Me llamó la atención que las
razones que me dio de su proyecto de cambio obedecían a circunstancias
externas, a razones económicas, a falta de crecimiento en la jerarquía de la
empresa y a prevenir cierta incertidumbre de quedarse sin empleo. Pensaba hacia
mis adentros que su postura era prudente, no están los tiempos como para perder
un ingreso estable, pero me quedó un sabor de boca de que estaba siendo
reactivo, que realmente él no quería cambiar, que lo estaban obligando las
circunstancias. Al poco tiempo parece que el riesgo en la compañía en la que
trabajaba disminuyó notablemente cuando se anunció la reestructura, no lo
despidieron y siguió trabajando en esa empresa.
A los pocos meses, coincidí
nuevamente con él, y me comentó que estaba por entrar a hacer un MBA para
intentar colocarse mejor, pedir mejor salario y esperar a que después de tener
un grado académico mayor pudiera aspirar a un ascenso en la jerarquía organizacional,
sin embargo seguía pensando que su jefe era un papanatas y que el trabajo era
igual de aburrido que siempre. Se despidió diciendo: “uno tiene que esforzarse
por venderse mejor, para salir en la foto de los aumentos y de los ascensos”.
Como por arte de magia, “su ciclo no había terminado todavía en ese lugar”.
Nuevamente me dejó un sabor de boca que eran nuevamente las circunstancias las
que lo estaban conduciendo, que él no quería cambiar, que eran los demás lo que
debían promoverlo, apreciarlo, etc.
En ninguno de mis tres encuentros
con Paco lo escuche decir que hacia algo para transformar su vida profesional,
que estudiaría un MBA para tener mejores herramientas para ser un mejor
profesional, para estar en posición de tomar nuevos retos, nuevas aventuras,
nada…., todo eran circunstancias y condicionamientos externos, miedo ante las
posibles decisiones de otras personas, su jefe, la corporación, etc.
Hay edades en las que obliga un autoexamen,
más cuando te acercas a la edad de la madurez, si estas rondando los 40´s es
más obligado que te hagas esas preguntas difíciles:
¿Eres feliz con tu actividad
profesional?
¿Tienes un prestigio ganado con
el tiempo en los ambientes donde desarrollas tu actividad?
¿Para qué cosas eres realmente
bueno, con verdadera competencia profesional?
¿Cuáles son los rasgos más
característicos de tu personalidad?
¿Estás actualizado en los temas
base de tu profesión? ¿Estudias o lees con frecuencia?
¿Qué tal tu ortografía, tu
capacidad de redacción, tu cultura general?
¿Tienes buenos hábitos de
trabajo?
¿Te has descuidado en la salud?
¿Haces algo de deporte?
Este autoexamen te servirá para
darte cuenta si tienes asignaturas pendientes, sin pensar que es demasiado
tarde, nunca es demasiado tarde para darle un giro a tu vida profesional y por
ende a tu vida personal también.
Estamos en una época en la que la
esperanza de vida es mayo que cuando nacimos; nadie tiene la seguridad, pero la
probabilidad dice que viviremos 70 u 80 años, así que queda la mitad de tu vida
para intentar nuevamente el camino en el que consideras tienes más talento.
Tener un trabajo o alguna
ocupación profesional remunerada no es suficiente, es necesario preguntarse en
cómo lo realizas, ver si es necesario ajustar algunas formas o modos de hacer,
si tienes que trabajar más horas, si tienes que trabajar mejor, si tienes que
cuidar la puntualidad, si necesitas estudiar sobre nuevas técnicas o cambios
legales en los mercados en los que te desarrollas, hoy la única constante es el
cambio! Nada permanece estático, necesitas ser hombre de tu tiempo, intentar ser
el mejor en lo que haces o navegarás en la mediocridad.
No dejes que las circunstancias te lleven, conviértete
en protagonista de tu futuro, decidiendo hacia donde quieres ir y porque
razones para ser verdaderamente feliz con lo que haces, de otra forma serás un
tipo amargado que tenga muchas explicaciones para decirle a los demás porque
las cosas no suceden como él quiere.
El proceso para lograrlo no es
sencillo:
1) Autoexamen
2) Ponerse
una meta grande, como vas a cambiar el mundo, o al menos “tu mundo”
3) Tomar
decisiones: meterse a un curso, aprender otro idioma, meterse a una maestría,
mejorar ortografía, leer al menos 10 libros al año, buscar un nuevo empleo o
bien emprender algo si esa es tu vocación, nunca es tarde, depende de ti.
4) Perseverar,
surgirán mil y un razones para detenerte.
5) Atrás
ni pa´tomar vuelo
6) Definir
aquellas razones para las que eres muy bueno, afinarlas.
7) Comenzar
un plan para decirle al mundo lo que estás haciendo, con la ilusión del que se
juega la vida en ello
Si estas convencido de tu cambio
comenzaras a enamorar a los demás con tus ilusiones y tu deseo de superación,
lo demás saldrá solo, seguramente provocarás que alguien te compre, que te diga
que pueden hacen juntos. A partir de este momento ya no venderás, alguien te
comprará.
Jorge Peralta
@japeraltag@innovadisrup
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