realmente bueno, con verdadera competencia profesional?

¿Cuáles son los rasgos más característicos de tu personalidad?

¿Estás actualizado en los temas base de tu profesión? ¿Estudias o lees con frecuencia?

¿Qué tal tu ortografía, tu capacidad de redacción, tu cultura general?

¿Tienes buenos hábitos de trabajo?

¿Te has descuidado en la salud?

¿Haces algo de deporte?

Este autoexamen te servirá para darte cuenta si tienes asignaturas pendientes, sin pensar que es demasiado tarde, nunca es demasiado tarde para darle un giro a tu vida profesional y por ende a tu vida personal también.

Estamos en una época en la que la esperanza de vida es mayo que cuando nacimos; nadie tiene la seguridad, pero la probabilidad dice que viviremos 70 u 80 años, así que queda la mitad de tu vida para intentar nuevamente el camino en el que consideras tienes más talento.

Tener un trabajo o alguna ocupación profesional remunerada no es suficiente, es necesario preguntarse en cómo lo realizas, ver si es necesario ajustar algunas formas o modos de hacer, si tienes que trabajar más horas, si tienes que trabajar mejor, si tienes que cuidar la puntualidad, si necesitas estudiar sobre nuevas técnicas o cambios legales en los mercados en los que te desarrollas, hoy la única constante es el cambio! Nada permanece estático, necesitas ser hombre de tu tiempo, intentar ser el mejor en lo que haces o navegarás en la mediocridad.

 No dejes que las circunstancias te lleven, conviértete en protagonista de tu futuro, decidiendo hacia donde quieres ir y porque razones para ser verdaderamente feliz con lo que haces, de otra forma serás un tipo amargado que tenga muchas explicaciones para decirle a los demás porque las cosas no suceden como él quiere.

El proceso para lograrlo no es sencillo:

1)      Autoexamen

2)      Ponerse una meta grande, como vas a cambiar el mundo, o al menos “tu mundo”

3)      Tomar decisiones: meterse a un curso, aprender otro idioma, meterse a una maestría, mejorar ortografía, leer al menos 10 libros al año, buscar un nuevo empleo o bien emprender algo si esa es tu vocación, nunca es tarde, depende de ti.

4)      Perseverar, surgirán mil y un razones para detenerte.

5)      Atrás ni pa´tomar vuelo

6)      Definir aquellas razones para las que eres muy bueno, afinarlas.

7)      Comenzar un plan para decirle al mundo lo que estás haciendo, con la ilusión del que se juega la vida en ello

Si estas convencido de tu cambio comenzaras a enamorar a los demás con tus ilusiones y tu deseo de superación, lo demás saldrá solo, seguramente provocarás que alguien te compre, que te diga que pueden hacen juntos. A partir de este momento ya no venderás, alguien te comprará.

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup

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