domingo, 8 de mayo de 2016

Un pequeño éxito es un buen pretexto para dejar de crecer

La actitud más común en una organización exitosa es replicar la fórmula que les ha dado resultados. No suele ser fácil prepararse para los siguientes pasos cuando se han saboreado las mieles del éxito. Se trata de una actitud natural que a todos nos suele ocurrir. Tenemos una tendencia a cuidar lo que ya hemos ganado, que mentalmente se convierte en el peor momento para renovar el esfuerzo. Sucede lo contrario cuando estamos en medio del fracaso, es más fácil cambiar porque no hay mucho que perder.

Cuando el entorno es estable los éxitos podrán mantenerse porque las acciones tienen el mismo escenario de pelea, sin embargo en un entorno cambiante, las acciones que provocaron el triunfo en un momento no garantizan mantenerlo con otras variables.

Hoy vivimos en un ambiente cambiante en el que debemos estar diseñando con mayor prontitud el futuro cercano porque los cambios no se detienen. Vivimos en un mundo así, cambiante; nos han cambiado los clientes, nos han cambiado los empleados y no podemos seguir funcionando como siempre, aferrados a nuestras prácticas y costumbres porque en poco tiempo nuestra propuesta puede ser obsoleta.

La decisión sobre el cambio es uno de los puntos más relevantes en la gestión de un Director General o CEO. Decidir sobre el futuro elegido es una reflexión constante de quien dirige una organización; sin embargo tal vez el mayor riesgo es cuando se llega a una solución tibia que nos lleva a la simulación: Ir por un cambio cosmético que tranquilice la conciencia pero que no nos ponga en un dilema mayor. Cambiar todo para que todo siga igual.

Tenemos una tendencia a vernos con benevolencia y en ocasiones a vernos mejores de lo que realmente somos. Con las empresa pasa igual, nos vemos como grandes e importantes cuando todavía no dejemos de ser un pyme que esta en camino de consolidación y que aún cuando se vayan cosechando los años de esfuerzo, el camino apenas comienza y falta mucho por recorrer.

A todos nos gusta hablar de innovación y nos gusta verla a nuestro alrededor, a disfrutar de ella como usuarios o como clientes pero nos resistimos a que nuestra organización sea verdaderamente innovadora por los riesgos que esto implica, porque requiere empleados con un diferente perfil, porque implica riesgos y retos, principalmente para la persona que tiene el deber de dirigir.

El reto más difícil para un director general es armar un equipo de gente pensante y comprometida, que más allá de sólo hablar, se mete en una dinámica de cambio constante, aprovechando nuevas oportunidades, haciendo cambios de distinta índole, con la flexibilidad que dá una visión clara; de esta forma el cambio no será algo que dependa sólo de la dirección general, será algo que forme parte del ADN de la organización.

También convendrá que quién hace cabeza en una organización, huya de la tentación de pensar que el éxito lo acompañará siempre, que los éxitos pasados con garantía de éxitos futuros; que lo sabe todo y que los demás sólo deben secundar sus deseos, algo así como contratar mano de obra que deje su cabeza en off cuando llegue a trabajar. O nos hacemos de un equipo de gente talentosa o no iremos a ningún lado.

Recordemos que ni los éxitos ni los fracasos son para siempre, la vida siempre ofrece posibilidades de retos nuevos de los que se corre nuevamente el riesgo de triunfar o fracasar. La vida de una empresa necesita más equilibrio en las decisiones y requiere de más indicadores para precisar sus metas más específicas que sólo medir el éxito o el fracaso. En ocasiones el éxito será un mal aliado para buscar un futuro más sólido con un crecimiento sostenido, por esta razón indicadores más precisos pueden dar más luces sobre la actuación.

Cada vez cobra más vigencia esa frase que ha circulado últimamente en las redes atribuyéndosela a Warren Buffet: “contrata a los mejores para que hagan lo que saben o contrata a los baratos para que les digas que es lo que tienen que hacer” o ¿tú que opinas?

Jorge Peralta
@japeraltag

@innovadisrup


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