La primera vez que escuche la palabra “reinventarse” fue hace 10
años y recuerdo bien que en ese entonces el autor sugería que aproximadamente
cada 7 años las personas tenemos que reinventarnos porque debemos adecuarnos a
las nuevas realidades para ser competitivos.
Hoy estoy convencido que estos lapsos de tiempo se están
reduciendo y debemos mantenernos en “estado beta” porque es la única forma de
mantenernos en cambio constante. No se trata de mantenernos sin estrategia
clara y sin rumbo, sino más bien conservando la flexibilidad, no solo para
mantenernos vigentes sino para ir por delante, haciendo propuestas nuevas,
haciendo diferencia.
Estos días he estado de visita por Lima, Perú y me ha permitido
corroborar que en Latinoamérica seguimos sufriendo de valorar nuestro talento,
pensando que si viene del norte (EEUU) es mejor porque nosotros no somos
capaces de construir propuestas originales, no nos damos permiso de confiar en
nosotros mismos. Pero también con gusto he comprobado que la cultura
emprendedora esta arraigando y crecimiento en nuestras regiones y que nos
espera un futuro mejor.
Hoy quiero hablarte de esta necesidad que tiene el innovador de
reinventarse, de estar en estado beta,
de estar buscando nuevos caminos para ofrecer valor a la sociedad, y como nos
insiste mi buen amigo Jorge Zavala, a encontrar problemas relevantes que valga
la pena intentar resolver, y para ello es necesario definir algunos puntos que
nos sirvan como guía para no perdernos en este camino del cambio. Te propongo
los siguientes:
- Debemos aprender a vivir en incertidumbre, no sabemos que pasará mañana por la sencilla razón de que el futuro es incierto y la única forma de reducir esa incertidumbre es cuando nosotros mismos marcamos la ruta del cambio.
- Las nuevas generaciones tienen bases de conducta distintas, en cuando a prioridades, horarios, forma de organizarse, forma de comunicarse, motivarse, buscar propósitos, etc. Debemos comprender la convivencia que se da entre distintas generaciones y conciliar formas de organización.
- Mantenerse el día, en los últimos avances en nuestro quehacer profesional, no podemos anclarnos al conocimiento adquirido porque el avance es constante, el que se detiene se queda atrás. No perder el hambre de aprender y convertirnos en aprendices profesionales desarrollando con seriedad el hábito de estudio.
- Mantener la humildad, aún cuando los años y los golpes de la vida te den un nivel de autoridad con gente más joven. Hay temas en los que eres neófito.
- Paciencia, para reconocer que hay temas que tardamos en aprender.
- El líder debe estar a pendiente de la innovación, es una responsabilidad que se puede compartir, se puede delegar en parte, pero nunca abdicar de ella.
- Toda persona tiene el potencial de aprender hasta que no demuestre lo contrario pero trata de rodearte de los mejores, sólo así darás pasos adelante cuando los demás te jalen y no tendrás dificultad de avanzar por jalar a los que no quieren avanzar.
- La colaboración y la meritocracia mandan sobre la jerarquía.
- Perder el miedo a fallar y a volver a empezar.
- Debemos gestionar nuestras emociones y las del equipo para no fallar por miedo y para no tener miedo por fallar.
Si cuidamos estos 10 puntos te mantendrás lejano de tu zona de
confort y cuando comiences a entrar por descuido, tendrás posibilidades de no
instalarte y de salir cuanto antes de ahí; de ese lugar donde difícilmente
escapas si te dejas atrapar por el fantasma de “así estamos bien, llévatela con
más calma”. Si permanentemente te mantienes lejos de ese lugar, podrás desarrollar el hábito de mantenerte en guardia, en estado beta, en crecimiento constante.
Reinventarse, un concepto muy sexy, con muy buena prensa, pero que
cuesta y en ocasiones, mucho; o ¿tú que opinas?
Jorge Peralta
@japeraltag
@japeraltag
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