domingo, 15 de abril de 2018

Barreras para la innovación

Todo mundo habla de innovar, pero como un buen tema de conversación porque en realidad no es un tema cómodo. Existe la esperanza de innovar, pero simultáneamente se mantiene la inercia del pasado que nos invita a la continuidad, aunque no sea el mejor escenario. En muchos casos se prefiere el “malo por conocido que lo bueno por conocer”. Se habla mucho de aprovechar la incertidumbre del entorno cambiante, pero nos gusta más la experiencia porque la incertidumbre nos da miedo. Nos gusta el cambio, pero el que se da en otros no en nuestro entorno.

Somos muy curiosos, queremos todo lo bueno que trae el cambio, pero no queremos pagar el precio del mismo. Queremos limitar la incertidumbre, pero maximizar las ganancias, cero riesgos y además no nos gusta esperar, queremos el fruto casi inmediato. Esas fórmulas no funcionan en la realidad, pero a las personas las cautiva: aprende inglés sin estudiar, baja de peso sin dejar de comer, y un largo etcétera.

En cualquier organización la innovación encuentra barreras, cuesta mucho el cambio y no se resuelve poniendo “áreas o departamentos de innovación” que terminan siendo unos elefantes blancos en medio de la sala. La innovación no se logra “departamentalizándola” se logra cuando forma parte del día a día de la organización y para eso se enfrentan típicamente algunas barreras que intentaré describirte:

1. Falta de ambiente adecuado. Suelo hablar de las organizaciones barrocas, de aquellas en donde la forma importa más que el fondo, dónde las gerencias o quienes dirigen tienen un oficio más político que empresarial; aquellas donde se cuida como se dicen las cosas porque algunos se pueden ofender, aquellas donde importa más el jefe que el cliente; aquellas en las que la toma de decisiones es vertical, aquellas donde nada se mueve sin la autorización del jefe, aquellas en las que se busca gente pequeña que no busque discrepar sino que sepa obedecer; aquellas donde se requiere que las personas ejecuten y no piensen ni se salgan del redil.

En esas organizaciones la innovación es muy complicada porque no se tienen las condiciones propias para el error sin riesgo y donde equivocarse es perder el puesto o sufrir un daño económico. Sin un ambiente adecuado para pensar en el futuro incierto que todos los sectores tienen, se sufre de un aferramiento al hoy perdiendo el futuro.

2. Falta de una estrategia empresarial sólida que integre un propósito claro con las razones para innovar. Si se hace por moda es mejor no innovar, es demasiado riesgo sino hay un propósito inspirador. Tampoco habrá innovación sino hay dedicación y si el tema no esta dentro de las prioridades de quien toma las decisiones.
Estas dos primeras barreras dependen en un alto porcentaje de quienes ocupan la alta dirección. Cuando una organización no es capaz de innovar no es por su personal operativo, la causa principal esta en sus equipos directivos y/o propietarios.

3. Falta de un modelo de innovación. El modelo se integra de tres elementos fundamentales:
Metodología, herramientas y métricas; sin ellas, la innovación será un buen deseo y un gran consumidor de presupuesto sin fruto.

4. Falta de un equipo de desarrollo de proyectos. Este equipo, que puede ser muy pero muy pequeño, pero con la responsabilidad de gestionar los nuevos proyectos, debe estar diferenciado del equipo de operación porque el mindset de la operación (eficiencia) es diferente del mindset de la innovación (descubrimiento de oportunidades). Esa dualidad es lo que algunos (incluido mi buen amigo Jorge Zavala) le llamamos equipos con habilidades ambidiestras.

Los que desarrollan un proyecto pueden tener varios perfiles, pero es muy conveniente cubrir tres, no necesariamente tres personas o incluso, no necesariamente de tiempo completo, dependerá en mucho de la naturaleza de los proyectos. Esos tres son: 
1)   Una persona con perfil de gestión de proyectos y conocimiento de PMI
2)   Un thinker que tenga conocimiento sobre metodologías de innovación como Desgin Thinking, Open Innovation, scrum, etc.
3)   Una persona con conocimiento técnico sobre el área en cuestión.

Todos los proyectos de innovación requieren de eliminar estas barreras porque de otra forma sus esfuerzos no serán recompensados en la medida de sus expectativas.

5. Falta de tiempo y recursos específicos para la innovación. Si no se entiende la innovación como un tema que requiere dedicación y esfuerzo, los resultados no serán relevantes.

Esas barreras son naturales, todas las organizaciones las tienen, el arte consiste en irlas desarmando poco a poco; lo más importante es tener un propósito grande y claro que inspire a todos. Los miedos estarán ahí, pero las ganas de avanzar serán mayores que los miedos y los resultados llegarán.

Jorge Peralta
@japeraltag


@idearialab

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