sábado, 23 de marzo de 2013

¿Sabes descansar?


Se vienen unos días de asueto obligatorios, y no precisamente son obligatorios porque los marque la ley, sino porque descansar en estos días es una costumbre arraigada, al menos en el mundo occidental y en particular en aquellos que todavía mantienen sus raíces cristianas. Aún cuando quisieras trabajar, prácticamente no encuentras a nadie, los bancos cierran y se disminuye la actividad económica de forma notable.

Si bien son días de reflexión, muchas personas los aprovechan para tomarse unos días de vacaciones en la playa o en otros lugares alejados de las grandes concentraciones urbanas. Sin embargo, cuantas veces nos ha pasado que después de esos días de vacaciones regresamos más cansados de lo que nos fuimos, tan es así que se requieren un par de días más para descansar de las vacaciones, y lo peor es que a los pocos días de regreso a la normalidad todo vuelve a como lo era antes.

El cansancio no sólo es físico, también es una posición psicológica de falta de motivación para tu actividad profesional. Si disfrutaras tu ocupación profesional, el cansancio físico puede aparecer pero este se remedia con un poco de sueño reparador, además de que siempre existe un motivador para sacar adelante cualquier situación que se fundamentan en el gusto por hacer lo que haces.

Te has preguntado alguna vez que si ¿lo que haces te apasiona?, sino es así, se debe a que ¿has perdido la pasión por ello por un periodo de poco éxito en tus gestiones? o ¿más bien que nunca has tenido suficiente pasión por ello y tu trabajo profesional se convirtió en un mero instrumento para la obtención de recursos económicos?

Son temas que requieren reflexión y esos días de semana santa serían propios para preguntarte en la soledad si eres la mejor versión de ti mismo, si haces lo que te apasiona, o si te apasionas por lo que haces al menos, o bien si estas navegando en los mares de la mediocridad, donde no eres el peor pero tampoco el mejor.

Muchas veces necesitas un disparador para reflexionar sobre esos temas en los que tal vez te hayas dejado llevar por la costumbre, y es momento de preguntar a alguien que pueda inspirarte, de buscar un buen libro, de disfrutar la naturaleza y de buscar y encontrar las razones para hacer lo que haces y si esas razones son suficientes para inspirar una vida.

Un buen libro, una buena plática, unos ratos de silencio, un rato para hacerle compañía a los que queremos y “perder” el tiempo de una forma productiva. Es tiempo de crecer para dentro, de conocerte más, de recuperar fuerzas para comenzar de nuevo.

Espero que en una semana regreses con nuevos bríos para retomar tu actividad y para que la inspiración pueda fluir nuevamente en un terreno fértil. Recuerda lo que decía Picasso: “la inspiración existe pero te debe encontrar trabajando”.

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup

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