Existen organizaciones que prefieren a los mediocres leales que a los
brillantes críticos. Cuando esto sucede es una señal clara de que los
liderazgos están flaqueando de su principal objetivo que es hacer que las cosas
pasen y construir el futuro es un tema clave en cualquier organización.
Necesitamos del liderazgo para avanzar, para marcar la pauta para superar
las dificultades, para plantearse nuevos retos, en resumen para aportar la
inspiración suficiente para salir de la zona de confort. Nadie mejor que un líder
puede adentrarnos por los caminos desconocidos que nos llevan a nuevas
oportunidades, a nuevas metas, a caminos no explorados todavía. Para recorrer
la ruta conocida el líder se vuelve menos necesario, con un buen operador que
sepa guiar por el camino conocido será suficiente; sin embargo el camino del
crecimiento esta con los NO clientes, y eso requiere de meterse en territorios
desconocidos.
El management tradicional está enfocado en el “core”; por esta razón, es
frecuente que las planeaciones estratégicas de las organizaciones se centren en
la explotación del modelo de negocio conocido y ver más allá les cuente un poco
más. Es común que los equipos directivos no quieran salir de su zona de confort,
de lo que les da seguridad y prefieran dedicarse a eficientar la ejecución.
Tampoco se trata de dar pasos al vacío, pero si de abrirse a la posibilidad
de explorar nuevos caminos; sin embargo este foco requiere de un mindset
diferente, mucho más enfocado en el descubrimiento y para los directivos
requiere de un esfuerzo adicional. Para ir por esos nuevos caminos se requieren
líderes que estén en posibilidades de cuestionar el status quo de la organización,
que sepan ver más allá de lo obvio, encontrando oportunidades donde los demás sólo
ven riesgos y dificultades. Debemos ver la crítica y la discrepancia como un oportunidad para dialogar y para colaborar.
Existen personas que funcionan como estatuas en la organización, les gustan
las rutinas, las costumbres, las tradiciones, con un énfasis en el pasado y en
lo interno, cuando las oportunidades muchas veces están afuera y pensando en el
futuro. Si bien es cierto, se trata de personas eficaces que aportan su valioso
trabajo a la organización pero que no son capaces de salirse del scrip, en primer
lugar porque sus incentivos están puestos en la ejecución eficaz y en segunda
porque meterse en caminos de innovación es cambiar las reglas, y eso no le
gusta a la mayoría.
Para plantear esos nuevos retos existen personas que tienen un perfil más
diseñado para los cambios, para meterse en caminos de incertidumbre. personas no siempre son bien vistos por la
organización, en ocasiones chocan con las estructuras, con los procedimientos
establecidos, con las políticas anticuadas y se vuelven un peligro para el
startus quo.
Si tienen la desgracia de tener jefes medianos con poca visión y que se
sientan amenazados por el talento y por el cambio, prefieren moverlos de posición
o mejor transferirlos a otras áreas o en el peor de los casos prefieren
prescindir de ellos. En ese tipo de organizaciones son mejor vistos los mediocres
leales que los brillantes críticos.
Nos da tanto miedo el cambio que, como decía la sabiduría popular, es mejor
bueno por conocido que bueno por conocer, y se aplica a todas las actividades
humanas, la empresa no es la excepción. Es mejor el ejecutor eficaz que el que
se hace preguntas de fondo, es mejor el que cuida el status quo que el que
busca el cambio, es mejor pasar desapercibido que cuestionar las formas, las
metas, los resultados. Es mejor la continuidad que el cambio, o por lo menos es
menos incómodo.
Hacer convivir los perfiles que están centrados en el “core” y aquellos que
son necesarios para el cambio requieren de un liderazgo ambidiestro y de jefes
con seguridad en si mismos y confianza en que ellos deben gestionar la organización
para nuevos retos. Trabajar en la diversidad y combinar de forma eficaz el
mindset en la ejecución del core y del descubrimiento de las nuevas
oportunidades requiere de capacidades directivas ambidiestras que actualmente
no son lo más común.
Jorge Peralta
@japeraltag
@idearialab
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