sábado, 25 de octubre de 2014

¿Qué significa tener visión?

Desde hace algunos meses y tal vez años he tenido diferentes encuentros con el concepto de "visión"; sin embargo esta semana han sido tan constantes que me han llevado a una reflexión mayor.

La visión se ha convertido algo así como un "más allá que todos quieren alcanzar", que lo pones como un ideal a seguir y que según la persona que lo plantea, puede ser 3 cm arriba de la banqueta o "hasta el infinito y más allá". Este destino ideal que muchos plantean se ha vuelto tan ideal y tan desprovisto de argumentos concretos que he llegado a pensar que se ha vuelto un lugar común: "Queremos ser buenos, queremos ser los mejores, queremos dar valor a nuestros clientes, empleados y accionistas y un largo etc etc" un cúmulo de buenas intenciones que no existe una persona que opiné en contrario. Sin embargo es un lugar común porque en realidad no existen grandes diferencias en estas "metas" que ya son usuales en las organizaciones.

Te comentaba que esta semana tuve varios encuentros con la palabra visión, el primero de ellos fue con un buen amigo chihuahuense que en su institución requerían de un programa para mentores de emprendedores pero que requerían que fuera en Silicon Valley porque "no les faltaba metodología sino lo que les faltaba era visión". Yo me quede en la duda si en Silicon Valley existía una tienda donde se vendiera una pócima mágica que incluyera la visión o si sólo con viajar a esa estupenda zona del mundo de adquiriere en automático, como si ponerse en contacto con esa realidad tuviera la capacidad de soñar más lejos que de costumbre.

Mi segundo encuentro en la semana con la tan ansiada visión fue charlando con un colega que repasaba un curso de planeación estratégica que debía impartir en un MBA y me comentaba que uno de sus primeros temas era el referente a los conceptos de visión y misión, y al hacerle el comentario de mi opinión poco clásica sobre estos conceptos me miró con un poco de asombro y sorpresa porque me decía que " él lo había aprendido así y que llevaba tiempo ofreciendo ese curso y que coincidía con la bibliografía clásica que usaba.

Mi tercer encuentro con este tema durante la semana tuvo lugar con un amigo empresario de la Comarca Lagunera que me pedía que pudiéramos organizar un taller para su planeación del 2015 y que quisiera ver con sus empleados una repasada a su misión y su visión. Me sonreí y quedamos en hablarnos en los próximos días.

Tres encuentros con ese mismo concepto en una semana pensé que era mera coincidencia, sin embargo también tuve un encuentro personal con mi "visión". Todos los años suelo tomarme unos días para la reflexión personal, revisar mis metas, mis objetivos mi rumbo. En esos días suelo dormir un poco más que de costumbre, hacer más deporte, dedicar un poco más de tiempo a la oración; y entre esas actividades lúdicas me propuse subir una montaña.

El plan era subir la montaña acompañado de unos amigos pero por alguna razón ellos se adelantaron y cuando me disponía a alcanzarlos me di cuenta que había perdido la brecha y que tendría que subir sólo y sin un camino trazado. Después de poco más de 60 min de subir y además subir en medio de la maleza, cruzar un pequeño riachuelo, sortear un par de vacas, un caballo, unos perros, y demás fauna silvestre, la subida no terminaba, no sabía a ciencia cierta cuanto tardaría ni si la ruta que estaba siguiendo me llevaría a la cima o me llevaría a otro lugar.

Ya un poco cansado hice un alto en camino y pude mirar atrás, había subido a una altura considerable que me permitía ver el valle con un detalle que desde abajo no podía apreciar. Después de retomar un poco de fuerzas llegue a punto en el que llegaba una brecha trazada por el tiempo y por el uso, a través de la cual pude bajar en menos de la mitad del tiempo que tuve que emplear en subir.

Mi aprendizaje fue el siguiente: mientras subía, además del cansancio físico fue la incertidumbre sobre la ruta la que me ocupó la mayor parte del pensamiento, estaba muy atento a todo lo que acontecía y tenía claro que cualquier decisión equivocada me llevaría a un lugar distinto del que quería ir, podíamos decir que me mantuvo en tensión. En cambio al bajar, como lo hice por un camino ya hecho mi mente utilizo su energía en otros temas sin reflexionar demasiado en el camino. Pienso que así nos pasa con la visión.

En ocasiones le damos un peso excesivo a lo que nos pueda llegar de fuera cuando más allá de las circunstancias externas es el andar en incertidumbre para llegar al objetivo, aún con dudas, lo que te permite ver más allá. Nadie define su rumbo o completa su visión por un viaje o un libro o por un curso, es importante nutrirse de lo valioso que viene de fuera como también de recorrer el camino de tu realidad y al mismo tiempo no dejar de soñar para plantearse otras metas, otros horizontes y llegar a donde quieras llegar.

Lo decía mi querido profesor Carlos Llano:

"Es mejor proponerse una meta ambiciosa y no alcanzarla que proponerse una meta mediocre y conseguirla". 

Así que la pregunta más importante es: ¿Dónde quieres llegar? ¿En qué o en quién te quieres convertir? Esa es una visión, una meta, un ideal. Viajar, conocer otras realidades tiene la capacidad de inspirarte y esa inspiración al estar en contacto con tu realidad te permite soñar e imaginar una realidad mejor, completando una visión al mismo tiempo ambiciosa y alcanzable que te enamora tanto que dejas parte de la vida por lograrla. Al mismo tiempo soñar y ubicarte en tu circunstancia, en una mezcla de pensar en grande con los pies en la tierra.

En una organización, tan importante es definir una visión que enamore como generar la suficiente inspiración en otros para seguirla tomando en cuenta tu punto de partida. Proponer una nueva visión implica tomar la mayor inspiración de las fuentes que consideres oportunas y luego soñar para convertirte en aquello que quieras ser. No necesitas hacer cosas extraordinarias para buscar esa inspiración, más bien necesitas ponerte metas muy altas e inspirar en lo posible a los que tienes cerca.

Dificultades siempre la habrá pero si tienes claro que quieres, con paciencia podrás llegar a donde te propones aún cuando en ocasiones implica pagar y precio alto; sin embargo cuando la visión inspira suficiente el precio no es lo más importante sino llegar a donde quieres.

 ¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

www.innovaciondisruptiva.mx
@innovadisrup

No hay comentarios:

Publicar un comentario