domingo, 25 de octubre de 2015

Tiempo para afilar el hacha

Es usual que los emprendedores tratemos de exprimir los días, de intentar aprovechar hasta el último minuto porque el tiempo es dinero; y como ordinariamente disfrutamos nuestra actividad se convierte en algo adictivo de lo que nos cuesta trabajo desprendernos. Sin embargo, llega un momento en el que las desveladas, el no comer durante largas horas de trabajo o bien comer desordenadamente, va provocando un deterioro en nuestra salud física y también en la salud emocional.

En la salud física, porque no cuidar las horas de sueño y de los alimentos nos puede provocar un daño real, y por otra parte cuando no tenemos el necesario descanso y cuidamos el ambiente que vamos construyendo a nuestro alrededor vamos dañando la salud emocional.

Hace poco un amigo decía en un cartel a través de su Facebook:

“Necesito un millón de pesos y un abrazo; me urge más el millón de pesos y el abrazo puede esperar un poco”

Nada más cierto que en el desarrollo de una empresa vas dejando cosas en el camino: hobbies, amistades, tiempo de familia, tiempo de pareja, tiempo de estudio, tiempo de descanso, etc. La mayor parte de las veces porque vamos persiguiendo el “bolillo” todos los días y eso nos hace sacrificar más de la cuenta todos los demás aspectos de nuestra vida. Somos fieles seguidores de la frase:

“Un emprendedor trabaja como nadie unos años para después vivir como muchos quisieran”

Ojalá y esta frase se cumpliera siempre, pero en muchos casos pasan muchos años y pasan otros y ves que sigues trabajando muy duro y en ocasiones los resultados no son los que te imaginabas.

En la vida de todo emprendedor habrá momentos de apreturas y otros de holguras pero la ambición nos lleva siempre a avanzar y a trabajar con la motivación de seguir nuestro sueño; sin embargo muchas veces no sabemos transmitirlo bien a quienes viven cerca de nosotros: la esposa, los hijos, los amigos, pagan una factura muy grande, nuestra ausencia.

Seguimos nuestro sueño, la apuesta es fabulosa, a todos les ilusiona, pero el precio es alto. No es raro encontrar matrimonios dañados, amistades perdidas, relaciones fracasadas, todo por seguir nuestro sueño.

¿Será siempre un camino fatal? ¿No se podrá combinar el éxito profesional con la paz familiar?

Implica muchas virtudes, implica sacrificios, implica en ocasiones retrasar el avance del sueño por priorizar otros temas más relevantes como son los hijos y la familia, sin embargo tal vez el tema más descuidado y que posiblemente sea el que abra la puerta a que tomes la mejores decisiones es darte un espacio para pensar. Si, así como suena, un espacio para pensar, para retomar aire, para darte un respiro, para dormir unas horas más, para cambiar de actividad, para tener un mayor contacto con la naturaleza, para mejorar tu autoconocimiento, para tratar más a Dios. Si un tiempo para reponer las fuerzas, para afinar el hacha y retomar con más brío nuestra actividad.

Piensa, una cuerda no puede estar estirada todo el tiempo porque se fatiga y se rompe y cuando se rompe ya no sirve. Date tu tiempo para destensar la cuerda, así ganará la gente que te quiere, la que no te quiere también te perderá de vista unos días y sobre todo ganaras tu mismo porque redimensionarás correctamente tu lucha y comenzaras de nuevo con más energía y con un talento renovado.

Jorge Peralta
@japeraltag


@innovadisrup

No hay comentarios:

Publicar un comentario