El
futbol es el asunto más importante de los menos importantes y cada seis meses
nos emocionamos con la final de futbol mexicano. Para muchos, el futbol es un
distractor de los grandes problemas nacionales, sin embargo es un reflejo de
nuestra sociedad, con todas sus virtudes y con todos sus vicios.
Me
impresiona siempre la gran afición de Tigres, siempre apoyando a su equipo, aún
cuando parecía todo perdido. Una gran enseñanza la que nos ha dado ese equipo,
faltaba un minuto para que todo terminara y no bajaron los brazos, ni el equipo
ni su afición.
El
último minuto también cuenta, también tiene 60 segundos, y hay que pelear hasta
el final. No hay que dejar de luchar, en ninguna circunstancia, dar un extra,
dar lo último y es en esos momentos donde sale a relucir el carácter y los
liderazgos.
Algunos
detalles que creo que vale la pena recordar:
- El portero de Tigres paso varios minutos casi desde el medio campo impulsando a su equipo.
- El estadio no dejó de apoyar en ningún minuto.
- El capitán del equipo que resultó derrotado se hizo expulsar en un momento crítico, abriendo la puerta a que Tigres se levantara.
- No se dejaron derrotar aún cuando ya estaba todo casi perdido.
- En el momento crítico, algunos jugadores dieron su último esfuerzo y otros se hicieron pequeños.
- Se podía esperar que algunos jugadores del equipo perdedor estuvieran desmotivados al saber que no continuarían en el equipo.
- Los cambios en un equipo no se pueden hacer cuando todavía estás en competencia, la directiva rompió a su propio equipo antes de terminar el torneo.
- El estadio peso en los penales, hicieron su parte.
La
selección de futbol de un país, es reflejo de su mentalidad, en la historia la
selección mexicana de futbol ha perdido siempre en los momentos críticos,
cuando es necesario sacar el carácter y dar el extra no se ha dado un paso
adelante para sacar la victoria. El nivel de competencia irá permeando en los jugadores nacionales y poco a poco permearán en la selección.
El
futbol es un deporte en el que lo económico pesa mucho, los equipos que son
campeones casi siempre traen grandes inversiones detrás, pero no solo eso, se
requiere una combinación de talento, liderazgos, circunstancias, ambiente, etc.
Los triunfadores logran sacar siempre el provecho de lo que tienen a su alcance
para alinear los demás factores a su favor.
El equipo perdedor se rompió por culpa de sus propios directivos al tratar mal a sus figuras antes de terminar el torneo, no es conveniente romper a un equipo desde su cabeza.
El equipo perdedor se rompió por culpa de sus propios directivos al tratar mal a sus figuras antes de terminar el torneo, no es conveniente romper a un equipo desde su cabeza.
Mucho
que aprender de cómo se puede ganar una competencia, mucho que aprender de no
dejar de luchar, mucho que aprender de cómo se gana y también de cómo se
pierde. Ni las victorias ni las derrotas son para siempre y en ambos casos se
puede aprender para crecer. Lo único que no se puede dejar de hacer es luchar hasta el final.
Jorge
Peralta
@japeraltag
@idearialab
No hay comentarios:
Publicar un comentario