domingo, 4 de diciembre de 2016

¿Te dedicas a algo distinto de lo que estudiaste?

Cuando te dedicas profesionalmente al desarrollo de la innovación en un agencia de innovación suelen hacerte algunas preguntas típicas como ¿Qué fue lo que estudiaste?

Es una pregunta sencilla de responder porque algunos del equipo somos ingenieros, pero hay un diseñador, otro que estudio comercio y otro pedagogía, lo que suele confundir más a nuestros interlocutores que suelen asociar los estudios universitarios con una actividad profesional sumamente definida y segmentada.

Hablando de empresa, existe una visión sumamente corporativizada incluso desde los estudios universitarios; se estudia marketing, finanzas, recursos humanos, procesos y producción, etc. como si fueran temas desconectados que tienen sentido en si mismos y no como parte de un todo. Sin embargo en una pequeña empresa esas funciones no están tan divididas sino que en ocasiones suelen traslaparse y centrarse en pocas personas haciendo necesario un conocimiento distinto no tan dividido sino como parte de un proceso.

Esa mayor especialización imposibilita a una persona para ver a la organización como un todo, impide que las personas puedan abrirse panorama en aspectos distintos en los que se han formado logrando, por lo menos, frustración. Dedicarse a una actividad distinta de la que fuiste formado en las aulas suele verse como un desperdicio y generar comentarios al respecto.

Hace algunos años existían menos carreras universitarias. Basta decir que en los primeros años del siglo pasado solo existían dos opciones para ser ingeniero: ingeniero civil o ingeniero militar. Estudiar un postgrado era francamente raro, estudiar una licenciatura era algo muy relevante, incluso obtener un grado de Bachiller daba prestigio.

En nuestro tiempo, lo común es licenciatura, incluso en algunas universidades los posgrados son una opción de titulación. Los títulos de licenciatura se han abaratado y con ellos también el marcado laboral.  Han surgido también más opciones para  obtener licenciaturas en pocos años y con poco esfuerzo y poco a poco se han venido devaluando, por eso las maestrías han venido ocupando un lugar de preferencia en muchos jóvenes buscando especialización.

Decidir ocupación profesional al terminar bachillerato, apenas a los 17 años suele ser muy complejo; a esa edad no se tiene ni la madurez ni el contexto suficiente para tomar decisiones tan trascendentes. Urge orientar a los jóvenes a esa edad! 

Para el futuro todas las carreras deberían incluir algunas materias referentes a la solución creativa de problemas, elementos de programación de software, matemáticas básicas, antropología y otras disciplinas básicas y genéricas que le den flexibilidad a su currículo y les permita adaptarse a más actividades porque en poco tiempo será más relevante contar con conocimientos universales más genéricos ya que los específicos irán cambiando con el tiempo.

Perfiles “renacentistas” donde se tiene una base fuerte de conocimientos universales digamos  "open source" listos para configurarse con los conocimientos específicos de las industrias podrían ser más útiles para los que los estudian y para las organizaciones que demandan personas con gran capacidad de aprendizaje.

La capacidad de aprendizaje ha sustituido en algunos puestos de trabajo a la experiencia. Los nuevos retos en las organizaciones requieren experiencias significativas especificad y no años y años de repetición de actividades rutinarias. 
La capacidad de aprendizaje y la flexibilidad son competencias indispensables para un mundo cambiando de forma permanente. Habilitarse para resolver problemas de forma creativa será la premisa de cualquier profesional 

Suelo comentar a mis clientes que no es lo mismo 5 años de experiencia que un año de experiencia repetido 5 veces, busquemos aprendizajes significativos y entender que la maestría solo se obtiene después de muchos años de esfuerzo de meter las manos en la actividad elegida. Estudiar es algo maravilloso pero hay cosas que no se aprenden en las aulas, se aprenden en la vida, se aprenden intentando, cometiendo errores y aprendiendo de ellos.


Decidir estudios universitarios es una decisión importante, pero no es una camisa de fuerza, es una base desde donde mirar el mundo y una base que te permitirá construir otras bases si la primera no te sirve para construir tus sueños. Dedícate a lo que se te de la gana y estudia todo lo que necesites para lograrlo, hoy lo puedes hacer de manera formal en una institución o por otras vías menos ortodoxas. Nada impedirá que puedas reinventarte y cambiar tu destino profesional su así lo ve necesario, que nada te detenga.

Jorge Peralta
@japeraltag

www.idearialab.com
@idearialab¿T

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