En los últimos años cada vez es más
frecuente encontrarse con cosas inteligentes: casas, cajeros, smartphones,
etc. ¿No era la inteligencia un artibuto
de las personas?
¿Qué significa ser inteligente?
Podríamos decir que una persona
inteligente es aquella que cuenta con el conocimiento y la actitud necesaria
para decir correctamente sobre las situaciones que se le presentan. Por lo
tanto, una persona inteligente es aquella que toma buenas decisiones, es decir
que esta directamente ligada con la toma de decisiones y es absolutamente
casuística.
La vida nos reta y nos pone ante
escenarios nunca vistos y espera de nosotros buenas decisiones. Esas decisiones
requieren de conocimiento y tal vez de una capacidad cada vez más inusual que
es la de saber preguntar. Saber hacerse las preguntas correctas permite ir
avanzando y tomar acción en aquellas cosas de las que tienes que decidir y en
su caso te permite preguntar para que puedas seguir aprendiendo.
Todos los hombres nacemos de forma
similar, desnudos y con nuestra carga genética, si bien algunos traen una
historia genética mejor que otros, la verdadera diferencia se da por la forma
en la que cada uno va nutriendo su mente de conocimientos y la forma en la que
vamos mejorando la forma en la que percibimos la realidad.
Es el cerebro donde se combinan, por una
parte la percepción de la realidad y por otra el arsenal de conocimientos que
tenemos para resolver la cuestión que se trate cada vez. Sin embargo esa
respuesta esta influida por la percepción de la realidad y eso no es solamente
física, pasa también por nuestras emociones. Por ejemplo la decisión que
tomamos ante una situación de peligro esta condicionada por la afectación al
peligro, las emociones funcionan con un mecanismo de defensa. El conocimiento
esta ahí, pero es la percepción de la realidad que pasa por nuestras emociones
nos cambia la posibilidad de actuar de forma distinta.
Por otra parte, seguimos adquiriendo
conocimiento, cada situación, cada circunstancia, va nutriendo nuestro arsenal
de nuevo conocimiento. Sin embargo, hay ciertos conocimientos que no solo se
aprenden leyendo, escuchando, estudiando; a veces es necesario aprender haciendo.
También aprendemos mucho de los errores y aprendemos mucho de otros, así como recordando
de nuestras experiencias pasadas. Lo que no somos capaces de recordar, no lo
aprendimos en realidad.
Luego entonces las personas tomamos
decisiones en función de nuestros conocimientos y nuestras emociones. Por lo
tanto es muy importante que sea cual fuere nuestra circunstancia, que nunca
dejemos de aprender, de nutrirnos de nuevos conocimientos y experiencias, pero
principalmente de ir retando nuestra inteligencia con nueva preguntas, nuevos
horizontes por explorar que nos saquen de lo conocido, que nos saquen de
nuestra zona de confort y nos permita mantener la mente trabajando. La mente y
las emociones son una herramienta poderosa para mantenernos creciendo
continuamente.
Sólo con el actitud correcta y la
dedicación necesaria, nuestra mente continuará siendo inteligente y las cosas
continuarán siendo cosas por más inteligentes que sean. Si no quieres que los demás te manipulen y seas quien quieres ser, no puedes abdicar de pensar y dejar que otros lo hagan por ti es un asunto vital de responsabilidad personal.
Viejos los cerros y
reverdecen siempre y cuando les llegue el agua a tiempo. Mantener la mente en forma es darle esa agua que siempre necesita para aprender cosas nuevas, retarla una y otra vez. No dejes de estudiar, no dejes de aprender.
Jorge Peralta
@japeraltag
@idearialab
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