sábado, 4 de octubre de 2014

¿Tú ya dejaste de aprender?

Es natural que después de concluir los estudios universitarios las personas quieran alejarse un poco de los libros. Pero alejarse de los libros durante mucho tiempo te llevará necesariamente a meterte por caminos de mediocridad. Cuando el talento deja de innovar y deja de ponerse retos intelectuales entra en una zona de confort de la que luego resulta difícil salir.

El talento, como sucede con muchas de las capacidades humanas, disminuyen cuando dejan de crecer; algo parecido a una subida en bicicleta: cuando dejas de subir comienzas a bajar, no hay términos medios.

Tal vez la actitud más difícil de comprender es la de una persona que cree que lo sabe todo, y esa actitud es la que le impide continuar aprendiendo; tema que se vuelve especialmente crítico en un tiempo como el nuestro en el que el conocimiento avanza a una velocidad sensiblemente más rápido de lo que sucedía anteriormente.

Vivimos una sociedad en la que muchas personas se encuentran sobre calificadas para su actividad profesional, personas que concluyeron sus estudios universitarios que terminan realizando actividades rutinarias de poco valor. Suelen ser personas que dejaron de fomentar su crecimiento y vieron sus estudios como un punto final, no como un punto de partida para ponerse nuevos retos intelectuales.

Hoy, es prácticamente gratis estudiar, existe una oferta verdaderamente importante de las mejores universidades del mundo a través del internet. Si lo que quieres es aprender, ya no existen los límites; si lo que quieres es un título, en realidad no te interesa el aprendizaje sino el reconocimiento. Aprender y obtener un título no son temas excluyentes, pero desafortunadamente muchas de las instituciones educativas tienen sus modelos desactualizados y con una falta de pertinencia notable.

Las personas que disfrutan su actividad profesional son aquellas que mantienen vigente el reto intelectual, que permanecen aprendiendo renovándose continuamente y manteniéndose vigentes. De esta forma aunque lleguen nuevas generaciones, tendrán argumentos para que sus aportaciones sigan siendo valiosas.

Dejar de aprender es comenzar un proceso de envejecimiento, es pensar que hemos llegado a una meta cuando lo que mantiene vivas a las personas es su deseo de superarse de renovarse continuamente, de mantenerse vigente.

Si en algún momento piensas que ya sabes demasiado, estarás comenzado tu decadencia; la única fórmula de la eterna juventud es manteniendo las neuronas activas aprendiendo siempre. ¿Tu que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag


@innovadisrup

No hay comentarios:

Publicar un comentario