sábado, 11 de octubre de 2014

La realidad es dura, necesita validación

Las ideas son el motor que cambia el mundo, pero son sólo el arranque del motor, porque lo que cambia verdaderamente el mundo es la capacidad de aplicar esas ideas en acciones concretas.

Por esa razón las ideas deben pasar por un proceso de filtro en la que vamos comprobando si esas ideas tienen posibilidades de convertirse en proyectos y esos proyectos en realidades. Para ello es necesario usar ese ejercicio que me proponía mi querido profesor catalán Joan Ginebra:


"Es necesario desarrollar la habilidad de separar para distinguir y después unir sin confundir"

Lo más difícil de un proyecto es cuando éste entra en contacto con la realidad. Muchos no resisten esa prueba y por eso, en algunos casos los emprendedores retrasan su ejecución, porque les da miedo enfrentar la realidad y quieren pasar más tiempo del debido en el análisis con la intención de ganar en seguridad.

Cuando un proyecto alarga su período de análisis lo más probable es que no gane en seguridad sino que ganen miedo. Lo más conveniente para un proyecto es enfrentarlo en cada etapa con la realidad para evitar teorizar y para evitar, en lo posible que te de esa extraña enfermedad que se llama parálisis por análisis.

Como bien sabes, no existen recetas para desarrollar un proyecto que tenga posibilidades de crecer, pero te propongo esta guía que estoy seguro te será de utilidad:

Encontrar un problema valioso que resolver.
La mejor forma de desarrollar un proyecto es en pensar, en primer instancia, cual es el problema que queremos resolver. Las personas no compran productos o servicios, lo que quieren es resolver problemas o adquirir experiencias satisfactorias.

De nada sirve hacer énfasis en la construcción de un modelo de negocio si antes no se tiene claridad sobre el problema que se esta resolviendo. Sin problema valioso difícilmente habrá un proyecto valioso, así que el primer reto será contar con un problema valioso por resolver.

Definir quien tiene el problema y quienes son los grupos de interés.
Los problemas no se pueden resolver en teórico, es necesario ser específico para identificar con claridad quién es la persona que tiene el problema y la magnitud con la que su percepción lo dimensiona; en realidad lo más importante no es el problema en si mismo sino la percepción que tienen de él.

El cliente en mucho casos puede estar formado por varios elementos y formar, lo que solemos llamar, una unidad de decisión de compra, es decir que en algunos casos hay varios “clientes” en uno: el que lo usa, el que decide, el que paga, etc., para cada uno de ellos será conveniente hacer un análisis individual, para justamente "separar para distinguir y posteriormente unir sin confundir”.

Proponer una solución innovadora.
La solución innovadora no siempre debe tener un componente tecnológico importante, pero si debe ser una propuesta que presente ventajas competitivas diferenciadoras. En muchos casos la diferenciación conviene fundamentarla a través de tecnología porque de otra forma será más fácil de copiar y más difícil de escalar.

Diseñar un modelo de negocio adecuado.
La única forma de monetizar las ventajas competitivas diferenciadoras es a través de un modelo de negocio que asegure la generación de ingresos y la sustentabilidad del proyecto, es decir que aseguremos que al final los ingresos sean los esperados
  
Ejecución.
Poner en marcha el modelo señalado implica el reto de enfrentarse con la realidad y la ejecución siempre es un tema re vital importancia. Existen muchos proyectos con un plan de regular valor con una ejecución magistral que en el camino va corrigiendo las áreas de oportunidad que resultan exitosos; siempre será mejor un proyecto con estas características que un proyecto espectacularmente diseñado con una mala ejecución que no llegan lejos.

Cada uno de esos pasos, requiere un aterrizaje en la realidad, salir del power point y del Excel para comprobar si sus suposiciones son ciertas o la imaginación ha aterrizado en el terreno de la fantasía. No hay otra forma de aterrizar que comenzar con la ejecución, porque eternizar el análisis o querer encontrar toda la verdad en google es equivalente a teorizar o a postergar el comienzo que es lo único que verdaderamente te convierte en emprendedor.

Las ideas son útiles, siempre y cuando se pongan en acción, de otra forma serán solamente una anécdota y no cambiarán el mundo. Enfrentarse con la realidad en fase temprana te permitirá aterrizar tus proyectos y salir de tu zona de confort para comprobar si aquello tiene posibilidades de avanzar o no, comprobarlo requiere validación y la validación requiere enfrentarse con la realidad. La realidad es dura y necesita validación, por eso, las únicas ideas que cambian el mundo son aquellas que se ponen por obra, lo demás son historias. ¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup


No hay comentarios:

Publicar un comentario