Es común que el emprendedor
busque socios al iniciar una nueva aventura, pienso que en la mayor parte de
los casos es para compartir el miedo de comenzar y también por compartir la
ilusión que nos hace el nacimiento de una nueva empresa.
El hombre por naturaleza es
social, necesitamos compartir nuestras alegrías y nuestras tristezas, cuando
algo negativo nos pasa solemos comentarlo con nuestros amigos, lo mismo hacemos
con una buena película, comentamos en la primera oportunidad lo “buena” o lo “mala”
que estuvo.
Con los negocios para algo
similar, comenzamos a comentar de nuestra “nueva idea de negocio” en algunas
reuniones con nuestros amigos y no falta aquel que nos dice que le gustaría
acompañarnos, siempre da mucha alegría saber que nuestra locura se le puede
pegar a alguien o que somos tan buenos vendedores que aunque todavía no existe
nada algunos quisieran correr la aventura con nosotros.
También suele suceder que tenemos
amigos, ejecutivos exitosos de grandes corporativos que siempre han tenido el
deseo de comenzar algo, sin embargo no han tenido la oportunidad o no tienen la
capacidad de riesgo suficiente para perder todas las ventajas que representa tener
un buen empleo.
Sin embargo buscar socio es algo
más complejo, no necesariamente deben ser tus mejores amigos, ni tampoco tus
compañeros de tu empleo actual que juntos comenzaran algo que compita con la
empresa empleadora actual, ni tampoco tus hermanos, primos, compadres o
personas con algún otro parentesco, más aún, se vuelve más complejo asociarse
con cuñados! Porque más tarde que temprano estarás en boca de tu suegra por
motivos del negocio.
Tal vez la primera pregunta que
necesitas resolver es si necesitas realmente un socio. Necesitarás comenzar por
analizar si tienes suficiente experiencia en el sector, si has tenido
experiencia con la misma cadena de valor como cliente o como proveedor. La máxima
de un amigo empresario morelense en esta materia decía: “Nunca metas al capital
lo que puedas pagar y poner en la nómina”. Es muy distinto cuando conoces a
profundidad a un colaborador o compañero de trabajo actual que puedas
considerar para incorporarse a la sociedad en un tiempo prudente.
Posteriormente, será necesario
elegir una persona que te aporte algo más que dinero, será deseable que tenga
talentos complementarios al tuyo. Desde mi punto de vista las tres grandes
actividades básicas en la empresa en las que podrían resumir casi todas
independientemente del tamaño de la misma son:
1) Actividades
Comerciales. Principalmente vender.
2) Actividades
de Operaciones. Entregar lo que se vende.
3) Actividades
Administrativas de soporte. Todo lo que no es venta y entrega, como sistemas,
contabilidad, nóminas, etc.
Las personas normales son muy
buenas para una de estas tres, las sobresalientes para dos de tres, pero es muy
difícil ser bueno para las tres. Aún las personas buenas para las tres tendrán
uno de estos tres tipos de actividades con menos potencial, es justo ahí donde
necesitamos el complemento.
Es frecuente ver como un gran vendedor no tiene orden en el manejo de los dineros y se le puede dificultar cumplir con los tiempos de entrega, así es exitoso en la colocación los pedidos también puede "vender" posteriormente los cambios de fecha. En cambio hay otros que son muy ordenados, muy cumplidos, pero que se pueden tropezar con un cliente y no descubrirlo. Cada uno es valioso para la empresa con sus capacidades, ambos perfiles son necesariosTal vez comencemos por un buen empleado, pero si decidimos traer un socio o convertir un empleado en socio, será necesario que nos demos cuenta si transpiran la pasión con nosotros, se les va la vida con el resultado como a nosotros, si saben alegrarse con nosotros y sufrir con nosotros, si saben ponerse en último lugar junto a ti cuando hay que cobrar; en otras palabras descubrir si saben conjugar los verbos en plural, si es así estaremos frente a un socio excepcional. Si no es así, aunque sea nuestro hermano o nuestro amigo del alma, es mejor que los dejemos con ese estatus y no hagamos negocios con ellos, de otra forma, en un futuro cercano estaremos en el riesgo de perder un buen negocio, un socio y también a un amigo o a un hermano, y esos valen más que todos los negocios y todo el dinero del mundo.
Si estas pensando en buscar un
socio, es necesario que lo pienses bien y puedas pensar el tema con el corazón
y también con la cabeza.
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