sábado, 26 de diciembre de 2015

Solo los sueños grandes inspiran

Los últimos días del año siempre son un escenario para hacer planes sobre el futuro cercano. Sin embargo esos sueños pueden estar en los extremos de la realidad, o son tan pequeños que ni siquiera convendría mencionarlos ni planearlos sino ejecutarlos de inmediato o bien que volemos tan lejos y sin sustento que se queden en esos propósitos que nunca se realizan.

El tamaño de esos planes depende del tamaño de nuestros sueños, y el tamaño de nuestros sueños depende de lo decididos que estemos para afrontarlos o del miedo que nos de soñar. Emerson, un filósofo norteamericano decía:

“ El elemento que más batallas ha ganado al ser humano a lo largo de la historia es el miedo”.

Es el miedo el principal obstáculo para lograr nuestros sueños, es más, no solo para lograrlos sino también es un obstáculo para plantearlos, nos da miedo soñar y acabamos volando bajito porque todos nos invitan a ser “realistas”. En ocasiones necesitamos pensar fuera de la caja para pensar en algo grande, de otra forma estaremos pensando en mejorar marginalmente asuntos que a nadie le importan y en temas que no necesariamente nos hacen felices, sin embargo nos mantenemos en un ambiente en el que nos sentimos seguros, donde no corremos el riesgo de fallar.

Las personas que tienen miedo a cometer errores tienen más dificultad para aprender cosas nuevas o para buscar nuevos rumbos. Uno de esos miedos es el temor a la crítica, el temor a equivocarnos, el temor a ser señalado socialmente como un fracasado, como alguna persona que no esta cumpliendo con la expectativa que los demás tienen de él, su familia, el círculo social, las amistades, etc.

Ese espacio que existe entre nuestra realidad y el sueño es el que ocupa el miedo para no dejarnos avanzar, para no dejarnos soñar. Pensamos que la clave esta en adquirir nuevos conocimientos pero en la realidad el intelecto, la inteligencia analítica es muy  útil pero no lo es todo; los conocimientos nos ayudan pero no siempre son una catapulta para decidirnos a actuar y perder el miedo; en ocasiones muchos conocimientos nos llevan a buscar la seguridad y ese es el ambiente menos indicado para cambiar.

El conocimiento es importante pero también lo es la fe en nosotros mismos y la pasión que nos mueve. No aguantaríamos el fracaso sino tuviéramos una pasión detrás. Si la fe es grande y la pasión inspiradora superaremos el miedo, pero esa palanca no viene el intelecto, viene del corazón. Cuando le preguntaban a Steve Jobs sobre cuál había sido el elemento clave en su vida comentó que era la pasión en lo que hacía:

“Porque yo no habría aguantado la cantidad de fracasos que he tenido a la hora de generar lo que hemos generado, si no hubiera estado apasionado acerca de lo que yo hacía”

Busca en tu interior esa capacidad de vencer tu miedo, salde tu zona de confort y a pesar de tus miedos, tienes fe en ti mismo es muy probable que te estés poniendo metas grandes y si le pones pasión a lo que haces estarás con muchas posibilidades de lograrlo. Si no lo logras estarás en la mejor posición de intentarlo de nuevo.

Solo los sueños grandes inspiran, los sueños razonables no inspiran a nadie, así que acostúmbrate a pensar en grande. Ya que lo hayas logrado preocúpate por tener un plan concreto que te lleve a marcar la diferencia siendo eficaz en tus acciones porque los sueños sin acción no te llevarán a ningún lado.

Recuerda que el corazón es importante pero más aún es un plan concreto de que es lo que harás con la convicción de que la fe y la pasión te llevarán a levantarte una y otra vez cuando las cosas no salgan bien.


Te deseo que esta Navidad te haya dejado huella y que el niño Jesús te ayude a transformarte de verdad para ser la mejor versión de ti mismo.

Jorge Peralta
@japeraltag

www.innovaciondisruptiva.mx
@innovadisrup

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