domingo, 29 de abril de 2018

Inspiración, transformación, innovación. Un trío que va siempre de la mano


Toda innovación implica un riesgo porque lleva a modificar el status quo y en la mayor parte de los casos es una minoría que reta a una mayoría que prefiere no cambiar. Esa minoría requiere en muchas ocasiones de ser inspirada para lograr sus metas; sin la inspiración, dar el primer paso puede ser una montaña inmensa y requerimos del apoyo de otros para vencer el miedo, para correr el riesgo para controlar nuestro miedo a la incertidumbre.

La inspiración es esa fuerza adicional que en ocasiones tiene un impulso externo que detona internamente la fuerza para vencer la resistencia a la acción. La inspiración tiene la capacidad de mover, de vencer los miedos, la pereza, la falta de recursos para lograr que la persona de un paso adelante para lograr sus objetivos. Si bien la pura inspiración no siempre es suficiente, contar con ella en los momentos de dificultad suele ser oro molido.

Luego entonces entenderemos la inspiración como ese impulso que recibe la persona como un estímulo espontáneo que mueve a la acción

Parece que la esencia del cambio de rumbo no depende del entrenamiento o de las capacidades normales, es una “fuerza” que nos lleva un poco más allá de las capacidades naturales, que perfecciona nuestra actuación o nos lleva a un cambio de rumbo al que naturalmente nos resistíamos por el esfuerzo que implica.

Esa fuerza requiere de nuestra disposición interior para no acallarla, al menos de estar abiertos a cuestionarnos si podemos dar más de lo que estamos dando, si estamos avanzando o estamos entrando en zona de confort, si nos exigimos para volar alto o estamos comenzando a volar bajito porque así nos sentimos más seguros.

Es tal el interés por la inspiración como tema de estudio que numerosas iniciativas alrededor del mundo lo han puesto como el centro de su actividad, como por ejemplo el coaching, libros de autoayuda, programas de radio, programas de capacitación, otras vertientes de empoderamiento cognitivo que buscan elevar el estado emocional de las personas comunes como un paliativo para disminuir sus frustraciones se han vuelto de uso común.

Sin embargo, vivimos en una cultura superficial que nos hace creer que las metas se pueden lograr sin esfuerzo, “baje de peso sin dietas y sin ejercicio” son recetas que reflejan la oferta que es comprada por muchas personas. Esta tendencia ha contribuido a la generación de encantadores de serpientes modernos que piensan que la inspiración será suficiente para resolver toda clase de problemas y la realidad no es tan simple. La inspiración es un gran apoyo pero no lo es todo.

Los cambios requieren de inspiración, porque implican un cambio de hábitos, implican esfuerzo y sin el impulso de una inspiración que mueva es muy difícil lograrlo, los miedos nos atrapan. Sin cambio de hábitos, la inspiración se vuelve efímera y sin efecto real en los resultados concretos, por eso es importante que la inspiración llegue al corazón, pase por la mente para hacerlo propio y racional para posteriormente llegar a las manos; inspiración que no te lleva a la acción es el mejor alimento para el desanimo y para generar una costra en el espíritu que la vuelve más reacia a cualquier cambio.

Necesitamos líderes que sepan llegar al corazón, pero necesitamos también apoyos para pasar de la emoción a la acción definiendo con claridad los impactos deseados, un método para lograrlos y una métrica para conocer los avances.

La inspiración nos hace mejores personas, nos hace avanzar, adquirir virtudes, nos permite inspirarnos y nos habilita las capacidades para también inspirar a otros, así que conforme pasa el tiempo en ocasiones se requiere inspirar y en ocasiones ser inspirado lo que lleva a que se alimente un circulo virtuoso de mejora constante.

En ambientes cambiantes la experiencia puede convertirse en una ruta que nos lleve a lugares donde no queremos, por ello es necesario analizar cada caso como único y reflexionar sobre la inspiración ¿Quién la necesita para moverse? ¿Quién estaría en condiciones de ofrecerla? Cada caso es único, porque las personas son únicas y requieres soluciones únicas, cada organización, cada persona lo requiere.

La inspiración requiere conocer al otro, amarlo en todas sus dimensiones, en ponerse en sus zapatos para entender con claridad como ayudarlo a lograr objetivos más grandes. Hace poco escuche de un discurso breve que la Madre Teresa de Calcuta tuvo en San Francisco, en el marco de una cumbre de liderazgo, cuentan que fue un discurso breve pero que conmovió a la audiencia:

“si quieren ver cambio en sus organizaciones necesitan conocer y amar a su gente, porque si no conocen a su gente no habrá confianza, y si no hay confianza la gente no asumirá riesgos, y si no asumen riesgos no habrá cambio”.
Madre Teresa

Si quieres un cambio verdadero la inspiración es un elemento indispensable. La inspiración mueve conciencias, logra cambios en las personas, lleva a un cambio de hábitos, transforma, comienza por el corazón pero te lleva necesariamente a la acción.

Jorge Peralta
@japeraltag

@idearialab

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