Nadie duda de que un poco de capital siempre es necesario, y en
algunas ocasiones sin el capital suficiente un startup no puede escalarse a un
tamaño que verdaderamente tenga relevancia. Sin embargo el valor que se le da
al capital económico esta por encima de su valor real. Por encima porque en
ocasiones se desprecian algunas otras formas de capital como el capital
intelectual y el capital relacional.
Para algunos emprendedores es más importante buscar fondeo que
validar su modelo de negocio, y ambas cosas son necesarias, pero convendrá
entender en que orden hacerlo. El dinero siempre es necesario, pero el que se
obtiene de los clientes permite validar que el proyecto tiene valor. No hay
mejor fuente de recursos que la venta de tu producto o servicio. Por esta
razón, el valor del crowdfunding no esta sólo en la obtención de recursos sino
en la posibilidad de validación; es muy valioso darse cuenta en fase temprana
si se despierta o no interés en los clientes.
El capital tiene varias vertientes, por un lado esta el capital
económico, pero por otra parte el capital relacional y el capital intelectual
le dan un valor adicional al emprendedor, su equipo y su proyecto porque le
acercan “recursos” valiosos y escasos que difícilmente podría acceder por sus
propios medios o recibir de sus primeras redes de colaboración como lo son su
familia y sus círculos cercanos.
La función más importante del ecosistema emprendedor es justo esa,
la de acercar recursos valiosos y escasos que el emprendedor por si mismo no
podría adquirir de otra forma y dentro de esos recursos esta justamente el
capital en sus diversas formas: económico, intelectual y relacional.
Que significa eso de capital relacional. Se trata del valor que
aportan las redes de colaboración, el contactar a personas que pueden a su vez
ayudarte a conocer a futuros clientes, proveedores, fondos, responsables de
instituciones públicas, mentores, etc. es de gran valor. Un consejo, un
contacto pueden generar mayor valor que el dinero constante y sonante. Si
además esas mismas relaciones nos pueden acercar a capital económico, se trata
de la mejor combinación: “dinero inteligente”.
De la misma forma el capital intelectual es ese conocimiento
específico que nos falta para dar un impulso a la idea de negocio, o su
ejecución o respecto a su forma de comercializar o a su esquema de monetización
o bien cualquier otro conocimiento que nos hubiera costado algo más que
descubrirlo en google; es adquirir un conocimiento “digerido” por otros que nos
pone en una posición de adquirirlo con un menor esfuerzo, tiempo o dinero. ¿Eso
cuanto vale? En ocasiones puede significar años de trabajo, o evitar el cometer
errores que otros ya han cometido, si bien dice la sabiduría popular: “nadie
escarmienta en cabeza agenda” es muy valioso aprender de los fracasos de otros.
Por último, el capital intelectual también es necesario, el reto
esta en conocer la cantidad que se necesita y el formato en el que más conviene
recibirlo, si conviene recibirlo como capital o como deuda; si es el caso de
capital lo relevante será definir la cantidad a pedir y lo que estamos
dispuestos a dar a cambio. No existen “formulas” para valuar un startup, la
mayoría de los métodos son cualitativos y dependen del “talento y experiencia”
de quien lo hace. Si se busca deuda, definir el monto requerido y la tasa y
plazo que en los que es posible pagar.
¿Cómo y dónde buscar ese capital en todas sus formas? El camino
más corto después de agotar las primeras redes de colaboración, es buscar
contactarse con el ecosistema emprendedor local; acercarse a una incubadora, a
un fondo, a un mentor del que primero indaguemos un poco sobre su prestigio y
personalidad, en primer lugar para ver si podremos coincidir en lo fundamental
con él, recuerda que el mentor sólo es una guía, no debe tomar decisiones sobre
tu futura empresa; te podrá aconsejar guiar, orientar, consolar, incluso
acompañar en la búsqueda y en la consecución del objetivo, pero en última
instancia la decisión es tuya, sólo tuya.
Sobre el ecosistema emprendedor escucharas muchas leyendas, a la
gente le gusta hablar sobre él, decir que fulano y zutano son los referentes
del ecosistema emprendedor. Cada quien puede contar de cómo le va en la fiesta,
como siempre habrá gente valiosa y otros que lo son menos, habrá gente más
autentica y otros no tanto, algunos son generadores de valor y otros sólo
repetirán lo que oyeron de otros, unos contarán de sus vivencias y otros lo que
leyeron en el twitter.
No todo lo que brilla es Silicon Valley, en cada lugar se van
generando experiencias propias que conviene difundir, que conviene dar a
conocer, porque el conocimiento crecer al compartirlo. Es tal vez uno de los
temas en los que más debemos reflexionar y trabaja: aprender a colaborar,
aprender de los demás, aportar lo poco o lo mucho que se conoce sobre algún
tema, colaborar con el ánimo de darse a los demás, es la única forma de
construir ecosistema de verdad, dejar a un lado los protagonismos, darse cuenta
que debemos y podemos complementar nuestro talento con el de los demás, compartir.
¿Tú que opinas?
Jorge Peralta
@japeraltag
@innovadisrup
Hola. Cómo están todos? Además de capital, para arrancar se necesita tener publicidad. La misma se puede conseguir a través de las Redes Sociales
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Mi punto de vista es que la comunicación siempre será necesaria dentro de tu estrategia comercial, aún cuando no siempre será publicidad, en ocasiones será relaciones públicas, fuerza de ventas, etc. la elección dependerá de tu plan. saludos!!
EliminarGracias por tu comentario. Mi punto de vista es que la comunicación siempre será necesaria dentro de tu estrategia comercial, aún cuando no siempre será publicidad, en ocasiones será relaciones públicas, fuerza de ventas, etc. la elección dependerá de tu plan. saludos!!
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