Ahora que estamos a punto de comenzar la semana del emprendedor y
que una buena parte de la comunicación alrededor del mundo emprendedor estará enfocada en este evento, vale la pena poner el foco en lo que es y lo que no es el
ecosistema emprendedor y para que sirve. Este tan traído y llevado ecosistema
que todo mundo tiene presente pero que pocos pueden explicar con un poco más de
detalle y de profundidad en qué consiste, quienes participan, para que se usa y en qué puede ser
útil para los emprendedores.
Ya lo mencionaba en el primer post de este blog hace ya casi 4
años, que no es suficiente con tener una buena idea, ni siquiera recursos, hoy
no todos los recursos para lanzar un proyecto están al alcance de la misma
persona y eso requiere colaboración, apertura, diálogo.
Una buena parte de la tecnología esta al alcance, pero lo que no es fácil de lograr es el ambiente adecuado para compartir, para avanzar junto con otros; nuevamente es la capacidad de relación interpersonal lo que hace que una persona pueda destacar porque el conocimiento es cada vez más una plataforma común.
Una buena parte de la tecnología esta al alcance, pero lo que no es fácil de lograr es el ambiente adecuado para compartir, para avanzar junto con otros; nuevamente es la capacidad de relación interpersonal lo que hace que una persona pueda destacar porque el conocimiento es cada vez más una plataforma común.
Luego entonces ¿Qué es el ecosistema emprendedor?
El ecosistema emprendedor es una red de colaboración y confianza
de carácter local o regional que busca favorecer la actividad emprendedora a
través del intercambio de recursos de naturaleza económica, de capital
intelectual y capital relacional entre sus agentes.
Desde mi perspectiva, en países tan grandes y diversos como México no podríamos hablar de un ecosistema emprendedor nacional porque estamos lejos de ser una sociedad compacta y uniforme. Cada región tiene sus capacidades, sus recursos, vocación económica y actores, de tal forma que cada región debe plantear su modelo particular.
El primer modelo que se popularizó entre las personas interesadas
en la actividad emprendedora es el de Daniel Isenberg, uno de los gurús del
emprendimiento y profesor de Babson College, sin embargo, el mismo señala en su
investigación que cada ecosistema debe definir sus actores, sus roles y sus
objetivos de acuerdo a la realidad local y no pretender importar modelos que se
funcionan en realidades distintas, como lo explico en otro post el-ecosistema-emprendedor-y-los periodistas
En Latinoamérica, Hugo Kantis ha hecho un gran esfuerzo por
identificar cuáles son esas variables que inciden en la formación de
emprendimiento de alto impacto, poniendo las bases para diferenciar dentro de
la actividad emprendedora el emprendimiento de autoempleo y el emprendimiento
de alto impacto, éste último definido por Hugo Kantis como emprendimiento
dinámico. http://www.ungs.edu.ar/icsedprodem/wp-content/uploads/2015/07/informe-completo-FINAL_2016.pdf
Por esta razón desde hace años nos dimos a la tarea de buscar un
modelo que pudiera servir para explicar como funciona nuestro ecosistema, no
pretende ser el único pero si una base que pudiera dar explicación a lo que
sucede con nuestro ecosistema en esta etapa temprana en la que se encuentra.
El modelo es muy sencillo, muestra los actores (denominados
agentes) que tienen interés en el desarrollo de la actividad emprendedora y
clasifica si las relaciones entre ellos tienen preponderantemente un interés en
el beneficio económico o bien en la colaboración. Por último analiza en los
emprendimientos relacionados con ese ecosistema particular bajo tres aspectos
claves: la formación del equipo emprendedor, el proyecto y su capacidad de
escalar y por último su acceso a una red de colaboración.
El fin del ecosistema es el desarrollo de la actividad
emprendedora y los ecosistemas, como cualquier realidad humana están en
continua transformación, son entes vivos que cuando sus actores se van
transformando los ecosistemas también. Nuestro ecosistema local esta madurando
poco a poco, vamos pasando de la etapa de los rockstars a la etapa de los
proyectos reales, maduros que comienzan a recoger inversión y sobre todo
comienzan a lograr resultados reales de facturación.
En su etapa temprana los emprendedores buscan ganar en reputación y recibir recursos escasos, por otra parte las empresas buscan dinamizar el desarrollo de su innovación; ambos buscan otros actores para proveerse de forma alternativa de capital, de conocimiento, de relaciones que les permitan potencializar su actividad y al mismo tiempo detonar la actividad emprendedora.
La semana del emprendedor es un esfuerzo interesante que hace el INADEM para promover la actividad emprendedora. Su impacto real en la economía, en las empresas y en los participantes de la expo es todavía muy dudoso, pero no corresponde a una cultura emprendedora pedirle al gobierno más cosas que las de fomento a la actividad, lo demás lo debemos hacer los agentes del ecosistema, cada quien desde su trinchera.
El ecosistema esta ahí, para que cualquier emprendedor o empresa
consolidada participe, colabore y obtenga beneficio al mismo tiempo que aporta
a los demás, como una herramienta sólida de colaboración e inteligencia
colectiva. Sigamos trabajando, la tarea ahí esta y requiere de más acción y
mayor compromiso. Es el momento de más gente real, de menos “talkers y más
doers”. ¿Tú que opinas?
Jorge Peralta
@japeraltag
www.idearialab.com
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