Sin acción no hay transformación. Aun cuando estemos inundados de
literatura sobre innovación y muchas organizaciones estén buscando incluir al “bicho”
de la innovación en sus estructuras porque es “bueno” hacerlo, porque “todos lo
hacen”, etc., la realidad es que se trata de un tema que todos traen en la boca,
pero pocos pueden hacerlo realidad.
Lo mismo pasa en los ambientes académicos, programas y sesiones sobre temas
de innovación abundan, pero pocos te dan las herramientas para realmente volver
operativa la innovación en la organización. Las aulas abundan los ejemplos de
emprendedores Premium como Musk, Jobs, Branson y de empresas tecnológicas
globales, así como casos de Apple, Facebook, etc., que nos inspiran, pero al
salir de esas sesiones no sabemos hacer que hacer con tanta inspiración.
Suele suceder que al regresar a la empresa surjan las decepciones ya que ni
yo soy Jobs ni mi empresa es Apple; cuando la estructura de mi organización,
mis colaboradores, mis procesos y mis recursos requieren reinventarse, pero lo
veo cuesta arriba porque no tengo ni las herramientas, ni el tiempo, ni el
conocimiento ni el capital que supongo todo aquello va a requerir.
Pasar de las ideas a la acción es sumamente difícil y sólo se logrará si se
cumplen al menos cinco condiciones:
- Tener un propósito que te inspire
- Equipo con habilidades para la innovación
- Contar con método y herramientas
- Actitud
- Superar las inercias
Para que estas condiciones se cumplan la actitud es básica y comienza por
aceptar que la realidad ha cambiado y continuará cambiando lo que nos debe
convencer de que nosotros debemos cambiar también.
Durante estos años que hemos estado juntos, tú querido lector y yo desde
este lado, he tenido la intención de poner mi grano de arena en tu proceso de
reflexión respecto al cambio e impulsarte a la acción. Hoy cumplimos 6 años
entregándote unas líneas cada semana buscando
provocarte y empujarte a la acción.
Me acuso de que mi pensamiento radical en ocasiones me traiciona e intento
pensar al extremo para provocarte, para buscar en ti reacciones e impulsarte a
que te decidas a cambiar. En estos años hemos tenido de todo, comentarios,
herramientas, anécdotas de viajes de eventos, experiencias de clientes, alegrías
y frustraciones, buscando que en alguna de ellas te veas reflejado, te provoque
la reflexión y busques dar un siguiente paso, el de la acción.
Estoy convencido de que muchas organizaciones no crecen o están en un
camino de muerte lenta porque no quieren cambiar o porque se han convertido en
uno más, y cuando una organización se acomoda y deja de competir se debe a que
sus cabezas han pactado con la mediocridad consciente o inconscientemente. A
las personas no nos gusta cambiar, preferimos el camino conocido, pero sin duda
este es un camino que nos lleva tarde que temprano a la obsolescencia.
Te doy las gracias por acompañarme fielmente estos seis años, confío en
tener más motivos en el futuro para seguir tocando a tu puerta compartiendo la
ilusión por salir la comodidad y pensar; recuerda que pensar es gratis y
seguimos teniendo todo por hacer. Tenemos ante nosotros una gran cantidad de
oportunidades, pero muchas veces no las vemos, otras no las entendemos y en
otras no estamos dispuestos a pagar el precio para lograrlas, sin embargo sin
acción todo que se quedará en buenas intenciones.
Dios nos ha hecho únicos, aptos para pensar de forma original, ser únicos y
diseñar una y mil soluciones a los problemas que se nos presentan; y si Él nos
ha hecho originales ¿Por qué algunos se empeñan en ser copias? Más aún en
nuestros países latinoamericanos nos cuesta mucho pensar base cero y preferimos
alternativas probadas en el primer mundo aunque muchas veces no puedan
aterrizarse en nuestras circunstancias. La originalidad no es un solo una
posibilidad, es una decisión personal, los límites los pones tú mismo.
No obstante, después de hacer el esfuerzo por pensar y e intentar ser
originales, el problema no termina ahí, sino en cómo pasar de las ideas a la
acción, para lo cual te recomiendo mantengas en la cabeza esas cinco
condiciones que te mencionaba anteriormente:
- Tener un propósito que te inspire
- Equipo con habilidades para la innovación
- Contar con método y herramientas
- Actitud
- Superar las inercias de la organización
Inténtalo y veras los resultados…
Muchas gracias
Jorge Peralta
@japeraltag
@idearialab
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