Cuando comienza el mes de diciembre comienzan también las
felicitaciones y los deseos para que el próximo año este lleno de éxitos y
parabienes. Tal vez parezcan frases trilladas pero en la mayor parte de los
casos están detrás las buenas intenciones de que todo salga bien, como si fuera
algo absolutamente externo.
Si bien existen fuerzas externas, para los creyentes la
Providencia Divina y para los que no el destino o las fuerzas de la naturaleza,
en el resultado de nuestro año va un gran ingrediente del resultado de nuestras
propias decisiones. Somos lo que son nuestras decisiones y la manera en la que
enfrentamos las consecuencias de ellas en nuestra vida.
De nosotros depende que el resultado de una acción sea un
éxito o un fracaso y de nosotros depende la forma en la que procesemos ese
éxito o fracaso, que siempre son relativos, nada es para siempre, porque el
hombre siempre esta en proceso de perfección hasta el final de nuestros días.
Por ello quizá Albert Einstein escribió:
“Debe evitarse hablar a los jóvenes del éxito como si se
tratase del principal objetivo en la vida. La razón más importante para
trabajar en la escuela y en la vida es el placer de trabajar, el placer de su
resultado y saber el bien que hará a la comunidad”
La metodología Lean habla de construir, medir y aprender de la medición para construir nuevamente una versión mejor y así avanzar. ¿Qué pasaría si la aplicáramos a nosotros mismos? cada año daríamos pasos en el camino de nuestra perfección.
Es el último post de 2013 y quisiera reflexionar contigo sobre los aprendizajes que me dejó este año, así como plantear contigo mis objetivos para el 2014. Siempre es un compromiso ponerlo en público porque seguramente podrás preguntarme en diciembre de 2014 ¿avanzaste en el camino propuesto?
Es el último post de 2013 y quisiera reflexionar contigo sobre los aprendizajes que me dejó este año, así como plantear contigo mis objetivos para el 2014. Siempre es un compromiso ponerlo en público porque seguramente podrás preguntarme en diciembre de 2014 ¿avanzaste en el camino propuesto?
Mis
aprendizajes fueron los siguientes:
1)
Fortaleza. Siempre puedes un poco más. Justo
cuando las fuerzas están flaqueando y piensas que ya no puedes más, la realidad
es que se trata del desánimo que te lleva a ver la subida más empinada de lo
que es. Con mente fría, confianza en ti mismo y en la seguridad de tu rumbo
puedes superar muchas adversidades, más de las que te imaginas.
2)
Confianza. Debes confiar en las personas, pero
debes acertar en quien confiar. Porque, como dice el viejo dicho, “las cabras
siempre jalan pal monte”.
3)
Generosidad. Siempre da todo lo que puedas dar,
no te pongas medida. La generosidad siempre te regresa en la misma proporción
cuando menos lo esperas y cuando más lo necesitas
4)
Amistad. Dedícale tiempo a tus amigos, lo
necesitan y tu lo necesitas de ellos.
5)
Orden en tu mente. Establece tus prioridades,
primero Dios, luego tu familia, luego los demás, luego tú.
6)
Renueva. Deja atrás los paradigmas que te dieron
seguridad en el pasado, pero que ahora con una carga para que avances a nuevos
retos. No te detengas, ni pierdas los deseos de aprender siempre.
7)
Sin resentimientos. No guardes resentimientos,
como dice un buen amigo:
“Los
resentimientos son como un veneno que te bebes tú pensando que le harán daño al
otro” Francisco Ugarte.
Los resentimientos te restan energía, te llenan de tristeza
que no te deja nada bueno.
8)
Foco. El tiempo es escaso, si quieres de verdad
destacar concéntrate en aquellas cosas en las que puedes ser el mejor pero más
aún distinto a los demás y ahí construir tus ventajas competitivas.
9)
Se tú mismo. Toma de los demás todo aquello que
te lleve a ser mejor persona, pero sigue tu propio camino, siempre será lo
mejor para ti.
10) Hay que saber pagar el precio de seguir tu
camino, aún cuando tenga tramos de terracería, tienes un talento y una vocación
profesional que si la sigues serás feliz.
Después
de platicarte mis aprendizajes, mis propósitos para el 2014 son los siguientes:
1)
Priorizar tu agenda. Dedícale tiempo a lo
verdaderamente importante, tu familia va primero, tus amigos, tu actividad
profesional, el estudio, el descanso, tantas y tantas cosas que sabes necesitas
pero que vas postergando constantemente.
2)
La preparación no termina. Dedícale tiempo a
estudiar, con seriedad, no sólo el tiempo que te sobra, de otra forma comenzarás
a vivir de los éxitos pasados y de la mentira, tratando de improvisar o de usar
tus viejas fórmulas que posiblemente ya no apliquen, si no estudias terminaras
en la mediocridad.
3)
Trabajar con intensidad. Si bien es cierto que
cantidad no significa calidad, una mezcla entre ambas es necesaria. No
escatimes el tiempo que le dedicas a cualquier labor a riesgo de perder calidad
y por lo tanto prestigio. No hagas trabajos a medias, sin calidad, sin cuidar
los detalles.
4)
Desprenderse. Desprenderse de clientes, de
colaboradores, de conocimiento, etc. no te apegues a casi nada, de otra forma
perderás esa frescura que da la juventud de sentirse capaz de cualquier reto.
5)
Cuida el prestigio. Cuenta años ganarlo y se
puede perder en un tris. Involúcrate sólo en aquellos proyectos en los que
verdaderamente puedas aportar algo valioso, que no te gane el hambre, hay que
aprender a decir NO.
6)
Cuidar el descanso. En cantidad y en calidad
necesitas horas para reponer las energías, las físicas y las mentales,
descansando en aquellas cosas que te gustan y te aportan valor como leer un
buen libro, el contacto con la naturaleza, el cine, la música, etc.
7)
Vende bien. Dar el precio adecuado por el valor
adecuado siempre es un arte para dejar satisfecho a los que te pagan por tu actividad.
Ya que se acordó el precio dalo todo, más de lo que te han pagado, terminaras
cobrando siempre el agradecimiento que es más valioso que cualquier dinero.
8) Huye del vicio de la procastinación, postergando
para después lo que debes hacer hoy sin causa justificada.
9)
No pierdas independencia por dejar de ser quien
eres y dejar de querer lo que realmente quieres. No hipoteques tu independencia
por la seguridad que dan unos cuantos pesos.
10) No dejes de soñar, es el alimento que te permite
permanecer vigente y donde tomas fuerzas para continuar una y otra vez.
Quedan
unos cuantos días para terminar el año, revisa tus aprendizajes, plantéate
nuevas retos, nuevas metas. ¿Concebirías un piloto que al tomar su avión no
supiera a donde dirigirse?, tampoco tú lo debes hacer.
Muchas
gracias por ser parte de mi sueño. ¡Feliz 2014!
Jorge
Peralta
@japeraltag
@innovadisrup