En las últimas semanas se ha sentido en el ambiente un cierto
pesimismo por el desempeño de las variables económicas de México: el tipo de
cambio, el pobre crecimiento económico, las reformas que no impactan todavía en
la economía real, la corrupción, la inseguridad, la ausencia de un estado de
derecho, y un largo etcétera.
Parece que esta historia la hemos escuchado muchas veces, como si
se editara nuevamente la misma película. Sexenios que comienzan con grandes
expectativas y que poco a poco van desinflando esos sueños de muchos mexicanos.
Después de darle algunas vueltas y retomando experiencias del
pasado, quise escribir estas líneas para darte algunas pistas de las
alternativas que tenemos para no participar de este ambiente de pesimismo que
provoca que la economía se detenga todavía más y que se haga mal lento el
proceso de cambio.
- Enfócate comercialmente. Analiza con profundidad dónde estas poniendo tus prioridades y compara la dedicación que le pones a cada actividad contra la rentabilidad que te genera. Entendiendo por rentabilidad no sólo la económica sino también la relacional, la reputacional o la rentabilidad social. Sácale más jugo a lo que tienes, no sólo trabajando más sino trabajando mejor, más enfocado.
- Detecta nuevas oportunidades. ¿Cuándo fue la última vez que analizaste con detalle tu propuesta de valor para cada segmento? Tal vez requiera una renovación, tal vez requiera nuevas líneas, nuevos servicios.
- Revisa tu estrategia y cambia lo necesario. Sigue siendo vigente tu estrategia, la visión que te llevo a plantearla y las circunstancias del momento te obligan a una revisión. Revisión no significa cambiar, significa analizar nuevamente la decisión para ver si conviene perseverar o no. La estrategia es la forma de definir con claridad cuáles son tus ventajas competitivas diferenciadoras; clarificar lo que le ofreces al mundo.
- Analiza y evalúa a tu equipo. ¿Es el adecuado para cumplir las nuevas metas? ¿requieres incorporar talento o desincorporar a quien no esta a la altura de lo que buscas?
- Traduce las metas en acciones concretas. Las metas requieren una traducción en acciones concretas con metas concretas que sean medibles y que permita registrar los avances o los retrocesos, asegurándose del cumplimiento de las metas.
- La competencia sólo es una referencia. Mirar tanto a la competencia te lleva a parecerte a ella cuando de lo que se trata es de ser diferente. La competencia sólo es una referencia que te permite ubicar la forma en la que compites y un impulso para ser mejor cada día.
- No dejes de soñar y de innovar. Más aún en tiempos de crisis no puedes dejar de soñar, es la gasolina para mantenerse vivo, de ponerle reto a tu organización para no permitir que tu equipo caiga en una zona de confort. Si quieres mantenerte en el liderazgo es necesario correr riesgos, hacer propuestas que sorprendan a los clientes, es necesario innovar si quieres avanzar. Si no te da un poco de miedo, señal de que vas demasiado lento. También es necesario perseverar y trabajar por los sueños porque la única forma de hacerlos realidad es con trabajo y esfuerzo.
Las crisis es algo real, es un ambiente en el que la gente deja de
gastar, en el que las expectativas detienen el consumo. Si el consumo se
detiene las ventas de todos los sectores bajan y se disminuye el ritmo de
crecimiento. Es un tiempo en el que conviene renovarse para adecuar la oferta a
los gustos cada mes exigentes de los clientes y aprovechar la coyuntura para
ganar. Es el mejor momento para innovar y para construir nuevas ventajas
competitivas que te pongan en el camino de la preferencia del cliente.
La crisis también es un buen momento para repasar a tus aliados,
aquellos que están cerca apoyándote en las buenas y en las malas; aquellos que
no han dejado de confiar en ti aunque tu hoja de servicios no tenga puras
estrellas sino también algunos fracasos a cuestas. Es un buen momento para
hacer examen, para desprenderte de viajes prácticas que no te ayudan, de darte
cuenta de vicios que debes desterrar, de actitudes que debes de cambiar, de
luchas que debes retomar. Un buen momento para poner en juego tu red de contactos, de ver que tan real y eficaz es.
Hay quienes creen que pueden solos, que no necesitan ayuda de los
demás; la realidad es que la crisis te ayuda a ser humilde, a darte cuenta lo
mucho que necesitas de tu equipo y de tus aliados, nada mejor que apoyarse en
mucha gente buena que te rodea para salir más rápido y más fortalecido de esas
circunstancias.
No hay crisis que resista un líder inspirador con hambre de ganar y
la humildad necesaria para pedir ayuda si la necesita. ¿Tú que opinas?
Jorge Peralta
@japeraltag
@innovadisrup
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