En un ambiente de negocios tan
competitivo, cuando las empresas llegan a cierto nivel de éxito, surgen
numerosas iniciativas para lograr mejoras incrementales en su desempeño, y
surge la palabra mágica llamada eficiencia.
Todo se empieza a mover con el objetivo de buscar eficiencias, y así irle ganando
poco a poco mayor beneficio a través del ahorro en costos y gastos.
Esta búsqueda de eficiencia puede
en cierta forma limitar las capacidades de innovación en las empresas, en
primer lugar porque no se quiere gastar en nada que se salga de lo establecido
y se rechaza todo aquello que genera incertidumbre. Nada que se salga del
presupuesto y que nos lleve a correr riesgos es bien visto porque no genera
eficiencias.
Clayton Christensen en su famoso
y estupendo libro “The innovator´s Dilemma”, señala dos formas de innovar:
1) Innovación
Continua o incremental, en la que se plantea como un producto o servicio
manteniendo sus principios básicos de funcionamiento puede ir mejorando su
rendimiento, básicamente por mejores costos, mayor durabilidad, mayor
disponibilidad o mayores volúmenes lo que trae repercusiones en sus costos.
2) Innovación
Disruptiva. Es la que se plantea como resolver un problema existente con una
aproximación y foco completamente diferente al paradigma imperante. En el corto
plazo se tienen más incertidumbres que certezas respecto a si esa alternativa
funcionará o no, lo que lleva a incrementar sus niveles de riesgo pero que puede abrir ventanas que mejoren de
forma sustancial la manera en que se resolvían hasta entonces.
Las empresas nos concentramos en
el hoy para defender la forma en la que actualmente ganamos dinero. Hemos
diseñado una organización adecuada para soportar la forma en la que actualmente
se ha diseñado el modelo de negocio. Es de sentido común que se cuide todo ello
porque es la manera en la que se obtienen resultados, y TODOS vivimos de los
resultados. Sin embargo hasta que punto esa “defensa” del presente ¿nos hace
perder el futuro?
Hoy se suele decir que la única
constante en el mundo de los negocios es el cambio, sin embargo el cambio es
algo que todo mundo quiere pero que todos le temen, seguramente por lo que
implica cambiar: salir de tus costumbres, de tu seguridad, de tu zona de
confort…….
Incluso la innovación continua o
incremental, es un tema que hasta tiene buena prensa porque te lleva a ir
mejorando tus “eficiencias” lo cual es deseable y hasta necesario incentivar.
Te permite estar muy atento a lo que el “cliente” va pidiendo y escuchando para
donde van los intereses de ellos que son o al menos deberían ser también nuestros
intereses.
El asunto es que en estos tiempos en los que
la tecnología va un paso adelante, los ciclos de negocio son más cortos y los éxitos
de duración más efímera, razón por la cual no se puede estar tranquilo de que
el modelo exitoso lo será por mucho tiempo; es necesario entrar a esa dinámica
de cambio constante.
¿Nuestras organizaciones están
preparadas para cambiar? En la medida en la que se va logrando el éxito se es
menos propenso a cambiar, más resistente a salir del cambio y no todas las personas
están preparadas para ello; es más me atrevería a decir que los tipos que se
atreven a promover cambios no siempre son bien vistos en las organizaciones,
resultan tipos incómodos porque plantean cosas que generan incertidumbre, y ¿a
quién le gusta la incertidumbre? En las organizaciones jerárquicas, suele
suceder que se privilegia más la antigüedad y el no generar conflictos que el
aportar ideas transformadoras, situación que promueve ocultamente una “cultura
del nado de muertito” ”el que haga menos olas es el que sale en la foto”
La innovación disruptiva se
convierte entonces en un tema para valientes, para aquellos que le quieren
apostar al futuro aún con la incertidumbre que trae, porque será la única forma
de garantizar que un modelo de negocio perdure en el tiempo, también será la
única alternativa que tendrán las nuevas empresas de competir en mercados
maduros y también la única forma en la que las empresas pequeñas podrán
competir contra los monstruos líderes de su sector.
Es usual pensar que solo las
nuevas empresas nacen diseñadas para esos procesos de cambio, dada su agilidad
por tamaño, foco, tecnología y cultura organizacional, tal vez son más ágiles
para aprovechar esas oportunidades que plantea la dinámica poblacional y las
tendencias de consumo, pero no es así, las grandes también pueden, la
innovación no es un tema de tamaño sino de visión.
¿Qué pasa con las empresas
grandes, exitosas que hoy se encuentran en la cumbre de sus sectores, con un
liderazgo claro en su mercado?, ¿Cómo enfrentarán el futuro? ¿Llegará un
startup y les comerá el mandado? Tal vez sí, pero también hay que reconocer que
tienen todo para ganar la batalla si dentro de su organización son capaces de transformarse,
sin embargo como conciliar esta necesidad de cambio con el status quo que han
generado, ¿Cómo lograrlo?
Tal vez será necesario plantear,
en esas grandes empresas, como pueden armar equipos de trabajo dentro de la
misma organización (pero con la debida y necesaria independencia), que
funcionen como un startup, con todas las virtudes que puede tener una pequeña organización
y que no se contaminen por la burocracia que toda gran organización genera
necesariamente.
Si contratan algunos
emprendedores e innovadores que transformen a la organización desde dentro, generando
el modelo de negocio del futuro, tendrán posibilidades de sobresalir y
mantenerse en el liderazgo por mucho tiempo porque serán capaces de
reinventarse. Esta puede ser una interesante alternativa.
Es necesario replantear cuáles
son esos objetivos fundamentales para cuidar el presente, buscar toda la
rentabilidad que sea posible, pero también plantar objetivos de más largo
alcance que te lleven a preguntarte sobre tu posición competitiva futura,
entender para donde va la industria, etc. Necesario cuidar el presente y
también construir el futuro.
No siempre buscar la eficiencia
te lleva por el camino correcto, solo un líder con la visión adecuada podrá
decidir cuándo si y cuándo no. ¿Y tú, buscar innovar o ser eficiente?
Jorge Peralta
@japeraltag@innovadisrup
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