sábado, 17 de octubre de 2015

El arte de pivotar

Decimos que un proyecto debe pivotear cuando los resultados no han sido los esperados y se requiere un cambio de rumbo para lograr las metas que se han trazado

En las empresas funciona igual, llega un momento en el que debes replantearte si debes continuar operando de la misma manera o si es necesario hacer un cambio. Sin embargo los cambios en una empresa funcionando nunca son cómos, es mejor seguir en el mismo camino incrementando la intensidad.

La mayor dificultad llega cuando los resultados no son los esperados aún con el esfuerzo extraordinario, o cuando son necesarios esfuerzos extraordinarios para llegar a un resultado apenas satisfactorio. Tal vez  llegado el momento de un cambio de dirección, de reinventarnos de recomenzar bajo una base diferente.

Para el que hace cabeza en la organización existe una delgada línea entre la perseverancia y la terquedad. Por un lado, el emprendedor tiene una gran capacidad para resistir la adversidad y sobreponerse rápido a un fracaso para comenzar de nuevo; casi instintivamente se ve la parte positiva de todo y se retoma el camino una y otra vez. Te acostumbras  a la montaña rusa de los resultados y al optimismo de que el futuro será mejor y conviene seguir trabajando.

Por otro lado, existe esa voz interior que te sugiere cambiar y cambiar rápido porque se va generando un agujero en tu chequera que se puede convertir en una losa difícil de cargar. Con serenidad y sinceridad llego el momento de evaluar cual será el mejor escenario:

Un cambio de jinete o un cambio de caballo.

El cambio de jinete es una posibilidad, un cambio de rumbo puede comenzar por un cambio en la cabeza de la organización; y si el director es el fundador posiblemente un cambio será especialmente difícil pero posible, no se termina el mundo, se busca alguna persona más adecuada para el momento de la organización.

El otro es un cambio de caballo, es decir, llego el momento de reinventarse y resetear el modelo de negocio; es posible que lo que en algún momento funcionó, ahora ya no funcione igual y hayan cambiado los clientes, los empleados, los competidores, las oportunidades.

Cuando comiences con el plan de reinvención no dejes de considerar:
  1. Si vas a cambiar revisa si tu visión es la misma o ya estas mirando hacia otra parte, recuerda que no se pivotan tus productos o servicios sino tu visión.
  2. Confía en tu intuición, y si ya tienes mucho kilometraje recorrido, confía más.
  3. Date unos días para pensar y que el cambio no sea fruto de la angustia, ni del hambre, ni de la euforia, ni de la emoción. Se cambia porque se debe cambiar tan profundo como sea necesario.
  4. La radicalidad siempre ayuda, pero ve si es el cambio que requieres, si reflexionas bien, tal vez se requiera sólo un cambio de color
  5. Madurez para no postergar la acción, aún cuando duela.
  6. Si duele es porque te lo estas tomando en serio, y eso es bueno. 


Los cambios son para buscar nuevas metas, no para disminuir los miedos; si no estamos un poco asustados es que vamos muy despacio. Como decía el gran Carlos Llano:

"Es mejor ponerse una meta ambiciosa y no alcanzarla que una meta mediocre y lograrla"

Cuando llega el momento de cambiar hay que hacerlo; implica riesgos, pero es más riesgoso no cambiar cuando necesitas hacerlo. ¿Tú que opinas?

Jorge Peralta
@innovadisrup


@innvoadisrup

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