Durante los últimos meses he visto la inquietud por muchas
organizaciones en capacitar a sus colaboradores; una labor necesaria si se
aprecia la gran cantidad de cambios que tiene el entorno y la necesidad que
tienen las organizaciones de transformar sus propuestas de valor, procesos
internos y estructura. Sin embargo, en muchos casos, el mundo de la
capacitación es un mundo que se esta estandarizando, es decir, existen ofertas
poco diferenciadas que están orientadas a temas clásicos del management.
Temas como calidad, servicio al cliente, ventas, se han vuelto
temas clásicos que muchas organizaciones lo ofrecen. Existen otros temas que se
han puesto de moda como el coaching, productividad, innovación que se han puesto
de moda. La mayor parte de las universidades en México y en Latinoamérica le
han dado a sus programas de formación empresarial un foco en estos temas nuevos
para no quedarse atrás y aprovechar su prestigio (bien ganado) en empujar estos
temas a través de sus equipos comerciales, sin embargo, esos programas cada vez
tienen menos diferenciadores, se parecen entre si y comienzan a competir por
precio.
Al revisar esos programas, y por comentarios de varios directivos
de RRHH están armados bajo conceptos de diplomados o seminarios que tienen un
gran número de horas de temas genéricos que en poco se aprovecha por los
participantes, en varios casos son temas clásicos que no aportan nada
diferenciador y que pudieran ser útiles como tema introductorio pero nada más.
¿Cuánto tiempo deben dedicar las organizaciones a la capacitación
cuando una buen parte de las horas que reciben no tienen contenidos pertinentes
ni actualizados? Haciendo una relación costo-beneficio no siempre tienen el
impacto deseado en los resultados de las organizaciones y tampoco en el
desarrollo de competencias de sus empleados.
Por esta razón la labor de RRHH de las organizaciones es ahora más
estratégica, las organizaciones son más dinámicas, menos jerárquicas, más
diversas y cada vez requieren trajes a la medida, ciertas horas de un tema,
otras horas de otro, temas que son transversales a la organización en funciones
y jerarquía pero en algunos otros casos son temas puntuales en los que conviene
una formación autodidacta o una guía personalizada que permita emplear el
tiempo necesario para lograr los objetivos planteados y no programas largos más
orientados a obtener un “papel” oficial que las competencias buscadas.
¿Estará llegando el tiempo en que el aprendizaje real se vuelva
más relevante que los reconocimientos oficiales de las instituciones
educativas? Si es así, estamos ante la puerta de un gran cambio de importantes
dimensiones que cambiará la formación de competencias empresariales.
Hoy es más conveniente pensar en que necesita cada una de las
personas que colaboran con nosotros y no buscar dar cursos genéricos solo para
que se aproveche y lo tomen más personas. Se ha vuelto muy conveniente armar
programas a la medida donde se haga una mezcla adecuada de temas orientados en
tres grandes temas: Competencias personales (resilencia, inteligencia
emocional, etc), formación en temas especializados según la ocupación
particular (finanzas, marketing ,etc) y competencias directivas (liderazgo,
trabajo en equipo, etc). Las personas autodirigidas requieren una adecuada mezcla
de las tres de forma continua, como una actividad constante y dosificada que no
distrae a las personas de su trabajo cotidiano, más bien forma parte de su
trabajo cotidiano.
Persona que no esta en una formación constante comienza por un
proceso de decadencia que lo lleva a la obsolescencia en un tiempo corto. Esta personalización obliga a un replanteamiento, no sólo de los planes de estudio sino de los métodos de aprendizaje, las herramientas didácticas, el perfil de los ponentes o profesores, las instalaciones, el uso de la tecnología. Hoy se aprende mejor de los testimonios que de las muchas letras, sin autenticidad no hay aprendizaje porque no hay una vivencia real que inspire al otro.
Muchas organizaciones dedicadas a la capacitación como tal desaparecerán
y quedarán solo aquellas que aporten un valor real en la transformación de las
personas, pensando de forma simultánea en el valor que reciben ellos como
personas y lo que obtienen sus organizaciones. Pareciera que la formación
enfocada esta ganando la partida. ¿Tú que opinas?
Jorge Peralta
@japeraltag
@idearialab.com
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