sábado, 14 de septiembre de 2013

Los planes de carrera y otros cuentos chinos

El manejo de la incertidumbre es una competencia que cada vez se ha vuelto más necesaria. Vivir en un ambiente de cambio constante, como lo es nuestro tiempo, obliga a enfrentarse a realidades que cambian más rápido que nuestra capacidad de planeación. El mundo de la empresa se ha vuelto más competido prácticamente en cualquier industria, razón por la cual, las empresas necesitan constantemente actualizar sus propuestas de valor y como consecuencia ajustar sus estructuras.

La flexibilidad se ha vuelto una competencia indispensable para los nuevos profesionales, la posibilidad de desempeñarse en labores distintas a las previstas inicialmente así como también aceptar responsabilidades no relacionadas con nuestros estudios se ha vuelto de uso común; adaptarse a las exigencias de un mercado cambiante exigen nuevas competencias y parece un lugar común hoy en día.

Ante esta realidad el rol de los departamentos de recursos humanos ha cambiado, herramientas como algunos test psicométricos, perfiles de puesto, indicadores de desempeño, retribución fija, etc., son un andamiaje conceptual aplicado a un paradigma que ya no existe. Los requerimientos de flexibilidad de horarios, trabajo en casa, trabajo sobre resultados, FreeLancers, etc., son parte del nuevo panorama de la vida profesional.

Hoy difícilmente se podrá elaborar un plan de carrera a una persona que ingresa a una organización, cuando la misma organización no tiene claro si esas funciones cambiaran en cierto tiempo, o bien si su estructura mantendrá su diseño en los próximos años. Efectivamente las personas necesitan ese camino seguro para no vivir bajo la sombra de la incertidumbre en su actividad profesional, sin embargo poner la seguridad en terceros por más honorables que estos sean, siempre tiene un alto grado de posibilidades de fracasar.

Todos buscamos seguridad, es una necesidad emocional que tenemos ligada a nuestro instinto de supervivencia; es normal y natural tener esa necesidad. El problema surge cuando ponemos la respuesta a nuestra necesidad en un terreno más incierto que el terreno propio. La única respuesta a la incertidumbre y los planes de carrera fallidos es una persona segura de si misma, de sus capacidades, de un potencial que se ejerce constantemente para construir  alrededor de él una vida profesional llena de reto.

Cada vez es más frecuente encontrarse con profesionales sobre-calificados para su actividad profesional y también encontrarse con cuarentones recién despedidos de sus organizaciones que al enfrentarse a un ambiente profesional sumamente competido, no cuentan con las competencias necesarias para encontrar una actividad con un ingreso equivalente al que tenían. Profesionales que con el paso del tiempo entraron a una zona de confort que los ha incapacitado para nuevos retos y que no se han provisto de los argumentos suficientes para generar un ingreso a la altura de sus capacidades y expectativas.

Tenemos la responsabilidad de cuestionarnos si las herramientas que nos servían de guía en algún momento para el desarrollo de nuestra actividad profesional siguen siendo vigentes, o bien si debemos de dar paso a nuevas formas que apenas están por construirse y que posiblemente debamos construir nosotros mismos. Los planes de carrera más efectivos son los que tus vas construyendo con el esfuerzo diario por cumplir tus metas y en no permitir que en ellas dejes de soñar.

Jorge Peralta
@japeraltag


www.innovaciondisruptiva.mx

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