domingo, 9 de septiembre de 2018

3 caminos para innovar: Eficiencia, crecimiento y transformación

Cuando una organización pretender innovar se deben pensar en varios ingredientes que conviene reflexionar antes de comenzar. Ya hemos mencionado anteriormente en este espacio, que sin una razón clara para innovar es mejor no adentrarse por ese camino empedrado y lleno de riesgos, pero que, sin embargo, es tan necesario en las organizaciones para renovarse y avanzar.

Posterior a esa gran decisión de entender para qué se va por la ruta de la innovación conviene plantearse dos elementos claves que, sin ellos, cualquier buena intención puede morir en el intento:
  • El equipo de personas que conducirán el proceso
  • Un proceso con claridad en el método y las herramientas a utilizar.

Para muchos directivos centrados en el management tradicional, mejorar la ejecución es el camino más eficaz, y en ocasiones tendrán razón; pero en otras, una mejor ejecución no llevará a otro destino, sino que habrá que pensar en cambios más radicales a nuestro modelo. 

Es usual también confundir los temas de innovación con los temas del sistema de calidad porque “suena” que son similares porque implican cambio, sin embargo, son esencialmente diferentes porque sus motivaciones son distintas. Los temas de calidad tienen una referencia de meta interna, los temas de innovación tienen la mirada puesta en el beneficio que lograremos del mercado.

Los caminos entonces para innovar son tres:
  • La eficiencia
  • El crecimiento
  • La transformación




No hay empresa que no busque de forma natural la eficiencia, mejorar todo aquello que podríamos mejorar; pero meterse en caminos de crecimiento, eso si representa mayor esfuerzo y mayor riesgo porque el crecimiento siempre lleva a la necesidad de nuevos clientes o nuevos productos y eso implica cambios en el modelo de negocio.

Pensar en transformación es ir más allá, significa plantearnos hacer algo que cambia la forma de trabajar, de operar, de ganar dinero; en ocasiones implicará un cambio tan radical que será necesario montar una organización paralela porque “el hijo” ya no cabe en la organización “madre”.

Los tres caminos son diferentes pero no excluyentes, pero convendrá analizar con detalle las capacidades y la visión de futuro de cada organización para decidir sobre el número de proyectos que quiere desarrollar de forma simultánea. 

Cada camino para innovar tiene sus reglas, sus métodos más adecuados, sus herramientas. No es lo mismo un producto científico con patente que uno de consumo; no es lo mismo un servicio que un producto industrial, no es lo mismo un intangible que un producto financiero. 

Para cualquiera de estos productos o servicios se tendrá que validar con clientes reales en las distintas etapas de desarrollo para pivotear con los aprendizajes de cada ronda de experimentación que se haga directamente con los usuarios.

Cada innovación requiere de su proceso que incluye: Metodología + Herramientas

Método sin herramientas, es imposible de aterrizar. Herramientas sin método es como coser sin hilo, algo así les pasa a los fanáticos del canvas, que confunden la herramienta con una metodología. Sin claridad mental y sin conocimiento tampoco sirven las herramientas ni el método.

Existe también confusión respecto a herramientas propias para emprendedores y otras propias para emprendimiento corporativo. En esencia las herramientas pueden ser muy similares, lo que cambia es el foco y el propósito para el cual se usan. No todos los que trabajan exitosamente con emprendedores logran hacerlo con otro tipo de organizaciones más maduras por su complejidad y restricciones.

Por último, te comentaba de otro ingrediente que son los equipos de trabajo y aunque convendrá abundar con mayor profundidad en otro post sobre este tema, conviene clarificar que pocas veces se avanza en temas de innovación sino se tiene un equipo, o al menos una persona que no este metida en la operación y que pueda plantearse los nuevos proyectos. Entre mayor sea el número de proyectos que se quieren arrancar el contar con un responsable claro es indispensable.

No siempre es fácil desprenderse de talento para meterlo a temas donde los resultados no serán inmediatos, ni tampoco es fácil comprender en la necesidad de engrosar la nómina con alguien que no participa directamente en la operación. Sin embargo, la experiencia nos ha dicho que se requiere alguien a cargo, de otra forma los proyectos irán por un camino más lento del que la organización necesita.

Operación e innovación son dos caras de una misma moneda, presente y futuro, pero se deben cocinar por separado, de otra forma se corre el riesgos de operar mal o de innovar lento, o tu que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@idearialab

2 comentarios:

  1. Jorge. ¿Quizá la necesidad de "parir" una nueva empresa puede tener que ver con que la empresa "madre" tiene la capacidad para transformar el mercado pero no para transformarse a si misma?

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    1. Tienes toda la razón mi amigo, aunque no siempre son excluyentes, abrazo!

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